Correo
Sueño país
¿Que país avizoraban los chilenos cuando se realizaban las manifestaciones el 18 de Octubre? Chile hoy camina por el despeñadero, ya no solo lejos del "neoliberalismo desenfrenado" que apuntaban algunos, sino también de las ideas del centro político, esas que añoramos al mirar los países nórdicos, o el proceso neozelandés.
Las listas de derecha y de centro izquierda en la elección de constituyentes fueron apabulladas por la lista de izquierda y por la lista del pueblo (apartidistas, pero cercanas a la izquierda radical). Parte importante del problema ha sido ceder una virtud magnánima al pueblo, como fuente de sabiduría del desarrollo, manejo y prosperidad del país. Esto no es descreer del pueblo, ni olvidar el sentido de la democracia, sino es más bien asignarle al pueblo el rol que le pertenece; la gente en su libertad de expresarse y manifestarse logran iluminar el problema, pero no por eso tienen la capacidad para resolverlo. Y para eso está la política, para encontrar acuerdos, hacer dialogar la estadística con el relato, la autoridad con la sociedad civil, el técnico con el fundamentalista. Sin embargo los políticos preocupados de twitter, las encuestas y de aparecer en matinales, abandonaron estos principios.
El resultado salta a la vista, la institucionalidad deslegitimada, el uso de la violencia utilitarista para conseguir fines, la esperanza del país ceñida en candidatos a la presidencia que rozan el populismo y el totalitarismo, y constituyentes envueltos de una moralina divina; separan a los chilenos entre ángeles (sus adherentes) y demonios (el resto). ¿Es acaso este el país de ensueño?
Rodrigo Vizcarra Rojas
Parques
En la edición dominical -florida desde la portada misma- leí una columna que propone más áreas verdes nativas en las ciudades. Claramente su autora, Suzanne Wylie, quien cita a la Fundación "Reforestemos", sugiere forestar (y no arborizar) con especies nativas.
Desde hace veinte años el infrascrito lo ha propuesto, hasta la saciedad. Poner fin a la intrusiva inclusión de especies vegetales que sufren con la agresividad de nuestros suelos rocosos, salinos y calcáreos. No es posible que a nuestros concejales los convenzan con tanta ligereza y parques y jardines acepten el plantío de ficus en una soleada avenida local.
Debe imponerse un criterio práctico, sacrificando lo estético. Y talando de cuajo los arreglines que talvez se cometen, a sugerencias y presiones de arquitectos que los promueven. Hace un siglo, un edil soñó con hacer de la ciudad la "Miami del Pacífico Sur" y pobló plazas y avenidas con palmeras que nos mezquinan las necesarias sombras.
Ahora la propuesta viene de una "afuerina" y de seguro la van a oír. Somos así. Desoímos las voces locales, pero nos arrodillamos ante lo que nos llega de afuera. Poblar los lugares públicos de vilcas, algarrobos, tamarugos y chañares, todas especies arbóreas endémicas, servirá para protegernos de quien es -en estos tiempos- nuestra principal amenaza: el sol.
Jaime Alvarado García
Millonarios
Por twitter, he tenido la oportunidad de leer la diversidad de comentarios negativos en contra de quienes son grandes empresarios y poseen grandes fortunas. El origen de sus fortunas puede ser por herencia o simplemente adquirida por esfuerzo personal, lo que no tendría por qué quitarnos el sueño.
Como ciudadanos, la mayoría estamos en el escalafón de clase media, con un pie más cerca de la pobreza, que de la riqueza. Por lo tanto vamos a morir: cantando como la chicharra-a vivir a la suerte de la olla y a seguir bailando con la fea. Lamentablemente, muchos nacimos para ser y vivir como somos, y debemos asumir esa condición a menos que tengamos un golpe de suerte y pasemos a ser parte del selecto grupo, de los "rotos con plata". El hecho de no haber nacido en cuna de oro, considero que no es motivo para "envidiar" al que tiene más. Que el dinero es importante, no hay duda (a todos nos gustaría tenerlo), pero que hace feliz, es relativo.
El hacer este comentario, no significa dejar de luchar por lograr objetivos y alcanzar metas. Al contrario si vemos que unos han podido, por qué nosotros no.Tal vez no logremos lo máximo, pero tendremos la satisfacción de habernos esforzados por alcanzar algo mejor.
Jorge Valenzuela Araya
Carnet verdeEn los últimos días, se ha discutido si es necesario implementar el carnet verde con la finalidad de incentivar a las personas para vacunarse y, de paso, entregar mayor libertad a aquellos que se inocularon; sin embargo, ciertos grupos declararon esto como un "castigo" para quienes no se han vacunado.
Se entiende la molestia de quienes sienten como un desincentivo a su decisión de no vacunarse; no obstante, el no inocularse puede limitar en casos graves en camas a otros que sí lo necesitan. Mi pregunta es ¿dónde está el castigo?
Daniel Soto