Un día que quedará en la historia de Chile
Hoy asumen los gobernadores regionales, quienes convivirán con los delegados presidenciales y deberán trabajar en conjunto por el futuro de la región. Se habló de un nuevo paso, de una delegación presidencial y de la importancia del diálogo y los acuerdos para que el crecimiento sostenido por años.
Hoy se empieza a escribir un nuevo capítulo en la historia política-administrativa de nuestro país: inician sus gestiones los gobernadores regionales que fueron electos en votación popular en todo el país. En Antofagasta, tras su amplio respaldo, el profesor Ricardo Díaz será el encargado de liderar los destinos de la región y promover las políticas de un desarrollo integral y más equitativo.
Con ello se suprime la figura del intendente (a) que desde 1991 a la fecha, en democracia, fueron catorce hombres y una mujer, quienes ocuparon las oficinas principales del edificio de calle Prat.
Estas autoridades designadas por el gobierno de turno, tuvieron entre sus tantas atribuciones asegurar que una zona con gran dinamismo económico creciera en beneficio de todos sus habitantes.
Desde Blas Espinoza (PS) hasta Rodrigo Saavedra (RN), cada uno de ellos, con luces y sombras, intentaron impregnar su impronta de gestión. Y los resultados generales fueron que la región se posicionó en niveles macroeconómicos crecientes y que hubo un claro desarrollo.
Si bien, a poco andar, la mayoría de ellos logró empaparse de las necesidades y potencialidades de la zona que lideraban, seguían dependiendo de lo que dictaminaba el gobierno central. Muchas veces con lineamientos sectoriales que no eran las prioridades locales.
Faltaba esa mirada. Más hacia adentro, más descentralizada y que debe mejorar con la elección de gobernadores regionales.
Ayer, en flamante ceremonia, se despidió la institucionalidad conocida hasta ayer. Se habló de un nuevo paso, de una delegación presidencial y de la importancia del diálogo y los acuerdos para que el crecimiento sostenido por años, hoy interrumpido por la pandemia, se retome con nuevos bríos y se resuelvan problemas de los bolsones de pobreza que existen y han aumentado en los últimos meses.
Ayer se confirmó que el primer delegado presidencial será el exalcalde de Calama, Daniel Agusto Pérez, quien deberá trabajar mano a mano con Ricardo Díaz por una región moderna en todos sus rincones, con oportunidades, amigable con el medioambiente y acogedora para todos y todas sus habitantes.