Paola y Danya: "Logramos que el Estado nos reconozca como familia"
DERECHO. Paola y Danya consiguieron un hito: que se reconozca que su hijo tiene dos madres. Solo se había registrado un fallo así en todo el país, pero esta pareja recalca que existen muchos casos idénticos que reflejan la desprotección por parte del Estado con los hijos de familias homoparentales.
El 23 de abril de este año, Danya y Paola recibieron la noticia que estaban esperando. El Juzgado de Familia de Antofagasta acogió su demanda de reclamación de maternidad, y ordenó al Registro Civil inscribir en la partida de nacimiento de L., su hijo de tres años, a sus dos madres. En el fallo, se estableció que ambas partes constituyen una familia, y que cuentan con competencias parentales para cuidar a su hijo.
Danya recuerda ese momento al teléfono: "Cada una estaba en una habitación distinta de la casa. Fue muy emocionante".
La decisión la tomaron porque si a Danya, la madre gestante, le ocurriera algo que comprometiera su vida, L. quedaría sin protección legal de su otra madre. Algo que la pareja sintió en carne propia, lo que las motivó a presentar la demanda.
El camino
Luego de conocerse por años, Danya y Paola empezaron su relación de pareja en 2013. Cuando decidieron tener un hijo, decidieron además firmar el acuerdo de unión civil, pero vieron que la unión en realidad dificultaba la opción de adoptar.
"Empezamos a ver la opción de adoptar, sin embargo, no podíamos por el tema de la unión civil. Para adoptar lo puedes hacer, pero debes anular la unión civil y luego debes hacerlo de manera individual, no como pareja homosexual", explica Danya.
Por lo anterior, la pareja comenzó a consultar con médicos ginecólogo hasta que llegaron al procedimiento de reproducción asistida, junto al especialista en la materia Víctor García Palominos, en el centro médico Plaza en Antofagasta.
El primer intento de las dos fue en Lima, Perú. Danya cuenta que en la capital peruana "fue mucho más fácil acceder, no te preguntan absolutamente nada. Es fácil acceder a algún centro de infertilidad, donde se puede escoger libremente al donante". Por esto, su primer intento de inseminación artificial fue allá, pero no resultó debido al seguimiento de la ovulación.
En el segundo intento, esta vez en la capital regional, el tratamiento dio resultado: estaban esperando a L. "Fue súper bonito, fue emocionante", recuerda Danya.
La pareja comenzó con los preparativos para esperar a L. "Me leí un libro de 500 hojas para prepararme", comenta Paola entre risas. Todo estaba planificado. Ambas recalcan que antes que naciera su hijo, él ya tenía todo, desde juguetes hasta la ropa.
L. nació hace tres años por cesárea. Paola recuerda ese momento: "Fue emocionante, porque era lo que esperábamos hace rato. Lo único que queríamos era que naciera ya".
El próximo paso fue registrar al niño con el apellido de ambas. Fue el primer obstáculo que encontraron.
"Como Danya estaba con los puntos, no se podía levantar de la cama, fui sola al Registro Civil. Pero me indicaron que no se podía, que yo no podía hacer nada, porque debía ir "su familia". Alguien directo. Yo era como "nada" de L. Ahí tuve que decirle a Danya y sentimos algo como aberrante, chocante, porque tenía que levantarse, ir con los puntos. Eso fue complicado. Ella tuvo que levantarse como pudo para ir. Hasta a la funcionaria (del Registro Civil) le dio pena, como pudor, decir que no se podía. Pero ella no podía hacer nada. Ese fue el primer obstáculo", recuerda Paola.
Danya agrega: "Al ir yo como madre biológica, sin ningún problema pude inscribir a L. con el apellido de ambas. Pero es un tema estético. Legalmente no tiene implicancia".
"Es el puro papel"
Danya volvió a trabajar en 2018 a su puesto en un banco español. Cuando llegó, se enteró que le habían cambiado la jefatura. Su antigua jefa, con quien llevaba tiempo trabajando, se había ido. Dice que en su lugar llegó otra persona, quien comenzó a hostigarla laboralmente de forma homofóbica tanto a ella como a un compañero.
Lo anterior fue tan fuerte, cuenta Danya, que le afectó de forma física: "Yo me empecé a enfermar. Me salieron ronchas, no me salía la voz, al punto de que me iban a hacer una traqueotomía. Ahí nos preocupamos". Y agrega que "esto terminó en un juicio de por medio, por enfermedad profesional y de vulneración de derechos fundamentales. Porque no fue solamente conmigo, sino que también con mi colega".
Se dieron cuenta de que en caso de que a Danya le llegara a pasar algo, Paola no tenía derecho ni poder sobre L., lo que dejaba al menor sin protección. Por esto, y conociendo el caso de Emma de Ramón y su esposa Gigliola Di Giammarino, quienes lograron inscribir a Attilio, su hijo, con dos madres en el Registro Civil, decidieron tomar acciones.
Danya comenta que "ahí empezamos a ver que L. pudiera quedar protegido. Porque al final, si te das cuenta, el acuerdo de unión civil se crea por una índole familiar, para reconocer a parejas homosexuales. Sin embargo, es un mero trámite, porque ni siquiera sirve para el seguro de vehículo. No cubre nada. Es el puro papel. En el caso de que me pasara algo, L. quedaría desprotegido, el juez decidiría con quién se va. Y es súper injusto, porque al final la que ha estado con ella con el mismo rol es Paola".
El proceso comenzó en agosto del 2020, recuerda la pareja, junto a la abogada Isabella Bravo. Danya recalca que estaban seguras de que todo iba a salir bien. "Si no nos daban el pase aquí, nos íbamos a ir a la Corte de Apelaciones; de ahí a la Corte Suprema; y de ahí a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde la íbamos a sacar sí o sí", dice.
Pero en realidad les fue bien en el primer paso, el Juzgado de Familia de Antofagasta falló a su favor. "Logramos que el Estado nos reconozca como la familia que somos", comenta Danya.
"No es un caso particular"
Como todas las madres, Paola y Danya están orgullosas de L. Recalcan que ya se expresa muy bien para su edad, que sabe las vocales, los números y ahora está aprendiendo sobre los planetas. En las fotos que ceden para esta crónica, se ve cómo su hijo juega con Oso, el perro de la familia. Antes de la pandemia, ambas madres participaban activamente en las actividades del jardín de su hijo. Y agregan que el abogado que puso el Tribunal para resguardar los derechos del menor manifestó su satisfacción al ver que la familia realiza "una buena pega" en su crianza.
Danya recalca que "es fácil criticar, juzgar y señalar, pero es difícil dar el ejemplo. Queremos darle a nuestro hijo las herramientas necesarias para que sea una persona íntegra y de bien".
Sobre el efecto que tendrá su caso, Danya dice que "este no es un caso particular. Son muchos casos. Creo que después el Tribunal de Familia va a colapsar con este tema. Las otras parejas se están dando cuenta que está resultando".
"Creo que se vienen muchos más casos", finaliza.
"El acuerdo de unión civil se crea por una índole familiar, para reconocer a parejas homosexuales. Sin embargo, es un mero trámite, porque ni siquiera sirve para el seguro de vehículo"
Danya
"Fui sola al Registro Civil. Pero me indicaron que no se podía (inscribir como la madre), que yo no podía hacer nada, porque debía ir "su familia". Alguien directo. Yo era como "nada" de L."
Paola