"Sensación de carrera ganada": expertos analizan baja participación en comicios
POLÍTICA. Especialistas sostienen que desconocimiento sobre el cargo de gobernador regional también condicionó mayor asistencia. Voto obligatorio toma fuerza como opción para futuras elecciones.
Tanto a nivel nacional como regional, las elecciones del pasado domingo estuvieron marcadas por un factor preocupante: La baja participación que hubo en todo el país.
A nivel nacional, de 13.040.819 personas que componen el electorado, solo acudieron a las urnas 2.558.962, lo que equivale a un 19,62% del padrón. La cifra más baja desde el retorno a la democracia. La región fue la que menos participación tuvo a nivel nacional, con un 12,21%. Lo anterior significa que, de un universo de más de 480 mil sufragantes, solo votaron 58 mil (ver recuadro).
Análisis
En primera vuelta, el gobernador regional electo, Ricardo Díaz, superó por un amplio margen al ahora excandidato oficialista Marco Antonio Díaz. Incluso, en algunos momentos del conteo Díaz sobrepasó el 50% de votos que habría definido la elección en primera vuelta.
Lo anterior parece ser un factor importante para que las personas no se motivaran a sufragar, concuerdan los expertos consultados, además de la situación asociada a la pandemia.
Para Sergio Galilea, coordinador del Magíster en Gestión y Desarrollo Local y Regional del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, "era una carrera demasiado ganada. Eso también influye".
El analista político, Osvaldo Villalobos, dice que "la sensación de carrera corrida influyó en el resultado. Siento que mucha gente entendió que Ricardo Díaz estaba virtualmente electo. Y en ese sentido, se abstuvieron de asistir presencialmente a la votación".
"Una muestra de lo mismo es el tema del desánimo de la derecha, que tenía claro que remontar era muy complicado y eso también se vio en esta vuelta", agrega Villalobos.
Por su parte, Pablo Camus, doctor en sociología y decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antofagasta, explica que la baja convocatoria puede explicarse en una especie de cansancio ante la serie de votaciones. "Hay un agotamiento por el calendario electoral, que es una dimensión importante para analizar", argumentó.
Misma opinión tuvo Diego Díaz, doctor en ciencias políticas y académico de la Escuela de Gobierno de la U. Católica; "Hemos tenido muchas elecciones en el último tiempo, y eso puede cansar a las personas".
Díaz agregó que lo anterior se suma que los comicios correspondían "a una segunda vuelta de un cargo que no tiene muchas atribuciones, y las personas lo pueden percibir como menos importante que la elección de otro cargo, como un alcalde, parlamentario o el mismo Presidente", indicó.
Otros factores
Para Galilea, otro factor importante que puede explicar la baja participación es "el hecho de que el Gobierno no haya cedido a hacer una franja para la segunda vuelta para los candidatos a gobernadores", y explica que esto podría haber influenciado en "el poco conocimiento de las propuestas de los postulantes en las diferentes regiones".
A nivel regional, Villalobos sostiene que "ninguno de los candidatos que no pasaron a segunda vuelta se manifestó por el proceso. No es que debieran llamar a votar por Ricardo o Marco Antonio, pero tendrían que haber llamado a participar, y eso no lo hizo ninguno".
¿Voto obligatorio?
La Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados votará hoy en particular la reforma constitucional con la que se podría reponer el voto obligatorio, una figura que tomó fuerza por las bajas asistencias a los últimos sufragios, salvo por el histórico plebiscito de octubre del año pasado.
"Creo que sería extremadamente importante tener voto obligatorio para las elecciones presidencial y parlamentaria en noviembre", opina Sergio Galilea.
En tanto, Osvaldo Villalobos manifiesta que el voto obligatorio "es la solución que queda". Pero recalca que, con su reposición, "estaríamos reconociendo la incapacidad que tuvimos todos de comprometer a la ciudadanía y hacerla parte de los procesos democráticos".
Pablo Camus argumenta que "ese derecho (el de sufragar) también se debe conquistar de la mano de la construcción de una sociedad que cívicamente sea mucho más madura de la que es hoy. Que efectivamente existan las instancias en donde la comunidad se forme como ciudadano. No necesariamente en las escuelas".