"Quiero dejar huella"
ANTOFAGASTINIDAD. Vilma Magnata Abarzúa, ingeniera en metalurgia extrativa y empresaria.
Vilma Magnata Abarzúa lleva años haciendo camino en un rubro hasta hace no tanto tiempo, reservado para hombres, como es la minería. No ha sido fácil -claro- pero los logros hablan de una carrera exitosa.
Esta mujer, de 55 años, nacida y criada en Calama, es ingeniera en Metalurgia Extractiva de la UCN, Máster en Gestión Educacional de la Universidad Andrés Bello, y gerenta de I&M, la empresa que creó para prestar servicios de innovación operacional a la minería.
"Cuando entré a la universidad sabía exactamente que quería estudiar algo relacionado con minería. Mi padre trabajó en Chuquicamata y su ejemplo siempre me motivó" , recuerda ahora Vilma.
¿Después de más de una década vinculada a la minería y la innovación, qué balance hace de esta elección profesional?
- No sólo es una década, es una vida de trabajo en minería. En mi inicio profesional como Ingeniera en Metalurgia Extractiva no existía la cultura de inclusión de la mujer que existe hoy en minería, y abrirse camino y desarrollar una carrera era casi imposible. Luego de 30 años, miro atrás y me enorgullece haber tenido la sensibilidad y la inteligencia para reinventarme en el momento oportuno.
Trabajé en faena durante 13 años, luego transité por el mundo de la educación en varias universidades y centros de formación técnica y finalmente aterricé mis sueños en un emprendimiento que ha ido transformándose poco a poco y con mucho esfuerzo en una empresa exitosa: I&M Ingeniería.
¿Qué ha sido lo más difícil en estos años de trabajo?
- Superar el término del súper ciclo del cobre en 2017. El brusco descenso del precio de la libra de cobre, hizo que el mercado minero se contrajera. Por esos días sorpresivamente nos vimos con nuestros contratos cesados y el impacto fue tan grande que I&M casi desaparece del mercado.
Fue reconocida como Mujer Destacada por su aporte a la innovación regional ¿qué significó eso para usted?
- En su momento el premio significó mucho. Acababa de asumir el desafío de poner en marcha y liderar el área de Innovación en I&M. El éxito obtenido en pocos meses nos hizo posicionarnos rápidamente en el ecosistema de innovación regional y lograr este importante reconocimiento, que fue un tremendo impulso para continuar con nuestro trabajo.
¿Cómo se definiría a sí misma?
- Creo que mi principal virtud es la perseverancia. Luego podría señalar mi capacidad de razonar y contextualizar las situaciones para tomar decisiones, y la más importante para mí, el gusto que me produce trabajar en equipos multidisciplinarios y adaptarme a las diferentes personas para sacar lo mejor del equipo.
¿Quiénes han sido las principales influencias en su vida?
- Primero, sin duda mi padre. Parece raro, pero siempre cuando era el Día de la Madre, yo abrazaba a papá y le daba las gracias por estar siempre presente. Él apoyó todos mis sueños y creo que no habría llegado donde estoy sin sus consejos, su guía y su modelo.
Luego el amor de mi vida, Raúl, que me apoya en el desarrollo de mi carrera y me apaña en todo lo que se me ocurre hacer, él es mi brújula y mi consejero. Y mi pequeña familia, hermanos y sobrinos que son mi refugio y fortaleza.
¿Qué lecciones o aprendizajes ha sacado durante la pandemia?
- Uff, lo frágiles que somos, y lo importante que son los afectos, el cariño y la presencia de todos aquellos que significan algo importante en nuestra vida. Y volver a valorar lo esencial, lo invisible a los ojos.
¿Qué cree que le falta a Chile para ser un mejor país?
- Creo sin duda que le falta la mirada femenina, humana, nutricia, empática y amorosa que las mujeres le damos a la vida. "El matriarcado", para probar otros valores, que no signifiquen tanta competencia, tanta ambición y tanta violencia. Poner otros valores de moda, miremos el ejemplo de Jacinda Arden, Primera Ministra de Nueva Zelanda; o Angela Merkel, la Canciller Alemana.
¿Cuál es su lugar favorito?
- Siempre el paseo costero y un lugar junto a la playa. Creo que nunca podré vivir en una ciudad sin mar.
¿Cuáles son sus metas en la vida, dónde aspira llegar?
- Quiero dejar huella: Primero aspiro a que todas las "locuras" que se nos ocurren y que generan nuestras innovaciones tecnológicas, y que llevan la marca I&M, lleguen a la industria y sean un aporte a la minería circular y a la protección de nuestro planeta.
Luego sueño con apoyar a una niña o a una adolescente a proyectar su futuro profesional y ser su inspiración. Trabajaré este año como voluntaria en el Consorcio HEUMA de la UA y la UCN a través del Proyecto LIDCAU para que más niñas y adolescentes se interesen por la ingeniería. Hoy más que nunca es importante transmitirles a las niñas y adolescentes que pueden soñar con la profesión que cada una elija.
Y también quiero apoyar con mis conocimientos a quienes están empezando a emprender, ayudando a mujeres a salir adelante. Siempre digo mañana, pero este año llegó ese momento. Y lo haré, sobre todo en estos momentos de pandemia. Más allá no miro, siempre he sido tan inquieta que no sé qué estaré haciendo en 5 o 10 años. Tal vez estaré reinventándome una vez más.