Prepararse para esta nueva década
Los avances de la ciencia y la técnica en ámbitos como la astronomía, la salud y las ciencias sociales nos seguirán dando sorpresas y determinarán nuestras vidas. Entramos a un mundo que a muchos resulta ajeno, difícil de entender y que seguirá cambiando a una velocidad enorme, propia del desarrollo de la inteligencia artificial y la big data.
Aún es difícil calibrarlo, pero es probable que la década que terminó el 31 de diciembre pasado sea uno de los procesos más transformadores en la historia de la humanidad, particularmente por el enorme desarrollo científico y tecnológico.
A saber. Fue en la década que termina es donde se consolidaron empresas/apps que están cambiando la vida y las sociedades en un nivel inimaginable. La big data y la inteligencia artificial son una realidad que ha superado la ficción y que está cambiando las conductas en tanto modificó nuestra manera de relacionarnos y de aproximarnos a lo que nos rodea.
El segundo factor es indudablemente, China. Muy seguramente tendremos por delante una consolidación económica y cultural del gigante asiático que repercutirá en países como el nuestro. Ya le vendemos el 50% de nuestras exportaciones, ya nos hemos abierto a una millonaria inversión en áreas diversas y seguramente vendrán otros vínculos más en las siguientes décadas.
China se está preparando hace mucho tiempo para ser la principal potencia del mundo y eso será un hecho. Lo sorprendente es que conocemos muy poco de Oriente, de sus costumbres y de qué podemos hacer para surfear esta ola que sucederá aunque lo neguemos o desconozcamos sus características.
Es cierto que hay muchas otras cuestiones ocurridas en estos diez años, como la pérdida de sentido de la socialdemocracia y la derecha liberal, cierto descrédito de la democracia, el avance de la derecha más conservadora, pero todo esto parece más un efecto de otras fuerzas más grandes, precisamente las nombradas con anterioridad. Es probable que todo ello sea acelerado, fundamentalmente por los avances de la ciencia y la técnica en ámbitos como la astronomía, la salud y las ciencias sociales.
No cabe duda de que estaremos inmersos en un futuro desconocido, incierto y desafiante que exigirá saber mucho más, pero de manera diferente, algo más conectada con la consciencia del ánimo que tenemos, de las carencias emocionales y de la urgencia por fortalecer los espíritus para enfrentar un mundo que nos parecerá ajeno y muy difícil de leer.