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Permiso para hacer deportes

La actividad física tiene un positivo efecto en la salud de las personas. Por ende, es importante facilitarla y promoverla, bajo las condiciones adecuadas. Permitir que las personas realicen deportes en espacios abiertos a primera hora de la mañana parece una buena decisión, pues se contribuye a la salud en un ambiente de baja exposición a contagios.
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Existe bastante consenso en que los largos confinamientos tienen efectos negativos en la salud mental y física de las personas, elevando el riesgo desarrollar o agravar peligrosas patologías en ambas áreas. Así, ya se advierte que tras la pandemia, o de manera simultánea a ella, es necesario preocuparse de un posible aumento de los cuadros depresivos y de estrés, como también de un alza de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras, debido a las largas cuarentenas que durante meses han afectado a gran parte de la población nacional.

Por eso parece una buena decisión la creación de una franja horaria para que las personas que habitan ciudades en fase 1 (cuarentena) y 2 (transición) puedan practicar deportes y actividad física al aire libre y de manera individual, todos los días de la semana.

La medida es una de las últimas innovaciones que se introdujeron al plan Paso a Paso, y rige de las 7 a las 8.30 horas, sin necesidad de pedir permisos.

Desde su entrada en vigencia, muchas personas han comenzado a ocupar los espacios públicos para realizar actividades en ambientes que no los exponen mayormente al peligro.

Debe precisarse que estas actividades la mayoría de las veces se realizan en parques, sectores costeros o avenidas amplias, lo que evita la proximidad física con otras personas. Por lo demás, al ser una licencia que rige a primera hora de la mañana, no interfiere con otras funciones esenciales en las ciudades.

La actividad física y el deporte son herramientas claves para la salud integral de las personas.

En lo físico, mejora la salud del corazón, reduce el riesgo de diabetes, previene la obesidad, fortalece huesos, articulaciones y músculos; y existen estudios que apuntan a su relevancia para reducir el riesgo de desarrollar ciertos cánceres. A nivel mental, mitiga el estrés, la ansiedad y la depresión, eleva la autoestima y estimula la producción de sustancias que influyen directamente en la sensación de bienestar.

Es claro que bien empleado, y si la autoridad ejerce el necesario control, la franja es una medida que contribuirá a evitar males mayores y acercará a muchas personas a una vida más sana.

La tierra prometida

"Existe amplio espacio y extensiones, en sentido literal, para mejorar la disponibilidad y valor accesible del territorio". Luis Bastías, Abogado
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El relato bíblico nos describe la peregrinación del pueblo elegido hacia las tierras de Canaán. Por su parte, el relato histórico nos habla de la prodigiosa travesía de los primeros hombres desde el continente africano hacia las demás latitudes del globo. Todo ello bajo el común denominador de búsqueda de la tierra prometida. Nuestras soleadas tierras nortinas y del Atacama no fueron la excepción, primero con los pueblos originarios changos, atacameños, diaguitas y otros, para concluir con los recientes exploradores europeos o criollos. La tierra prometida nortina se presentaba como basta, agreste, bañadas por el pacífico y flanqueada por el macizo andino.

Desde el punto de vista de la teoría económica, el valor o precio de un bien, en sentido económico, se encuentra determinado, entre otras variables relevantes, por su disponibilidad, o escasez, y por su aptitud de uso, goce y explotación. Dada la basta extensión de nuestro territorio regional (uno de los más grandes del país) y la aptitud de sus tierras para ser usadas y explotadas, a priori, uno podría pensar que el valor de aquellas no debería resultar significativo o relevante, en términos relativos.

Pero la realidad regional nos demuestra otra cosa, ya que el valor de la tierra, generalmente llamada propiedades o inmueble, resulta significativa, incluso aplicando parámetros internacionales. Lo dicho resulta contradictorio, ya que en nuestro territorio no existe problema de escasez o alta densidad poblacional, como sí ocurre en otras latitudes u localizaciones con precios equivalentes (a lo menos en términos relativos).

Obviamente, la pregunta que surge a continuación se refiere a la(s) causa(s) de tal plusvalía del territorio. Ante ello, surgen dos elementos que, prima facie, pueden estimarse relevantes para el análisis. En primer término, aquella que nos indica que el fisco, esto es, la expresión patrimonial del Estado, es dueño de aproximadamente el 76% del territorio que conforma nuestra región. Aquello es una realidad diametralmente distinta o lo existente en la zona centro sur de nuestro país. La segunda circunstancia dice relación con aquellos instrumentos de planificación territorial decretados por organismos del Estado, y que en definitiva limitan, normativamente, la disponibilidad del recurso territorio.

Así entonces, la disponibilidad y valor económico de parte significativa del territorio regional depende, directamente, de los actos de administración y disposición del Estado. De forma manifiesta, existe un fallo en el quehacer público, ya que sus actos, u omisiones, impactan y/o limitan la disponibilidad del territorio para el desarrollo y bienestar regional. Entre tanto, conlleva una deficiente administración y gestión de tales activos, ya que en el estado actual de cosas, los mismos no reportan beneficio alguno al erario y bienestar nacional.

A continuación, revisados los últimos procesos de licitación de la propiedad fiscal regional, podemos observar que ellos sólo se encuentran focalizados en áreas territoriales determinadas, orientados hacia fines específicos (generalmente proyectos de energías renovables) y, generalmente, en base a grandes extensiones (hectáreas), lo cual los hace accesible sólo a los grandes operadores, esto es, los grandes players del mercado.

Así entonces, a nivel regional, existe amplio espacio y extensiones, en sentido literal, para mejorar la disponibilidad y valor accesible del territorio, conllevando ello un mejoramiento en la calidad de vida de sus habitantes y real acceso a la tierra prometida.

El teletrabajo llegó para quedarse

"El principal legado de esta pandemia en el ámbito laboral es la flexibilidad y adaptación al cambio". Nicolás Compte, Gerente de Personas en Adexus
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La pandemia ha puesto en la mesa un difícil escenario en el ámbito personal, sanitario y económico. El encierro e incertidumbre han marcado el día a día de miles de personas que deben adaptarse a nuevas formas de trabajo. El uso de la tecnología ha acelerado de manera exponencial la digitalización de las empresas que han tenido que cambiar sus métodos para enfrentar esta nueva realidad.

En abril de 2020, un estudio de la Asociación Chilena de Seguridad, revelaba que el 95,3% de las empresas a nivel nacional tenían trabajadores en modalidad de teletrabajo, sin grandes diferencias en los rubros, tamaños o región geográfica donde se ubica de la empresa. Ya en septiembre, el proceso de adaptación y tecnologización iba tan rápido, que el 75% de las empresas señaló que mantendría alguna forma de teletrabajo de manera permanente, según cifras de una consultora de Recursos Humanos.

Este nuevo escenario supone mantener el ritmo de trabajo y colaboradores satisfechos desde la distancia, lo que, sin duda, no es tarea fácil, pero tampoco imposible. Mantener el equilibrio de ambos elementos es un aspecto que, hoy en día, las empresas se encuentran trabajando y buscando la forma de mantener a sus equipos de trabajo motivados, productivos y fidelizados, y esto solo se logra, con una estrategia y comunicación transversal a todos los stakeholders.

Tuve la oportunidad de ver con mi equipo como en meses difíciles, logramos generar mayor compromiso y fidelización hacia la compañía, generando importantes ahorros en tiempos y costos de reubicación, instalaciones y fuga de conocimiento y experiencia. ¿Cómo? Todo esto gracias a que se ampliaron los beneficios de los colaboradores. Estos, los hemos orientado a la gestión comunicacional, teletrabajo y salario emocional, un elemento clave que favoreció a nuestro personal.

Asimismo, las organizaciones deben migrar a gestionar beneficios relacionados con el tiempo: flexibilidad horaria, teletrabajo, días adicionales de vacaciones, espacios de sociabilización, instancias con comunidades y voluntariados, y de esta manera, mantener el equilibrio tan necesario en cualquier negocio.

El principal legado de esta pandemia en el ámbito laboral es la flexibilidad y adaptación al cambio, conceptos temidos por las empresas, pero que gracias al confinamiento, ahora son gestionados y aplicados por las organizaciones; "llegaron para quedarse".