Expertos piden protección para las ballenas en la bahía de Mejillones
NATURALEZA. Colisiones con barcos están diezmando la población de cetáceos y se estima que por cada caso conocido hay diez que no se detectan. Definir rutas para las naves es una opción.
La bahía de Mejillones es un lugar frecuentemente visitado por distintos tipos de ballenas, mucho más que otros, porque posee condiciones particulares.
"Es muy rica en nutrientes, porque ocurre con mucha intensidad la surgencia costera, que es el afloramiento de aguas profundas, frías, y ricas en nutrientes a la superficie. Eso combinado con la acción del sol favorece la proliferación de microalgas que son la base de la cadena trófica", indica la bióloga marina Ana García, quien lleva años estudiando la bahía.
La científica explica que además es una zona de desove de la anchoveta, que es una especie clave del ecosistema de la cual se alimentan ballenas y delfines.
Pero la bahía también tiene otra característica: posee un intenso tránsito marítimo debido a su actividad industrial y portuaria. Y ambos factores combinados están entrando literalmente en "colisión".
En los últimos seis meses tres ejemplares de ballenas han aparecido muertas en las costas de Mejillones, y la principal causa sería el impacto con grandes embarcaciones.
Es por eso que expertos consideran necesario establecer diferentes medidas de protección para evitar que esta situación se siga repitiendo.
Población
El director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental de la UA, Carlos Guerra, considera que hay que tener en cuenta dos fenómenos para entender lo que está sucediendo en Mejillones: primero, que durante las últimas décadas se ha incrementado la población de ballenas, principalmente por las campañas de protección; y, segundo, el impacto que han generado en el mundo los cambios climáticos, que las hacen migrar en busca de zonas con mejor oferta alimenticia.
Esto último, piensa Guerra, se ha visto reflejado en bahía Moreno y la bahía de Mejillones.
El académico expone que la actividad portuaria también ha crecido mucho en la región, lo que conlleva más movimiento y frecuencia de barcos.
"(Las colisiones con barcos) era una situación que iba a pasar, debió haberse prevenido. Lamentablemente han tenido que morir ballenas para tomar medidas, pero aún estamos a tiempo", comenta.
Velocidad
La bióloga Ana García explica que si bien las autoridades locales, a principio de año, crearon una zona de protección que prohíbe la navegación de naves mercantes a 1,5 millas alrededor de Punta Angamos, esta medida no es suficiente.
"Se necesita regular la velocidad de navegación a menos de 10 nudos en la bahía y hacer un canal de entrada y salida para embarcaciones mercantes que evite la zona de distribución de las ballenas", añade.
Pero modificar las rutas es un largo proceso, dice la investigadora, y debe ser avalado por un estudio científico.
"Las autoridades deberían apoyar la investigación sobre el riesgo de colisión entre tráfico marítimo y ballenas, para así poder elaborar esta solicitud internacional. Deberían financiar estos estudios", dijo.
Pero ¿En qué consistiría este canal?. "Simple, debe haber una carta náutica de la bahía de Mejillones, y debe tener dos direcciones, una entrada y otra de salida, delimitadas con balizas", plantea García.
La investigadora enfatiza que este año es el que más muertes se han registrado. "Otros años han habido, pero no se ha podido hacer necropsia para confirmar la causa de muerte", argumenta.
Asimismo, menciona que los ejemplares más jóvenes están siendo los principales afectados, ya que son más inexpertos y no saben evitar a las embarcaciones. "Por lo mismo si un barco navega a una velocidad superior a 14 nudos, existe una alta probabilidad de colisión", complementa.
Subestimación
Gustavo Chiang, profesor y científico de la Universidad Andrés Bello de Santiago, sostiene que la muerte de ballenas por culpa de embarcaciones no sólo se da en Mejillones, sino que es un problema mundial.
"Se ha considerado que la mortalidad de ballenas por esta causa está subestimada, porque la mayoría de ellas no llegan a las costas, simplemente se hunden. Entonces, es una de cada 10 ballenas la que se encuentra. Por ejemplo, nosotros hemos estimado que si ahora la Ana (García) encontró una, se puede calcular que entre ocho a nueve más han sido colisionadas, pero sus cadáveres nunca llegaron a la costa", explica Chiang.
El especialista considera de que no hay medidas como tal, pero sí recomendaciones. "Existe la obligación de avisar la observación de algunos ejemplares. También la Armada tiene algunas medidas pero no son para proteger a las ballenas como tal, tienen las rutas marítimas", comenta.
A su vez, recalca que estas rutas se encuentran justo en el rango de profundidad de los 200-220 metros, que es donde están las ballenas. Por lo mismo, aconseja que "hay que evitar que las rutas pasen por ese rango o, en su defecto, que pasen la menor cantidad de tiempo por esa zona".
También, está el tema de los horarios. Dijo que a partir de un estudio sobre los perfiles de buceo de la ballena azul, "se puede determinar que durante el día están a una profundidad de 150-180 metros, pero durante la noche su alimento se encuentra más en la superficie, por lo mismo la ballena se encuentra más en la superficie. De ahí que la probabilidad de colisión con una embarcación grande aumenta durante la noche. Es importante determinar los lugares donde las ballenas pasan la mayor cantidad de tiempo para evitar que pasen estas embarcaciones", explica.
En cuanto a las medidas, Carlos Guerra, considera que es necesario reducir la movilidad y velocidad de las embarcaciones, y establecer franjas donde para los barcos que sean fiscalizadas por la autoridad competente.
A su vez, indica que ONGs y universidades deben crear un sistema de vigilancia permanente y tener la posibilidad de avisar dónde están las ballenas en determinado momento.
"No es tan descabellado, se puede ir informando en que cuadrante están. Lo mismo, sucedería con las rutas de navegación", defiende el académico.
"Se necesita regular la velocidad de navegación a menos de 10 nudos en la bahía y hacer un canal de entrada y salida para barcos mercantes".
Ana García, Cifamac
"La mortalidad de ballenas por esta causa esta subestimada, porque la mayoría de ellas no llegan a las costa, simplemente se hunden".
Gustavo Chiang, Académico U. Andrés Bello