Historiografía y telegramas de la masacre de la Plaza Colón del 6 de febrero de 1906
José Antonio González Pizarro , Académico e historiador UCN
Si se analizan las fuentes históricas sobre los sucesos luctuosos de la huelga de los operarios de la empresa de ferrocarriles de Antofagasta, ocurridos los días 6 y 7 de febrero de 1906, se pueden indicar los aportes de Floreal Recabarren Rojas, en 1954, en su Memoria de Prueba para optar ser Profesor de Estado por la Universidad de Chile, Historia del Proletariado de Tarapacá y Antofagasta (1884-1913) que, empleó diversas fuentes periodísticas, ampliando las señas que Andrés Sabella dio a conocer en su novela Norte Grande de 1944, en base a testimonios orales y prensa. En 1959, un testigo de la huelga, Alejandro Escobar y Carvallo, referente del anarquismo criollo, difundió sus "Memorias", que se reprodujeron en el año 2005. Manuel Durán Díaz, en 1971, en Una plaza para la muerte, radioteatro, recogió la tradición oral del episodio, entre otros, el que mi padre le entregó de mi abuelo Anaxágoras González D' Aguiar, testigo de la masacre. Posteriormente, en 1985, publicamos Luis Silva Lezaeta y la huelga de 1906 en Antofagasta. Hacia un estudio sobre la Iglesia y los conflictos sociales, dando a publicidad la declaración judicial del Vicario de Antofagasta, Luis Silva Lezaeta, ante la Corte de Apelaciones de Tacna, el testimonio de Néstor del Fierro-Intendente de Antofagasta en el gobierno de Jorge Alessandri- y los relatos de la prensa de Antofagasta y de Santiago. El año 1990 Harold Blakemore publicó en Inglaterra Historia del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia 1888-1988, empleando parcialmente un par de comunicaciones de Mr.Usher, Gerente General de la empresa al Foreign Office, en febrero de 1906. Otro documento inglés relevante fue utilizado por Leonardo León en el 2007, bajo el título de La huelga de ferrocarriles de Antofagasta 1906.Informe de George Underdown. Con ocasión del centenario de la masacre de la Escuela Santa María, cuya jornada se realizó en Iquique en el año 2007, siendo recogida en el libro A Cien años de la masacre de Santa María de Iquique, editado por Pablo Artaza Barrios, Sergio González Miranda y Susana Jiles Castillo, en el 2009, vieron luz el trabajo de Javier Mercado ¿Antofagasta dormida? El movimiento social antofagastino frente a la huelga grande de Tarapacá. Diciembre de 1907, donde aprovechó de dar a conocer el informe del Intendente de Antofagasta de 8 de marzo de 1906 y el informe de Usher al FF.OO, de 28 de febrero de 1906, facilitado por el historiador Leonardo León, revisar la prensa antofagastina, ampliando las noticias de la Mancomunal Obrera en la ciudad; y el del infrascrito La huelga/masacre de la Plaza Colón: 6 de febrero de 1906 en Antofagasta. Las lecciones para la historia, ocasión que permitió ampliar las fuentes documentales y hemerográficas.
Si el cuestionamiento al estado oligárquico por su carácter represivo de las expresiones populares en cuanto a la relación capital/ trabajo, jalonan el periodo parlamentario en Chile de huelgas y masacres en el lapso de 1891 a 1924, nuevos documentos refrendan esa distancia que hubo respecto de los movimientos sociales. La mentada abstención o neutralidad en las disputas entre los empresarios / industriales y los obreros, donde el estado para asegurar el orden social y laboral y el respeto a la autoridad política, no trepidó en varias ocasiones en dar la "razón" a las argumentaciones de las empresas, no insistiendo-cuando se le solicitaba- en los medios de la mediación y menos en la negociación, acudiendo al instrumento regular, de la represión.
En este contexto, vinculado con la huelga/masacre de la plaza Colón, deseamos contribuir con un puñado de telegramas, inéditos, proveniente del Archivo Nacional, Fondo Ministerio del Interior, volumen 3175.
Nos dan respuesta a diversas interrogantes, como ser, por qué estaba el crucero "Blanco Encalada" en Taltal, al que se impartió órdenes de trasladarse hacia Antofagasta, cuya infantería estuvo presente en la plaza Colón, el fatídico 6 de febrero?
La respuesta guarda relación con dos hechos. Una, la huelga general de Tocopilla, del 23 de septiembre de 1904, que involucró a las oficinas salitreras del Toco, cuyo dueño era el industrial alemán H.B.Sloman. De acuerdo a lo examinado por Floreal Recabarren en 1954, la huelga fue sofocada por el general Silva Renard, que decretó estado de sitio y "los soldados atacaron a los huelguistas que desfilaban con un estandarte por la pampa y dejaron varios muertos y heridos" (p.264). Dos, el día 2 de enero de 1906, Miguel Cruchaga Tocornal, ministro de Interior del gobierno de Germán Riesco, desde octubre de 1905, telegrafió al gobernador de Taltal la llegada del ministro alemán a visitar algunas salitreras. Los alemanes Folsch y Martin eran los principales industriales del cantón de Taltal. Había que evitar los "bochornosos" sucesos de Tocopilla que para el gobierno mellaban la autoridad y la imagen nacional ante los diplomáticos extranjeros. Para eso estaba el "Blanco Encalada" en Taltal.
Sobrevenida la huelga de Antofagasta y viéndose su escalada, el día 5 de febrero el gobierno dispuso que el "Blanco Encalada" se traslade desde Taltal a la capital provincial.
Sobrevenida la masacre el día 6 de febrero, y los acontecimientos del día 7 de febrero, con el incendio de varios inmuebles de calle Angamos (Matta actualmente) con Prat, entre otros, la tienda "La Chupaya" cuyo edificio se levantó ese año, y la destrucción del periódico decano de Antofagasta "El Industrial", con el asesinato de Ricardo Rogers, por la multitud que fue a procurarse información de sus deudos, y la muerte de tres personas por la policía, el gobierno se contactó con el Intendente.
El día 8 de febrero, Cruchaga le remite dos telegramas al Intendente Santelices. En el primero le indica:
"Sin noticias de Ud. Todo el día. Rumores de incendios en esa. Vigile especialmente estanques de agua potable, propiedades extranjeras, ferrocarriles, casas comerciales. Indique número preciso tropas guarnición. Guardia de Orden merece felicitaciones del Gobierno. Sírvase transmitirla. Por atraso de vapor gendarmes van domingo".
Su contenido merece dos observaciones. En el derecho internacional público, la doctrina de Carlos Calvo, el jurista argentino que, en la década de 1860, sostuvo que en convulsiones internas los estados no era responsable de los daños a personas y bienes extranjeros y, por consiguiente, no debían indemnizar. Empero, en la doctrina europea, prevalecía el criterio de Vattel, que sostenía que cualquier afrenta a súbditos y bienes de otra potencia debía ser compensada e incluso era motivo de guerra. De ahí, la preocupación del gobierno en esta materia. La segunda, apunta que, en la denominada "semana roja" de la huelga de la carne de Santiago, 22-23 de octubre de 1905, que se extendió hasta el día 27, la Quinta Compañía de Bomberos se le proporcionó armas para formar la "Guardia de Orden". En Antofagasta, comerciantes nacionales y extranjeros, y bomberos de la Bomba ferrocarril, fueron apertrechados por el Intendente de fusiles del regimiento Esmeralda. La masacre se originó de un disparo de la guardia blanca, desde el Club La Unión, colindante en calle San Martín del templo Vicarial.
En el segundo telegrama.
"Por vapor Tucapel que pasa mañana viernes por Caldera embarcarán cincuenta hombres infantería del O'Higgins. Lunes irán setenta gendarmes montados…Por haber poca tropa de caballería en Iquique no es posible mandarle granaderos como Ud. Ha pedido. Puede enviar tropa infantería interior y hacer bajar granaderos".
El día 9 de febrero, el ministro del Interior le comunica que el próximo lunes llegarían "setenta gendarmes con sus caballos y tres oficiales".
El episodio más cruento de la vida urbana de Antofagasta que afectó a toda la sociedad, ha sido rescatado desde el imaginario social para ser señalado con una estela próxima al Reloj de los ingleses, erigido en 1910.