Imponen ley marcial en Myanmar por huelga general
GOLPE DE ESTADO. La junta militar impuso la medida, que incluye toque de queda y prohibición de discursos públicos.
Agencias
La junta militar de Myanmar (exBirmania) impuso la ley marcial en varias ciudades en respuesta a las manifestaciones que por tercer día consecutivo inundaron las calles del país para protestar contra el golpe de Estado de hace una semana.
Después de que el país quedó prácticamente paralizado por una huelga general de trabajadores y protestas masivas, los militares declararon la ley marcial ayer en al menos seis localidades, en las que se impuso toque de queda, se prohibieron reuniones de más de cinco personas y discursos públicos.
La medida, que afecta a varios distritos de Rangún, la mayor ciudad y centro económico del país, entró en vigor también en Mandalay, Monywa, Loikaw, Hpsaung y Myaungmya. El anuncio llegó después de que los militares, a través del canal de televisión estatal MRTV, amenazaron con tomar acciones contra los manifestantes y los acusaran de dañar la estabilidad del país, la seguridad y el Estado de derecho.
Los medios estatales o próximos al Ejército habían evitado cualquier noticia sobre las movilizaciones pacíficas contra los uniformados y el anuncio hace temer una escalada represiva.
General justifica golpe
En su primer discurso a la nación desde que asumió el poder liderando una junta militar, el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, pidió ayer a los birmanos que permanezcan "unidos como país" y que se fijen "en los hechos y no en las emociones".
El general que lideró el golpe, en su intervención televisada, justificó el levantamiento militar, que calificó de "inevitable", por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre pasado.
Aseguró que, aunque "los anteriores comicios de 2010 y 2015 fueron justos y libres", los del año pasado "estuvieron repletos de irregularidades" y afirmó que una prueba de ello fue la alta participación registrada a pesar de la pandemia.
Protestas masivas
En la capital, Naipydó, donde miles de personas se concentraron en la zona de los ministerios, la policía utilizó cañones de agua contra los manifestantes durante al menos 30 minutos con el objetivo de disolver las protestas.
Desde que comenzaron las protestas masivas el fin de semana, las fuerzas de seguridad no habían reprimido a los manifestantes que, por su parte, han evitado en todo momento la confrontación con la policía.
Myanmar está viviendo multitudinarias manifestaciones no vistas en más de un década a pesar de que las autoridades bloquearon redes sociales como Facebook y Twitter e incluso cortaron internet durante 24 horas y las líneas de teléfono temporalmente durante el fin de semana.
El movimiento de desobediencia civil fue iniciado por el personal sanitario y se extendió por todo el país desde que el 1 de febrero el Ejército ejecutó un golpe de Estado y detuvo a parte del Gobierno electo, incluida a la controvertida líder de facto y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
Huelga de trabajadores
Ayer estaba convocada una huelga de trabajadores que tuvo gran participación en Rangún y que paralizó prácticamente la antigua capital mientras decenas miles de personas se concentraron en el casco histórico.
La huelga también se pudo notar en algunos ministerios, como el de Asuntos Exteriores, donde funcionarios y cargos medios empezaron a unirse al movimiento civil. En las manifestaciones, que durante el fin de semana estuvieron protagonizadas principalmente por gente joven, se pudieron ver ayer a trabajadores de todos sectores, incluidos bomberos y maestros uniformados, personal sanitario e incluso pancartas de las minorías étnicas del país.
Desde el golpe, al menos 163 personas han sido detenidas, dos de ellas sentenciadas a dos años de cárcel por delitos que no han sido precisados, mientras Suu Kyi está bajo arresto domiciliario.
LLamado a la comunidad internacional
La Liga Nacional para la Democracia (LND), partido liderado por Suu Kyi, pidió a la comunidad internacional que solo reconozca como legítimo al Gobierno electo y se abstenga de cualquier "comunicación" con la junta militar. La formación afirmó que los militares se apropiaron de la soberanía nacional sin la "mínima legalidad" y solicitó a los gobiernos que presionen para conseguir la liberación de políticos y activistas detenidos. Por su parte, el Gobierno de Australia pidió la liberación del nacional Sean Turnell, asesor de Suu Kyi que fue detenido.
"Aunque los comicios anteriores de 2010 y 2015 fueron justos y libres, los del año pasado estuvieron repletos de irregularidades".
Min Aung Hlaing, Jefe de las Fuerzas Armadas