La larga espera por la casa propia de estas familias terminó en plena pandemia
DESARROLLO. Nuevo proyecto habitacional se emplaza en el sector Altos La Chimba, lugar en el que se contempla la construcción de más de 9 mil viviendas y la instalación de diversos servicios.
"Siendo perseverante y constante se pueden lograr las cosas. No deben bajar los brazos. Uno debe luchar por lo que quiere. Yo sé que va a costar pero al final… mírenme a mí, estoy saltando en una pata". Esta semana María Tapia y su familia recibieron las llaves de su nuevo hogar, un anhelo que finalmente pudo concretar luego de casi 19 años de un largo transitar.
Hoy ya instalada en su recién inaugurada casa, ubicada en el nuevo condominio Los Nogales, el primer proyecto habitacional social entregado en el sector Altos La Chimba, esta dirigente vecinal se emociona al repasar las dificultades que enfrentó para conseguir su sueño de la casa propia y de paso dejar atrás los años que vivió como allegada o arrendando una pieza. Una realidad que viven muchas familias en la actualidad debido al déficit habitacional que se acrecienta en Antofagasta.
"Cuando recibí las llaves de mi casa, me cambió la vida en un cien por ciento. Porque ya no vamos a estar dando bote de un lado para otro. Uno tenía que andar de puntitas en la casa donde vivía de allegado. Hoy puedo decir que este es mi hogar y el de mis hijos donde voy a vivir feliz y tranquila", explicó la presidenta del comité "Nuestra Casa Soñada".
Déficit de viviendas
Según datos contenidos en el informe Déficit Habitacional Cuantitativo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), elaborado en base al Censo 2017, en la Región de Antofagasta se necesitan 13.705 viviendas nuevas. De esta cifra, 5.706 requerimientos provienen de viviendas irrecuperables, 5.652 son hogares allegados, y 2.347 son núcleos allegados con independencia económica, en condiciones de hacinamiento. Pero muy probablemente este déficit ha aumentado debido a los nuevos campamentos.
Altos la Chimba
Como María otras 125 familias también recibieron las llaves de sus nuevas casas, las que se enmarcan dentro del plan urbano habitacional de Altos La Chimba impulsado por el Minvu en la comuna, el que contempla la construcción de un total de 9.093 viviendas dividas en tres etapas y proyecta la edificación de un centro cívico con centro asistencial de salud, centro de justicia, banco y colegios para generar un proceso de desarrollo urbano integral en el sector, fundamental y prioritario para la expansión urbana de la ciudad de Antofagasta.
Los departamentos entregados esta semana cuentan con espacios como sala de estar-comedor, 3 dormitorios, un baño, cocina, logia y balcón distribuidos en 61 metros cuadrados.
Además, cuentan con equipamiento tales como locales comerciales (2), salas multiuso (1), acopio de basura (1 por block), 65 estacionamientos vehiculares y 61 bicicleteros, juegos infantiles y mobiliario (bancas, basureros, un juego infantil y un sombreadero). Sin duda condiciones que mejorarán la vida de estas familias.
Inés Guerrero es otra de las jefas de hogar que hoy cuenta con casa nueva tras acceder al subsidio habitacional a través del "Programa de Integración Social y Territorial". Fue en 2004 cuando ella junto a otras personas decidieron constituir el comité "Superación de la Mujer".
"Yo siempre viví de allegada con mi papás esperando que me saliera la casa. Tuvieron que pasar casi 17 años para que ese sueño por fin se cumpliera. Hoy estamos muy felices porque cada uno va a poder tener su propio espacio y vamos a estar mejor como familia porque en donde vivíamos éramos muchas personas", indicó Guerrero.
La también presidenta del comité agrega que la entrega de las casas llegó en el momento justo, ya que muchas familias estaban viviendo situaciones complejas por la pandemia. "Para todos nosotros fue muy emocionante recibir las llaves de nuestras casas, más ahora que estamos en pandemia porque había familias que estaban pensando irse a la playa o a un campamento porque ya no tenían como pagar arriendo".
Giromina Yáñez cuenta que por casi 20 años ella y su familia vivieron de aquí para allá, arrendando o de allegados. Una larga espera que terminó esta semana con la entrega de su nueva vivienda. "Valió la pena todo el sacrificio".
"Tener tu propia casa es la felicidad más grande porque es un lugar donde puedes estar con tu familia, donde puedes estar tranquilo, donde puedes desenvolverte mejor, que es lo que uno espera por mucho tiempo", comentó la ahora dueña de casa.