La familia ha sido el gran soporte de los funcionarios de la salud
SALUD. Trabajadores llevan más de un año sometidos a tremendas cargas laborales. Ven poco a sus seres queridos y muchos han recibido apoyo psicológico.
Muchos de los funcionarios de la salud han debido recurrir a apoyo psicológico ante lo fuerte que ha sido enfrentar la pandemia desde la primera línea. Turnos extenuantes de 12 horas, que cada día son más difíciles ante el aumento de casos covid en esta "segunda ola".
Se trata de una labor que les ha significado menos tiempo a su familia. Sin embargo, destacan lo gratificante que es ayudar a los pacientes.
Asimismo, comentan que si bien en un principio muchos optaron por irse a vivir a otros lugares para evitar contagiar a sus cercanos con el tiempo eso fue cambiando, pues existe mayor conocimiento de las medidas de autocuidado.
Quienes son madres sí reconocen que ha sido más difícil, pues no tienen mucho tiempo para compartir con sus hijos. En esto, el apoyo de su núcleo familiar ha sido vital.
Karen Karapas es enfermera de la nueva área de camas críticas del séptimo piso del Hospital Regional. Comenta que están redoblando los turnos, ya que hay muchas camas con ventiladores, lo que ha significado que a veces tengan que tomar más de tres pacientes pues no hay personal.
"Ha sido bien complejo esto de la pandemia, la parte emocional igual nos ha afectado harto. Yo soy profesional relativamente nueva, llevo casi cuatro años trabajando en el hospital y ha sido un impacto bien grande. Al principio, eran 2 a 3 pacientes que fallecían en los turnos", indicó.
Karapas vive con su pareja, sus dos hijos de 5 y 11 años y su madre, quien le ha ayudado bastante, pues ha sido complicado dedicarse a ellos.
"Amo mi carrera. Por algo estudié esto, me ha ayudado mucho el apoyo emocional que me han otorgado en mi casa mi familia", indicó.
Kinesióloga
Javiera Schulz es kinesióloga y trabaja en el área de pacientes con covid del Hospital Regional. Relata que inicialmente trabajaban por turnos de 24 horas y que actualmente tiene el de 12 horas.
Schulz agrega que en el hospital se creó un plan especial para atender al personal de salud, pues ha habido licencias por estrés y que si bien en su caso no lo tomado, sí ha sentido consecuencias.
"Me cuesta mucho dormir, tengo insomnio, al final tienes que recurrir a medicamentos, sino no duermes nunca. Esto me pasó ahora, es un ritmo de trabajo demasiado acelerado. Entonces, al final llegas a la casa y tienes el horario tan cambiado, que te cuesta dormir", indicó.
Schulz tiene una hija de 10 años y agradece que su grupo familiar la pueda ayudar con su cuidado. "Pero se me hace complicado porque la veo poco. Por ejemplo, cuando trabajo en la noche ella se tiene que quedar a dormir en otro lado. Es complicado porque no puedo estar con ella constantemente".
Valentina Fuentes es fonoaudióloga de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Regional. Comenta que actualmente está con turno de 12 horas y tuvo que recurrir a apoyo psicológico cuando se inició la "segunda ola".
"En el ámbito familiar ha sido súper difícil. Las visitas, por ejemplo, se empezaron a disminuir. Cuando comenzó el covid y entré a trabajar en el hospital decidí salir de mi casa porque vivía con mis abuelos, ambos población de riesgo. Y desde ese momento hasta ahora, nos hemos visto súper poco, cuando se vacunaron recién empezamos a vernos un poco más", indicó.
Mayor demanda
José Luis Carrera es dirigente de asociación gremial de enfermeras y enfermeros del Hospital Regional de Antofagasta y trabaja en la Unidad de Pacientes Críticos.
Carrera comenta que actualmente su jornada es de 12 horas, que es el llamado cuarto turno, pero que dada la apertura de nuevas camas críticas por la contingencia, muchos están haciendo turnos adicionales.
"Hemos tenido mayor demanda (…) hay mucha necesidad de profesional de la salud, que tenga el conocimiento y la preparación. No es fácil entrar a trabajar en una unidad crítica de un día para otro, hay todo un proceso de conocimiento tanto técnico como teórico, de funcionamiento de los equipos, de normas", indicó.
Carrera agrega que al principio de la pandemia existía mucho miedo y evitaba el contacto con sus hijos o esposa. Pero con el transcurso del tiempo pudieron darse cuenta de cuáles eran las medidas efectivas y que el riesgo de contagio no está dentro de los hospitales sino que en la comunidad: en una reunión social, un cumpleaños, licenciatura, en la calle, agregando que toman todas las medidas de autocuidado.
Samu
Carlos Viveros es conductor de ambulancia y el presidente de la asociación de funcionarios SAMU de la segunda región. Señala que el personal está "colapsado" y que varios han estado con licencia médica.
En su caso, comenta que desde aproximadamente seis meses se atiende con un psicólogo, pues sentía que estaba muy "irritable", agregando que le ha hecho muy bien.
Viveros vive junto a su padre de 84 años. Por eso, extrema las medidas de autocuidado para evitar contagio.
El dirigente gremial observa que aun existe poca conciencia de las personas respecto al covid, lo que asocia a que posiblemente no han tenido un caso cercano, agregando que muchos de sus colegas que acuden a las emergencias han ido a casas donde toda la familia está contagiada.
"Hay muchas emergencias. Hacen falta ambulancias, en Antofagasta hay cuatro (...) hay llamados a cada momento y muchos quedan en espera de 4 a 6 horas", indicó.