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Ni flores ni visitas: los testimonios sobre cómo es dar a luz en pandemia

NACIMIENTOS. Solo un acompañante que no puede salir de la habitación hasta que la madre es dada de alta y exámenes previos de covid, son parte de la "experiencia" de un parto en medio de la crisis del coronavirus.
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Alice Fuster tuvo a su hijo los primeros días de la pandemia, cuando la incertidumbre era mucho mayor a la actual.

"No sabían qué hacer con nosotras. Ni siquiera nos hicieron un PCR antes ni había protocolos muy claros. El virus era totalmente nuevo y poco y nada se sabía sobre él. Cuando supe que tenía que acudir al parto sin mi marido, me espanté. Habíamos esperado mucho por ese momento. Las últimas ecografías también tuve que hacérmelas sola, no dejaban que yo tuviera un acompañante", comenta.

Su hijo nació en una cesárea programada el 14 de abril de 2020, en medio de la primera cuarentena en Antofagasta. Ese día se levantó temprano para acudir a la clínica. Entre varias opciones, se decidió por La Portada, que en ese entonces era la única que permitía ingresar al parto con un acompañante. "Yo quería otras cosas para cuando naciera mi hijo. Ya había tenido una experiencia con mi primera hija y esto fue totalmente diferente, nunca me lo imaginé", dice.

A la sala de parto, tuvo que ingresar con mascarilla. "Recuerdo que recibí a mi bebé y me bajé la mascarilla para darle un besito. El grupo humano que me atendió se portó muy bien, porque permitió que yo pudiese tener ese tan anhelado apego con mi hijo", sostiene.

Cuando ya estaba en la habitación con su hijo, solo podía recibir una visita, la de su marido. "Estuve la mayor parte del tiempo sola, porque no dejaban que uno saliera. Además tenías que estar en todo momento con la mascarilla, realmente fue todo muy incómodo", cuenta.

Protocolos

La pandemia incluso ha modificado el acto de nacer.

Eso sí, el 2021 los protocolos son más claros. Así lo cuenta Luisa Riveros, quien tuvo a su bebé en la Clínica Antofagasta el pasado 11 de febrero. Ella tuvo que seguir todas estas instrucciones para tener a su bebé: "PCR para la madre, examen de sangre anticuerpos covid para el acompañante, debía ser solo un acompañante y debía pernoctar con la madre y el bebé, no se podía salir hasta el día del alta, y el acompañante debía vestir con todas las medidas protectoras, como pechera plástica, gorro, zapatos forrados y mascarilla", explica.

Luisa tuvo una cesárea respetada. Su bebé fue recibido con música y con un apego importante. "Mi mamá pudo cortar el cordón umbilical y tuve a mi hijo en mis brazos, en mi pecho, con sangre incluida. Fue maravilloso".

Octavio Duncan es de Mejillones y su bebé nació el 24 de junio del 2020. Su pareja tuvo un parto de urgencia con ocho meses de embarazo. "Nunca pensé que mi bebé iba a nacer en pandemia, el país tenía la primera ola fuerte y la clínica estaba saturada. De hecho, no teníamos hora-cama y tuvieron que gestionar una".

En ese entonces, Antofagasta estaba en cuarentena por lo tanto Duncan tenía prohibido salir de la pieza donde se hospedaba con su pareja. Pasaron cinco noches en esas condiciones. "Estaba sometido a la misma alimentación que ella, sopas sin sal, jalea, etc. Ni siquiera podía pedir delivery", manifiesta.

La situación generó que tuviera un mayor apego a su hijo, pues logró pasar cada noche con él y su pareja. "Es algo que quizá en otra instancia no hubiese pasado, en ese sentido lo agradezco", sostiene.

Sin visitas

Carolina Lara tuvo a su bebé el 23 de abril de 2020. A principios de febrero visitó la Clínica Antofagasta para conocer el área de maternidad porque estaba empecinada en tener a su bebé en ese lugar, debido a que es la única clínica privada que cuenta con una UCI Pediátrica. "Estábamos súper entusiasmados, pero cuando mi pareja fue a hacer los trámites para reservar la cama, le dijeron que no podía entrar al parto por el protocolo covid".

Se acercaba la fecha del parto y Carolina detalla que sentía miedo de pasar ese momento sola y a último minuto decidieron cambiarse a la Clínica La Portada. "A mis papás les dolió mucho no poder visitarnos, mi mamá estaba muy indignada, pero entendíamos lo que pasaba. Yo pensaba que mi parto iba a ser diferente, porque he ido a ver a otras amigas que han tenido guagua y tú le puedes llevar regalos y flores. Acá estaba sola, con mi pareja y mi hija", dice.

Al momento del parto, la ciudad estaba en confinamiento y con toque de queda. "Ahí nos explicaron que con el carnet de maternidad podía ir a la clínica sin necesidad de pedir un salvoconducto. Recuerdo que no había nadie en la calle, era como una película apocalíptica. Ahora mi hija cuando ve una mascarilla, sabe que es para salir", cuenta.

Otro recinto de salud que ha tenido que tomar medidas drásticas en cuarentena, es el Hospital Regional de Antofagasta. Andrea Rivera es supervisora de matrones en ese centro y asegura que han sido momentos difíciles, sobre todo para las mamás.

En fase 1 (cuarentena), la madre no puede ser acompañada por ninguna persona, ni en el parto ni en la preparación de éste. Solamente se envía fotografías a las familias y una videollamada. "Eso es muy triste y fuerte, tanto para el personal como para la mujer que está teniendo el bebé, porque es algo a lo que no estábamos acostumbrados, sobre todo en un momento tan importante como ese", manifiesta.

Desde que comenzó la pandemia, el hospital tuvo una reestructuración en toda el área obstétrica. Implementaron una entrada para recibir de forma exclusiva a sus pacientes y todas deben ingresar con un PCR negativo.

Explica que cuando una de las madres arroja positivo, es trasladada hasta otro sector, allí una matrona y un técnico se encargan de los cuidados de la paciente. Las mujeres contagiadas con covid no pueden tener ningún apego con su bebé. Cuando nace, inmediatamente es trasladado a la Unidad de Neonatología y la madre continúa con la cuarentena.

En tanto, las que dan negativo, pueden mantener el apego en una sala integral en donde están presentes dos profesionales del área. "Muchas veces ellas llegan asustadas, sobre todo en este periodo, que deben entrar solas. Para nosotros también ha sido muy fuerte y es difícil negarle la entrada a los padres, pero esto es por en un bien mayor", sostiene.

Habilitan albergue para personas en situación de calle

PROTECCIÓN. Este es el segundo recinto en su tipo en Antofagasta.
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Por cinco meses y bajo estrictas medidas sanitarias debido a la pandemia, comenzó a funcionar el nuevo albergue mixto para personas en situación de calle en Antofagasta (calle Achao 6.000), el que atenderá a 20 beneficiarios en la modalidad de 24x7.

Este es el segundo recinto en su tipo en la ciudad y se suma al albergue San José (Avenida Pedro Aguirre Cerda Nº 9479) que el próximo 26 de abril cumplirá un año de funcionamiento, presentando importantes casos de rehabilitación y reinserción con usuarios que ya están trabajando de manera formal.

A la ceremonia de inauguración del nuevo centro asistieron asistieron el intendente Rodrigo Saavedra Burgos y el seremi de Desarrollo Social y Familia, Patricio Martínez Quinzacara, quienes alentaron a los primeros residentes a redoblar sus esfuerzos para estar estos meses confinados, con la intención de que puedan abandonar la calle de manera definitiva.

El financiamiento de este recinto corresponde al Ministerio de Desarrollo Social y su ejecución está a cargo de la Fundación Tabor.

Juan Sanhueza Aguilera (63 años) es uno de los primeros residentes en llegar al lugar y admite su felicidad por este cambio. "Pasé de vivir en la calle a estar en un lugar cómodo, limpio y bonito, con personas que nos cuidan. Mi compromiso es estar todos estos meses y luego salir para ser una mejor persona", manifestó.