Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos
ENTREVISTA. heraldo muñoz valenzuela, precandidato presidencial PPD:

"Lo que propongo es un cambio profundo con gobernabilidad, un cambio tranquilo"

E-mail Compartir

Constanza Caldera Pfeiffer

El exministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz Valenzuela, oficializó en octubre del año pasado su candidatura presidencial, concretando el 5 de enero su inscripción para participar en las primarias del partido que lidera, el PPD.

Muñoz el 31 de enero competirá con el exvocero del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, Francisco Vidal y el exdiputado Jorge Tarud.

Su nombre como carta presidenciable surgió tras la buena evaluación que tuvo su gestión como canciller, en la cual lideró la defensa del país tras la demanda marítima de Bolivia ante la Corte Internacional de la Haya, fallo que fue favorable para Chile.

Pero el camino no es fácil, ya que en las encuestas no ha logrado posicionarse entre las opciones que lideran.

¿Qué lo motivó a presentarse como candidato presidencial?

- En primer lugar creo que no estamos condenados a elegir entre Joaquín Lavín por un lado o Daniel Jadue por el otro. Ya hay una opción del socialismo democrático, la izquierda social demócrata que puede proponer y es lo que yo pretendo, cambios profundos con gobernabilidad, es decir, un cambio tranquilo. Creo que el país necesita cambios estructurales, un nuevo modelo de desarrollo, pero al mismo tiempo necesita que eso sea con estabilidad y me parece que ambas cosas son posibles si es que se cumplen algunos requisitos.

Y creo que puedo representar una iniciativa colectiva, de mucha gente de mi partido e independientes además de ser hijo de la meritocracia y del esfuerzo, toda mi vida ha sido de una sola línea política, siempre de izquierda progresista y creo en el trabajo en equipo y tengo la preparación y experiencia para conducir a Chile en un momento clave de su historia. Estas son las razones que me llevan a competir, cuestión que nunca estuvo en mis planes francamente.

Su nombre surgió tras la buena evaluación que hubo de su gestión como canciller en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet…

- Eso puede haber sido un factor. De hecho, hay mucha gente que me identifica principalmente por el papel que desempeñé como canciller y en la defensa de nuestro país frente a la demanda marítima boliviana en la Haya y además por el resultado que fue un enorme éxito que pasará a los anales de la historia diplomática de nuestro país porque me correspondió el privilegio de conducir al equipo que defendió la soberanía de Chile bajo la dirección de la Presidenta de la República, así que claro hay quienes piensan que ese fue un factor inicial, pero además yo tenía una historia académica de política exterior que va más allá de lo que hice en Naciones Unidas y lo que hicimos también no solo en materia de la defensa de la soberanía de Chile. Hay que recordar que en el periodo que estuve a la cabeza de la cancillería conseguimos el voto de los chilenos en el exterior; el mayor logro de áreas marinas protegidas en nuestro país, con lo cual pasamos de un 4,2% de las áreas marinas protegidas de las zona de economía exclusiva al 43%, lo que nos puso como líder a nivel mundial en materia ambiental y de protección oceánica. Y logramos además la modernización de la Cancillería, que se había intentado muchas veces hacer y no se había conseguido.

Dada su trayectoria en relaciones internacionales, ¿esta área será un sello de su gestión?. Aun está pendiente el caso del Silala…

- Claro, por cierto. En el caso Silala tenemos un avance muy significativo porque ya Bolivia en buenas cuentas ha terminado reconociendo que este es un río internacional. Y ese es el punto uno de la demanda de Chile contra Bolivia por el Silala, de que este un curso de agua internacional. Y eso es lo que le pedimos a la Corte Internacional que pudiera decidir, pero no me anticipo a lo que pueda ser el resultado de este caso, está en manos de la Cancillería, está en buenas manos.

Pero más allá de eso, creo que hoy se requiere conocer bien el país y el mundo porque los problemas son globales. La pandemia no se detiene en las fronteras y eso hace que hoy es mejor tener liderazgos que conozcan la realidad global y eso es una ventaja, pero hay que conocer muy bien la realidad interna y creo conocerla y bien porque vengo de un barrio popular y tuve el orgullo de tener las oportunidades habiendo estudiado en colegio público y llegar a ser canciller de la República. Así que conozco bien los sufrimientos, las penurias y los dolores silenciosos que la clase media y media baja llevan consigo.

Cambios

Usted ha declarado que "Chile necesita muchos cambios para transformarse en el país más justo, próspero y solidario que anhelan las millones de personas que participaron en el plebiscito. ¿Qué cambios debiesen realizarse?

- Hay dos cuestiones que me parecen prioritarias. Primero, dejar de tener temor a la enfermedad, porque quienes se enferman gravemente muchas veces los parientes tienen que endeudarse para salvar a esos parientes queridos y eso no puede ser. Entonces, tenemos que tener una salud pública de calidad, gratuita, basada en un solo sistema y no en los dos subsistemas que hay ahora, en un énfasis preventivo en vez de curativo y eso significa invertir muchos más en salud y por lo tanto el fondo común de las cotizaciones pasa a ser un eje fundamental, entonces eso es una cuestión que para mi es esencial.

Lo segundo son las pensiones para que la gente tampoco tenga temor a envejecer, que el temor a envejecer sea equivalente a caer o recaer en la pobreza, por lo tanto soy partidario de una reforma estructural del sistema de pensiones. Y la tercera, tenemos que tener un país con una economía verde, creo que ya no sustenta tener una economía meramente extractiva, tenemos que tener una minería verde, una relación distinta entre los seres humanos y la naturaleza (...) Tener remuneración para las mujeres que se dedican a cuidar adultos mayores dependientes y personas postradas sin recibir ninguna remuneración. Si se contrata a estas mujeres con el salario mínimo estaríamos resolviendo un tercio del incremento en el número de mujeres desempleadas porque ha habido un incremento muy notable del desempleo.

¿Qué debiese comprender la nueva Constitución?

- En primer lugar, tiene que ser una Constitución que nos una y no que nos divida como la actual, eso como un criterio general. Y luego en lo más específico creo que tiene que ser una Constitución que tenga un Estado solidario y no subsidiario. Esa es la doctrina subyacente en la actual, debiera haber un estado social y democrático de derecho como está establecido en muchas constituciones de países desarrollados. Me parece que es una oportunidad para cambiar el régimen político de hiperpresidencialismo a semipresidencialismo, en un modelo parecido al de Francia. Creo que debieran estar garantizados derechos sociales. Me parece importante el abordar el problema del agua para que sea un bien de uso público y comunitario, de derecho humano para el consumo y la agricultura y no un bien transable (...) Me parece fundamental como dije antes, sentar las bases para una economía verde que esté claramente en la Constitución, por cierto el reconocimiento de los pueblos indígenas tiene que estar ahí y creo debieran sentarse las bases de modalidades de autonomía dentro de un estado unitario, de la autonomía de los pueblos indígenas, política, económica, cultural, social. Creo que hay una gran oportunidad para hacer cambios sustantivos que nos van a regir durante las próximas 4 ó 5 décadas.

¿Qué autocrítica hace desde los gobiernos de la Nueva Mayoría y Concertación dada las demandas exigidas por la ciudadanía en el estallido social?

- Creo en primer lugar que no es posible cambiar el pasado, pero sí es posible cambiar el futuro. Y en ese sentido, me siento orgulloso de lo realizado por los gobiernos de la Concertación y la exNueva Mayoría porque desafiaron al poder en términos políticos, económicos y sociales desde la ley de divorcio, la de filiación, pasando por el seguro de cesantía, el Plan Auge, la modificación del sistema de pensiones para crear el pilar solidario que le permitió por lo menos pensiones básicas solidarias a más de un millón de personas, especialmente mujeres, la gratuidad en la educación superior, la lista es larga. Por lo tanto, yo no reniego para nada por el contrario me siento orgulloso de lo que se hizo, pero soy autocrítico de lo que no se quiso, no se pudo hacer o lo que tuvimos timidez de hacer y muchas veces no se pudo hacer por la actual Constitución, por los quórum elevados de ésta o porque había resistencia de la derecha a los cambios.

"Me siento orgulloso de lo realizado por los gobiernos de la Concertación y la exNueva Mayoría porque desafiaron al poder en términos políticos, económicos y sociales desde la ley de divorcio, la de filiación, pasando por el seguro de cesantía, el Plan Auge".