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Violencia política

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Esta semana la academia europea y anglosajona estuvo teñida de webinars sobre violencia política, mirada desde los dos lados de la moneda: actores estatales y no-estatales. Este concepto no distingue entre pueblos o gobiernos, ya que la podemos ver en la guerrilla urbana, o en migraciones forzosas, desplazamientos internos y refugiados/as (El Mercurio de Antofagasta, 21/02/2020). La Dra. Lambrini Rori de la Universidad de Exeter (Inglaterra) investiga sobre el aumento de la violencia política en Grecia desde los grupos de extrema derecha e izquierda en tiempos de crisis; y un grupo de académicos de Chile (Lucía Dammert) y Estados Unidos (Gustavo Flores-Macías, Yanilda María González y Vesla Mae Weaver) abordan el fenómeno denominado 'policía racializada', es decir, el ejercicio de la violencia policial en América Latina, pero con los mismos parámetros que intersectan raza y actoridad policial como lo visto en Norteamérica a raíz del asesinato de George Floyd.

La violencia política institucionalizada es ampliamente ejercida, sobre todo en 'Estados Tóxicos' o 'Naciones Narcistas' y en sociedades carentes de modelos democráticos genuinos. La literatura más actualizada habla de la utilización de mecanismos de gobernanza política en tiempos de crisis (la pandemia del Covid-19) como 'estados de excepción', toques de queda y restricciones varias para llevar a cabo gobiernos autoritarios como lo ocurrido en Hungría, República Checa, Polonia, Venezuela, Brasil y más actualmente Myanmar.

En Argentina, los procesos de transición a la democracia en 1983 no lograron reformar ampliamente las instituciones policiales sobre la base de principios democráticos como sí ocurrió con la milicia. Al igual que el país trasandino, Brasil llevó a cabo reformas militares importantes desde una democracia relativamente consistente, pero esto no permeó a las fuerzas policiales. En Colombia, la reforma a la Policía Nacional no fue muy entusiasta, pese a que se planteó un modelo de estructuras y prácticas coercitivas autoritarias para enfrentar a la guerrilla y el narcotráfico, pero ganó la capacidad institucional débil y la ineficiencia en la lucha contra el crimen organizado.

En Chile, la violencia política es desarrollada de manera más bien solapada, pues la violación a los derechos humanos en términos de violencia de género y otras prácticas de abuso de poder por parte de lo que Loius Althusser (1970) llama 'aparatos represores' del Estado, constituye una práctica sistematizada, y el constructo de raza es extendido hacia etnicidad e ingresos económicos. Yanilda María González en su libro Policía Autoritaria en Democracia (2020) señala que el paradigma militarizado de las fuerzas policiales, mal llamado 'mano dura', criminaliza la pobreza, tal como en su oportunidad la hermana Nelly León dijera al Papa Francisco en su visita a la Cárcel de Mujeres que en este país se encarcela la pobreza (Fundación Mujer Levántate). La agenda de seguridad nacional que ha ido desarrollando el gobierno post-estallido social ha servido, además, de sustento para reproducir una violencia estatal

Tomando en cuenta el Institucionalismo de la Teoría Política, la arquitectura institucional de Carabineros es un complejo entramado de atribuciones con diversos grados de autonomía. Los grados de libertad se manifiestan en "una serie de normas reglamentarias que rigen la institución, a veces sin siquiera tener que contar con la firma del ministro del cual dependen jerárquicamente" (Ciper Chile, 30/01/2020); a esto, Yanilda María González le llama 'enclaves autoritarios' en estados democráticos. Un ejemplo que quedó en evidencia durante el estallido social fue el famoso 'protocolo', que regula el uso de la fuerza por parte de uniformados, pensando en que sólo es un protocolo y no una ley ni un reglamento que de lineamientos y sancione los abusos excesivos de poder y violencia. Vemos a una policía desgastada, retrógrada, con pocas capacidades profesionales y con una cultura impregnada de violencia y corrupción según los dichos del ex-carabinero Miguel Toledo (Pauta Libre, 21/02/2021). Nos queda la sensación de que Carabineros representa al hijo menor que se le dio todo y su comportamiento de adulto quedó infantilizado en las prácticas de antaño.

Hoy más que nunca la locución latina del poeta romano Juvenal "quien nos cuidará de quien nos cuida" (< >) nos hace sentido al analizar la profunda crisis de la institución de Carabineros de Chile, la cual es definida ya como un problema de Seguridad Nacional, dado que "la mitad o más de los problemas de mayor complejidad de la agenda política nacional tienen su origen o están relacionados con su policía" (El Mostrador, 08/10/2020).

Óscar Clavería sería candidato a la corte suprema

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El conocido ministro de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, Oscar Clavería, fue nombrado esta semana en una nota del diario La Segunda como uno de los probables candidatos internos del Poder Judicial a integrar la Corte Suprema. Hay dos cupos para miembros del poder judicial a la Suprema este año. En el proceso la Suprema debe formar una quina (que aun no es definida) y de ahí es el Presidente quien elige un nombre que debe ser ratificado por el Senado. Clavería ha participado de varios fallos de alta connotación publica, como por ejemplo el que ordenaba a una afp entregarle sus fondos a un profesora jubilada.

OFF THE RECORD

Ministro

El embarque de oxígeno para perú que no era donación

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Aunque se había difundido tanto a través de medios peruanos como chilenos que Chile había donado un importante cargamento de oxígeno medicinal para ayudar en la crisis por la que pasa la red de salud del vecino país, desde el Ministerio de Salud aclararon esta semana que el ministerio chileno en realidad no realizó una donación, sino más bien ayudó en la gestión para que su par peruano adquiriera 960 toneladas de oxígeno a una empresa con centro de distribución en Antofagasta (Air Liquide). Los primeros cargamentos empezaron a salir esta semana por vía terrestre hasta Tacna. Perú importará 40 toneladas semanales, a lo que se suma aportes de privados desde Chile.