Luego de un proceso de tres meses, finalmente el Colegio Electoral 2020 de la Universidad Católica del Norte (UCN), entregó al gran canciller de la institución, el monseñor Ignacio Ducasse, la terna con los nombres propuestos para ejercer el cargo de rector o rectora de la casa universitaria desde el 2021 al 2025.

Dentro de la terna hay dos académicos que forman parte del plantel de Coquimbo y uno de Antofagasta. Además, en los candidatos hay una mujer, luego de que al inicio del proceso hubiera al menos dos mujeres sonando como posibles candidatas.

Quienes componen la lista de postulantes son el secretario docente de la Facultad de Economía y Administración (FACEA), Rodrigo Alda; la vicerrectora de la sede Coquimbo, Elvira Badilla Poblete; y el director del Departamento de Teología de Coquimbo, Francisco Correa.

Quien resulte electo, deberá liderar a la universidad en un nuevo proceso de acreditación el 2022.

Método de elección

El proceso se inició el 26 de octubre del año pasado, cuando se reunió el comité de búsqueda, conformado por académicos que fueron escogidos por sus pares por medio de una votación electrónica.

Según explicó a este medio el vice gran canciller de la UCN y presidente del Colegio Electoral, el padre André Hubert, el colegio se reunió con la mayor cantidad posible de miembros de la casa universitaria, abarcando todos los estamentos.

"Normalmente se hacía presencial, pero esta vez por la pandemia tuvimos que hacerlo online. Y hubo más gente que otras veces", enfatiza Hubert. Añade que "yo calculo que hubo aproximadamente 800 personas que participaron en los talleres. Estábamos fascinados con eso".

Ahora, el monseñor Ignacio Ducasse debe decidir cuál de los tres candidatos escoge para encabezar la UCN. Posteriormente, debe mandar ese nombre hasta el Vaticano para ratificar la decisión.

Hubert asegura que "ese trámite debe ser más o menos rápido". Y añade que "espero que antes del receso se conozca (al nuevo rector o rectora), que es el 29 de enero".

La Comisión estuvo integrada por los académicos Francis Espinoza de la Facultad de Humanidades, Luis del Campo de la Facultad de Ciencias, ambos del campus Antofagasta; y Julio Vásquez de la Facultad de Ciencias del Mar y Marcos Chait de la Escuela de Ingeniería, estos últimos de la sede Coquimbo. Estos académicos fueron escogidos por votación electrónica por sus pares.

A ellos, se sumaron Alfredo González León, de la Facultad de Ciencias de Ingeniería y Construcción de Antofagasta; Pilar Haye Molina, de la Facultad de Ciencias del Mar y Domingo Lancelotti, de la Facultad de Medicina, de la sede de Coquimbo. Estos académicos fueron designados por el gran canciller.

Proceso distinto

André Hubert ya ha presidido en tres ocasiones al Colegio Electoral del plantel público-privado. Dice que cada experiencia es diferente, puesto a que siempre es un grupo distinto.

En este proceso, "fue más novedosa" opina el vice gran canciller, "porque todo era nuevo. Todo se tenía que hacer online".

Luego de un sumario sanitario y la clausura efectuada por la Seremi de Salud a inicios de enero, el empresario Luis Henríquez, dueño del Hotel Argental, catalogó como "injusta" la medida.

La autoridad sanitaria acusó al recinto de operar como una "residencia sanitaria clandestina". Según el empresario, la medida es injusta y ha sido agravado por la "resonancia mediática".

Henríquez añadió en un comunicado que "nunca hemos operado como una residencia sanitaria y menos en un formato clandestino para recibir a trabajadores contagiados por Covid, tal como se denunció en forma anónima"

"Quiero ser enfático, nosotros nunca hemos recibido trabajadores enfermos ni contagiados por Covid para realizar sus respectivas cuarentenas, supuestamente derivados de empresas que prestan servicios industriales y mineros como expuso la Seremi de Salud. Eso es absolutamente falso", dijo.

El seremi del Trabajo (s) y director regional del Trabajo, Manuel Pozo, lideró una fiscalización a diversos rubros que arrojó una sanción a una empresa automotora.

Tras un recorrido por el centro y sector industrial de la ciudad, junto al jefe de fiscalización de la Inspección Provincial del Trabajo de Antofagasta, se detectó la presencia de trabajadores en tareas no esenciales como es la venta de vehículo, aplicándose la suspensión de las labores y una multa por más de tres millones de pesos a la empresa, informaron desde la seremía.