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La importancia de la vacunación

El 80% de los nuevos contagios no ha recibido ningún tipo de inmunización contra el coronavirus. La vacuna por sí sola no es la solución total, porque el autocuiado y el respeto íntegro a los protocolos sanitarios seguirán siendo tan importantes como al principio.
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Uno de los esfuerzos gubernamentales, que ha recibido elogios a nivel internacional, es la capacidad de reacción que hubo para firmar convenios con laboratorios y asegurar el suministro de vacunas contra el covid. Ello a la luz de los estudios que aseguran que gracias a la inmunidad se ha evitado que las muertes, especialmente en los grupos más vulnerables, hayan aumentado.

Había dudas y no todos estaban dispuestos a inocularse. Los grupos antivacunas hacían lo suyo y otros expertos veían con recelo que los antídotos contra el covid surgieran en tan corto tiempo.

Lo cierto es que desde febrero a la fecha se ha vacunado a más de 10 millones y medios de chileno. Se partió con los grupos prioritarios y se fue ampliando hasta llegar a una población sana y joven.

Y aunque los casos diarios siguen elevados, la estadística del Minsal arroja que quienes han recibido alguna inmunización han padecido síntomas menores y en gran porcentaje no han requerido hospitalización.

El último reporte del Minsal respecto al seguimiento de la vacuna CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, son clarificadores. Se llegó a la conclusión que de los últimos casos informados, el 80% de ellos no había sido inoculado. Y el ministro de salud, Enrique Paris, añadió que quienes no han sido inoculados tienen 3,23 veces más posibilidades de contraer la enfermedad, 3,57 veces más de ingresar a la UCI y 4,5 veces más posibilidad de fallecer.

Las cifras son claras y destacan la importancia de ir avanzando en la inmunidad y en la protección contra el virus, más ahora que los contagios no decaen en la antesala de los meses más fríos y que registraron una alta mortalidad el año pasado.

La vacuna por sí sola no es la solución total, porque el autocuidado y el respeto íntegro a los protocolos sanitarios seguirá siendo ta importantes como al inicio. Su administración está sirviendo para evitar un colapso en los hospitales que siguen atestados de enfermos. Y ese es el llamado a la conciencia y el mensaje que deben recoger los más jóvenes y quienes hoy rechazan la vacuna.

Mujeres en el mundo laboral

"Hemos readecuado nuestra oferta programática orientada a fortalecer la autonomía económica de las mujeres". Pamela Astete Chacón, Directora Regional SernamEG
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La igualdad de derechos entre hombres y mujeres es una condición fundamental para el crecimiento del país, cuya demostración más clara en el último tiempo la vemos en el aumento de la participación de mujeres en áreas que históricamente han sido masculinizadas incorporándose paulatinamente a la minería, la actividad portuaria o como operarias de trenes, entre otros.

Sin embargo, las brechas de género en lo laboral aún nos plantean desafíos ya que, según el informe regional de género e ingresos de marzo de este año, elaborada por el INE, una mujer con el mismo estudio técnico que un varón percibe un 37 por ciento menos de sueldo desempeñando el mismo trabajo; caso similar con aquellas dedicadas a un emprendimiento, disparidad que disminuye en aquellos puestos del sector privado, pero las diferencias se mantienen.

Por ello, como SernamEG hemos readecuado nuestra oferta programática orientada a fortalecer la autonomía económica de las mujeres, por medio de la coordinación intersectorial y lo que realizamos a través de nuestra oferta como el programa Jefas de Hogar, Mujer Emprende y Buenas Prácticas Laborales con Enfoque de Género, dirigidos a atender las necesidades más urgentes de las trabajadoras.

Nuestro foco está orientado en el trabajo conjunto que debemos seguir realizando con las diferentes empresas privadas, ya que son las llamadas actualmente a generar más y mejores empleos. Junto a ello, nos preocupamos para que las trabajadoras accedan a múltiples capacitaciones con la posibilidad de ser insertadas en el mundo laboral.

El programa Buenas Prácticas Laborales con Enfoque de Género, por ejemplo, que se vincula directamente con empresas estatales y privadas, tiene entre sus objetivos invitar a que estas entidades incorporen en sus cuerpos orgánicos la certificación de la norma NCh3262 para que se conviertan en organismos a la vanguardia de un siglo llamado a respetar los derechos de las mujeres, y de esta forma mejoren su imagen corporativa nacional e internacional y en la medida que el pilar de responsabilidad social empresarial hacia las comunidades se fortalezca, amplíen las oportunidades laborales para miles jefas de hogar que a veces son el único sustento económico para sus familias.

En la región, al certificar la NCh 3262, minera Codelco división Gabriela Mistral abrió las puertas en 2014 para que otras se sumaran a este desafío, en colaboración con los profesionales de nuestro Servicio, para que la equidad de género se haga costumbre y la igualdad de oportunidades para las trabajadoras deje de ser un eslogan imposible de alcanzar en el corto tiempo.

Habilidades digitales

"Las consecuencias del COVID-19 ofrecen una oportunidad para realinear el enfoque global en el desarrollo de la fuerza laboral". Richard Wang, CEO de Coding Dojo, Sebastián EspinosaDirector Ejecutivo de Coding Dojo Latam
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El brote de COVID-19 no se parece a nada a algo que hayamos visto en nuestras vidas. Más allá de la crisis de salud pública, la pandemia ha afectado gravemente a la economía mundial. Independiente del impacto en la demanda de los clientes y los cambios operativos necesarios, muchas empresas están reevaluando sus cadenas de suministro y valor debido a las averías que se produjeron durante la pandemia.

Este cambio presenta una oportunidad para que los países latinoamericanos no sólo reconstruyan sus economías, sino que también las fortalezcan y preparen para el futuro en el proceso. Las claves para hacerlo serán repensar la educación e invertir en la fuerza laboral.

Sin embargo, el ritmo del cambio tecnológico y el costo creciente de un título de cuatro años ha hecho que la educación tradicional sea una opción menos aceptable y efectiva. Esto es especialmente cierto para los que cambian de carrera y las comunidades desatendidas, que rara vez tienen el tiempo o el dinero para obtener un título de cuatro años. Afortunadamente, esta tendencia se puede revertir y las consecuencias del COVID-19 ofrecen una oportunidad para realinear el enfoque global en el desarrollo de la fuerza laboral.

Los programas de capacitación técnica acelerada, como los bootcamps de codificación, ofrecen un camino simplificado para satisfacer esta necesidad. A diferencia de la educación tradicional, estos programas se centran en gran medida en el aprendizaje experimental, por lo que los estudiantes aprenden las habilidades reales que se utilizan en el trabajo, lo que facilita el ingreso a la fuerza laboral de trabajadores talentosos, en una fracción del tiempo.

El resultado final de estos programas es una fuerza laboral capacitada digitalmente, ansiosa por cubrir las crecientes vacantes de trabajo en las empresas de tecnología locales, que han crecido significativamente en los últimos años.

Desde 2016, la inversión en nuevas empresas latinoamericanas aumentó de $500 millones en 2016 a $4.600 millones en 2019. A lo largo del mismo período de tiempo, América Latina también produjo 17 nuevas empresas privadas valoradas en $1 mil millones o más, lo que ha acelerado la presencia de la región en la escena mundial de las startups.

Hay un momento y un lugar para el conocimiento teórico o histórico, que es el tipo de información que se enseña típicamente en la educación superior tradicional, pero las iniciativas de desarrollo de la fuerza laboral que requiere América Latina deben entregar resultados más rápidos que los que los programas de capacitación tradicionales pueden ofrecer. Al desarrollar una fuerza laboral equipada con habilidades del siglo XXI, América Latina y el Caribe pueden crear un número exponencial de trabajos locales y atraer millones de empleos nearshoring, para impulsar el crecimiento económico en las próximas décadas.