En 2019, una colaboración internacional llamada Event Horizon Telescope (EHT), compuesta por más de 300 investigadores, coordinó 11 radiotelescopios en todo el mundo, para crear la primera imagen de un agujero negro, ubicado en la galaxia M87. Un monstruo de proporciones absurdas, con una masa equivalente a miles de millones de soles y el diámetro de decenas de sistemas solares. Hace dos semanas, un nuevo análisis de los datos obtenidos por el EHT reveló que la luz del disco alrededor del agujero negro está parcialmente polarizada. En la práctica, esto significa que los investigadores pueden, por primera vez, mapear el campo magnético alrededor de un agujero negro, que se muestra en la imagen de arriba.
El magnetismo absurdamente intenso es el resultado de la gran cantidad de gas caliente que circula alrededor del agujero negro. A medida que las partículas cargadas giran, refuerzan el campo magnético, que se vuelve tan intenso que no se lo lleva el gas. Este campo magnético puede ser tan fuerte que puede empujar materia que de otra manera sería tragada por el agujero negro. El resultado es el gigantesco flujo de materia y energía que se expulsa de la galaxia en un chorro relativista.
Durante la investigación, el trabajo más importante de los científicos fue filtrar los datos de luz polarizada, que representan solo una pequeña parte del total capturado. Aún quedan muchas preguntas abiertas, pero los resultados del estudio son una señal de que los campos magnéticos juegan un papel activo en el crecimiento de los agujeros negros y en la formación de chorros masivos como el observado en la galaxia M87. Las observaciones futuras ayudarán a responder preguntas abiertas y obtener imágenes cada vez más detalladas.
Guilherme Couto es astrónomo postdoc del Centro de Astronomía de la U. de Antofagasta, www.astro.uantof.cl