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La paciente cero de la variante delta

Ante críticas al Minsal por no aplicar los protocolos sanitarios, la respuesta fue que la infectada faltó a la verdad e incumplió las normativas sanitarias. Aquí claramente se cruzan posiciones humanitarias y de salud pública. Y lo que debió imperar fue el reglamento sanitario estipulado e informado respecto a los viajeros.
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Una verdadera polémica se generó con el cumplimiento de los protocolos covid para las personas que ingresan al país y las cuarentenas obligatorias, luego de conocerse la llegada de una pasajera contagiada con la variante delta del covid. Según, el alcalde de San Javier, comuna donde recaló la infectada, no se respetó ninguna de las exigencias del Minsal para quienes vienen del extranjero.

La autoridad acusó que no se cumplió con la cuarentena en Santiago y que no debió tener autorización para asistir al funeral de un pariente, como ocurrió.

Las primeras versiones del Minsal explicaron que existió una autorización por razones humanitarias. Y que se le entregó una serie de recomendaciones hasta que estuviera confirmado que no era portadora de la enfermedad.

Luego, tras enterrase del recorrido que hizo la infectada, se reconoció que hubo vulneraciones de las restricciones y que la mujer afectada "faltó a la verdad" y que no cumplió con lo obligatorio para este tipo de casos.

Aquí claramente se cruzan posiciones humanitarias y de salud pública. Y lo que debió imperar fue el reglamento sanitario estipulado e informado respecto a los viajeros.

Se entiende el motivo humanitario, pero es difícil encontrar un punto de equilibrio si el control queda en una persona que se siente sana y sin ningún síntoma.

Obviamente que hay responsabilidad del Minsal, pero una gran cuota de la persona infectada que debió entender las razones de las cuarentenas y el valor que tiene su respeto para la salud de la población.

Gran parte de los chilenos han cumplido con las estrictas restricciones sanitarias, pero no son pocos que se siguen creyendo inmunes y vulneran desde el uso de mascarillas hasta la participación en fiestas clandestinas.

De los primeros hay quienes vieron partir a algún ser querido y ni siquiera pudieron realizarle una despedida como les hubiera gustado. El dolor fue doble y entendieron que era por un bien superior.

Eso es lo que falto en el caso de la portadora de la variante delta y necesario agregar a nuestra idiosincrasia para ponernos a la altura de las sociedades más desarrolladas.

Calama y Antofagasta: los ejes de la integración

"El corredor bioceánico es más que un nuevo camino; es una obra que abrirá fronteras de posibilidades para un mejor devenir para el Cono Sur americano". Dr. Rodrigo Alda Varas, Rector Universidad Católica del Norte
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En Chile, de manera casi natural, nuestra observación de los mapas es en el sentido Norte-Sur, seguramente porque hacia los puntos australes está la capital del país y los centros de poder.

Tal vez sería tiempo de modificar la mirada y también comenzar a hacerlo en sentido Oeste-Este, hacia el Atlántico.

¿Qué observamos desde Antofagasta y Calama, allende Los Andes? Las provincias boreales de Argentina, el sur de Bolivia, Paraguay, Uruguay y los estados del sur de Brasil hasta Sao Paulo, a casi 3.500 kilómetros. Hablamos de un territorio muy distinto al paisaje que tenemos en nuestra región. Nuestros vecinos cuentan con una generosa producción agropecuaria, entre las que destacan la soya, carne de vacunos, porcinos y aves, huevos y lácteos, pero también la caña de azúcar, tabaco, frutas tropicales, maíz, cebada, trigo y arroz.

En minería, tenemos producción de hierro, azufre, plata, plomo, petróleo y gas; y, por cierto, cobre, oro, plata y molibdeno, entre otros.

Se trata de una zona -el denominado Zicosur- habitada por casi 100 millones de personas, que incluye los estados brasileños de Mato Grosso do Sul, Paraná, Sao Paulo, Santa Catarina y Río Grande do Sul; las que en su conjunto suman unos 77 millones de habitantes y concentran casi la mitad del PIB del gigante sudamericano.

En esa misma área sumamos los 3,5 millones de habitantes de Uruguay; los 7,3 millones de Paraguay; y las provincias argentinas de Salta, Jujuy, Formosa, Misiones, Corrientes, El Chaco y Santiago del Estero, entre otras, donde habitan unas 7 millones de personas. Finalizamos con el sur de Bolivia y las provincias de Potosí, Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz, con unos 2 millones de habitantes.

La vastedad y heterogeneidad del territorio es una de las principales fortalezas, pero estas deben gestionarse de mejor manera, más eficientemente por quienes aquí vivimos, lo que en, lo fundamental, pasa por la colaboración entre las partes como el elemento clave que puede hacer la diferencia para construir el futuro.

Porque es la colaboración a nivel de provincias, regiones y países, el elemento central de todo esto; lo que significa hacernos cargo de la gestión, más que seguir esperando por las soluciones desde Brasilia, Buenos Aires, La Paz, Montevideo, Asunción o Santiago.

La región de Antofagasta, con Calama como puerta de entrada, junto con los puertos de la capital regional, Mejillones y Tocopilla, son la salida más obvia para las mercancías de los países vecinos con destino al Asia Pacífico. Su situación arancelaria puede mejorar aún más si algún proceso de manufactura es realizado en nuestro territorio.

A lo anterior debemos agregar los notables avances en materia energética, donde contamos con una industria competitiva y cada vez más limpia, que da valor a la producción, dando cumplimiento a los estándares medioambientales más exigentes.

Hoy somos conocidos por la minería y cada vez más por el desarrollo de las energías renovables no convencionales. Nuestra matriz productiva puede ampliarse mucho más, trayendo beneficios directos a las economías locales, es decir, a las personas.

Soñar no es tan difícil, porque tenemos los fundamentos para diseñar un desarrollo mejor: acuerdos comerciales con el mundo, materias primas, capacidad para agregar valor, universidades e investigación, personal capacitado y una infraestructura que seguirá en desarrollo con la consolidación en plenitud del corredor bioceánico que conectará los dos océanos más grandes del planeta.

Una mejor integración con los países vecinos es una real chance de desarrollo, plena de posibilidades; no es la suma de obras, de kilómetros de caminos o toneladas de cemento en puentes, sino la gestación de nuevos paradigmas que, bien dirigidos, acarrearán bonanza, mejores empleos, educación, paz y cultura.

El momento para invertir joven

"Estamos en medio de un período donde hay posibilidades para adquirir una propiedad". Claudia Castro, Gerente de Clasificados de Yapo Propiedades
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Las condiciones y oportunidades que nos ofrece hoy en día el mercado inmobiliario en nuestro país, han generado un escenario interesante para aquellos jóvenes profesionales que están analizando la posibilidad de invertir su dinero en un bien raíz.

Hoy la juventud ya no está creyendo en un sistema que se haga cargo de ellos, sino más bien ellos se están haciendo cargo de su futuro, por medio de una inversión tangible y que les generará réditos a largo plazo, como son las propiedades. Esto independientemente de si las podrán habitar o no, pero lo cierto es que el día de mañana se transformará en un bien propio y lo tienen claro.

Bajo esa lógica, hoy nos encontramos en medio de dos importantes factores que facilitan y hacen aún más posible continuar con esta tendencia. Por un lado, las bajas tasas de interés para los créditos hipotecarios y de consumo en varias instituciones financieras, las cuales, si bien durante los últimos dos meses tuvieron una pequeña alza, se mantienen aún en un excelente momento para quienes deseen solicitar el préstamo.

Y por otro lado, un contexto de pandemia, que lamentablemente para algunas personas ha significado el tener problemas financieros y la necesidad de mayor liquidez, por lo que han debido poner en venta sus propiedades. Y en ese sentido, en el segmento de viviendas usadas, encontramos varias oportunidades para adquirir un inmueble a buen precio.

Tomando en consideración este escenario, desde Yapo Propiedades hemos podido observar que estos jóvenes profesionales, con dos o tres años en el mercado laboral, han empezado a optar por adquirir inmuebles, principalmente departamentos de 1 dormitorio, con 1 baño y con precios entre las 2.000 y 4.500 UF.

Como vemos, estamos en medio de un período donde se están dando variantes que generan muy buenas posibilidades para adquirir una propiedad.