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"Amo lo que hago, amo hablar de autismo"

ANTOFAGASTINIDAD. Rommy Espinoza Césped, fonoaudióloga y directora de Fonoeduca.
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Llegó hace 13 años a Antofagasta desde la Región de Valparaíso, un mes después de titularse de fonoaudióloga. Rommy Espinoza Césped (37) sin conocer a nadie por estos lados, se vino gracias a la insistencia de un colega de la Teletón que la convenció de vivir la aventura. Dice que al principio fue difícil, pero después con los años se acostumbró a la ciudad y su gente. "Ya soy una nortina de corazón", asegura.

¿Dónde creciste y qué recuerdos guardas de tu infancia?

-Nacida y criada en Quilpué la ciudad del sol en la Quinta Región. Hija única de un matrimonio estable, de esos que duran años y que sólo la muerte los separa. Juan, mi padre que falleció hace tres años y medio, exmarino y exconcejal. Un hombre de carácter fuerte que me crió fuerte y con reglas tajantes, pagó mi estudios con esfuerzo, pero era de esos que te decía "empiezas y terminas, sino después te pagas tú". "Sal a la vida y conoce, ya te enseñamos lo que es bueno y malo, yo confío en ti, pero si fallas entonces apechugas". Mi pilar, mi orgullo, mi amigo y con quien peleaba muchas veces.

Mi madre, Alda. Dueña de casa, protectora, amiga y confidente. Luchadora y compañera hasta el día de hoy. Recuerdo una infancia alegre, de esfuerzos, de sacrificios, recuerdo viajes hacia el sur escuchando La Nueva Ola, los chistes de mi padre, recuerdo una infancia llena de amor, pero de valores y lecciones que hoy me hacen ser quien soy.

¿Dónde estudiaste y qué recuerdos guardas de esa época?

-Estudié toda mi etapa pre básica, básica y media en el liceo Juan XXIII del Belloto en Quilpué. Recuerdo una bella época, era un alumna dedicada, estudiosa, proactiva, pero nunca eso hizo que no viviera a concho mi etapa escolar con amigos, con fiestas, con travesuras.

Siempre saqué los primeros lugares, satisfacción y orgullo para mis padres, eso me sirvió mucho cuando postulé a la universidad. Estuve en la banda de guerra, fui coordinadora de pastoral, presidenta de curso, canté y bailé en los aniversarios... ufff bella época, con amigos con los que comparto hasta el día de hoy, aunque estemos lejos.

Qué te apasiona de tu profesión ?

-Ser fonoaudióloga ha sido parte de los mejores momentos de mi vida. Soy hiper trabajólica (ahí otro defecto), trabajo 12 horas diarias y a veces más, ¿pero sabes? Amo lo que hago, amo ver a mis niños avanzar, amo escuchar a sus padres y contenerlos, amo hablar de autismo, educar y concientizar porque falta tanto aún. Amo pelear por los derechos de ellos, alzar la voz, amo enseñar.

Llevo 13 años en Antofagasta y esta ciudad me ha dado hermosas oportunidades laborales, soy agradecida de este norte bello.

He sido docente y formadora enseñando no solo lo teórico sino valores y formando personas. Mi trabajo fue mi terapia, sin duda la mejor para sanar junto a todo el amor que recibí. Tantas cosas hermosas que tiene esta profesión, también algunas ingratas como todo, pero sin duda siempre es más suma que resta.

¿Quiénes han sido tu inspiración en la vida, a quiénes admiras?

-Mis padres sin duda, crecí en una familia bella y esforzada. Soy parte de la mal llamada clase media. Ellos son mis grandes formadores valóricos y por sobre todo de ellos aprendí a ser guerrera en la adversidad. Admiro también a mis formadores de la Universidad de Valparaíso de donde salí. Patricio Valdebenito, Denisse Pérez, grandes profesores que me entregaron conocimientos y valores también.

Hoy admiro profundamente a todas esas mujeres que conocí en el camino del cáncer, pucha que es difícil enfrentar esta enfermedad, admiro a las que partieron, a las que aún viven y luchando como yo contra el miedo, contra la sombra.

Admiro a todas las familias de los niños y adolescentes con autismo, porque no es fácil, porque yo lo veo como profesional, pero al no ser madre aún no puedo ni imaginar lo difícil que es. Y finalmente admiro a mi compañero, Gustavo Osses, admiro que me haya aguantado en el camino más difícil que nos tocó vivir y él es quien hoy me inspira a seguir.

¿Qué proyectos estás desarrollando actualmente?

-Bueno, soy nortina ya de corazón. Amo a esta ciudad como amo a la que me vio nacer y los planes están sin duda acá por el momento y espero por mucho tiempo. Actualmente soy directora de Fonoeduca junto a mi colega y amiga Marcela Panadés, con un equipo maravilloso que quiere aprender y que trabaja con amor.

¿En que consiste Fonoeduca?

-Fonoeduca es un centro fonoaudiológico integral que recibe diariamente a más de 30 niños y niñas con dificultades en la comunicación y lenguaje. Le ponemos lo mejor para ellos y sus familias, yo prácticamente vivo ahí. También soy fonoaudióloga de mis 67 pequeños, algunos más de 10 años conmigo. Soy animadora de "Corazón Azul Tea", un programa gratuito en Facebook que sale al aire para hablar de autismo, educar a la comunidad y contener a las familias. Programa que comparto con Krasna, mamá de una chiquita con TEA y corazón de este programa. Estamos en conversaciones para crear una fundación y así poder ayudar a más personas que lo requieren. Eso es lo que hoy hago y mañana ni idea porque trato de vivir el día a día.