Alcaldes por migrantes: "Vienen muchos niños, pero no hay recursos para acogerlos"
ÉXODO. Ediles de la región piden que desde el nivel central se planifique una solución a la crisis migratoria. Comunas pequeñas han debido habilitar albergues.
Para Ollagüe, comuna de 310 habitantes, la llegada de 16 inmigrantes fue una situación compleja de resolver. Según cuenta su alcalde (s), Jorge Berríos, debieron disponer la sede social para que pudieran pasar la noche. Era el único lugar que podían habilitar para recibirlos. "Venían niños", recuerda. Ollagüe está a 3.660 metros de altura. Finalmente fueron trasladados a Calama por la Gobernación.
"No tenemos las condiciones necesarias para que ellos estuvieran acá hasta regularizar su documentación", dice el jefe comunal subrogante, y añade que "como comuna vemos con preocupación el tema".
Berríos recalca que si se refuerzan las otras fronteras por donde están entrando los migrantes -como Colchane, en la Región de Tarapacá-, los inmigrantes podrían intentar entrar por Ollagüe, que es una ruta mucho más peligrosa para ellos.
"No tenemos donde alojar gente que venga y darle algún tipo de alimentación por mientras están acá. Es bastante complejo para nosotros realizar algún tipo de acción en beneficio de los inmigrantes. Llamamos al intendente y al Gobierno que tome medidas de prevención", dice.
Preocupación
La crisis de migración masiva que se vive en el Norte de Chile ha ido en aumento. Colchane, en la región de Tarapacá, es la comuna más afectada por el arribo de extranjeros que buscan mejores oportunidades de vida y que en su mayoría vienen de Venezuela.
Sin embargo, en la Región de Antofagasta también se ven efectos de esta "caravana migrante" sudamericana, debido a que es una zona de paso obligado para llegar hacia el sur de Chile, el cual es el objetivo principal de los migrantes, principalmente la Región Metropolitana.
Es el caso de Tocopilla, que está en la frontera con Tarapacá, otra de las ciudades más afectadas por este problema humanitario. El alcalde del puerto salitrero, Luis Moyano, dice que las familias llegan a su comuna buscando alternativas para seguir viajando. Por ello, se instalan en cualquier parte de la ciudad para poder dormir, algo que se repite en comunas como Calama y Antofagasta, lo que está generando problemas sanitarios.
Moyano enfatiza que "la medida que debe tomar el Gobierno es buscar financiamiento para disponer buses y trasladarlos a su destino. Debe haber un plan especial para ayudar a esta gente, porque hay niños chicos. Hay un alto número de bebés".
En tanto, el alcalde de Calama, Daniel Agusto, enfatiza que "es inaceptable lo que está pasando en la región. Nos complica por los pasos fronterizos de Ollagüe. En la zona tenemos un ingreso promedio de 150 personas por día. Esto ha hecho que nuestra comuna tenga en su máxima capacidad las residencias sanitarias".
El edil loíno asegura que solo el miércoles llegaron 40 extranjeros de nacionalidad venezolana. "10 eran positivos (por covid)", afirma Agusto.
"Hacemos un llamado desde todos los alcaldes de la región que haya una reacción por parte del Gobierno para que se resguarde de mejor manera la frontera e impida el paso a estos extranjeros que entran de manera ilegal".
Su par de Antofagasta, Wilson Díaz, recalca que "tenemos un problema que no es menor: Perú y Bolivia se han transformado en un trampolín. Toda la migración pasa por allá. Esto no solo tiene que ver con lo inmigrantes, sino que también con los países vecinos".
"Esas personas que cruzan el Norte, vienen mujeres y niños. Y no es culpa de ellos, porque buscan la mejor alternativa para tener un bienestar", opina Díaz, y recalca que los municipios deberían ayudar a los inmigrantes. "Son seres humanos".
Caso de María Elena
En menos de dos semanas en María Elena se vieron en un momento con aproximadamente 300 inmigrantes en el albergue dispuesto en la Escuela D-133 de la comuna. Su edil Omar Norambuena comenta que se habilitó el lugar debido a que "estas personas iban a pasar sí o sí por acá. No hay más. Estamos en pleno desierto y por lo tanto si viene gente caminando, verán que hay un pueblo y se acercarán igual". "Allí organizamos en hospedaje para pernoctar. Entonces les entregamos, por lo menos, un pasar un poco más digno", argumenta el alcalde.
Norambuena explica que, para mantener el orden en la comuna, los inmigrantes no podían salir. Luego fueron llevados a las residencias sanitarias de Calama o Antofagasta para realizar la cuarentena. El miércoles partió el último grupo de 108 extranjeros. Aunque ahora no hay, el alcalde sabe que en cualquier momento podría aparecer un nuevo grupo.