Retomar los cuidados
El retroceso de Antofagasta a fase 2 nos pone -a todos- frente a la necesidad de reafirmar nuestros compromisos individuales y colectivos en esta pandemia. Lo ocurrido con la capital regional es, además, una señal de alerta para otras comunas que también han visto decaer sus indicadores sanitarios durante las últimas semanas.
Nadie podría declararse sorprendido por la noticia entregada ayer por el Ministerio de Salud: la comuna de Antofagasta, al igual que otras cinco del país, retroceden en el plan Paso a Paso a contar de mañana, en el caso local, a la fase 2 (Transición), lo que implica que se reinstala la cuarentena los fines de semana y festivos, y habrá restricciones a los viajes, entre otras medidas.
Lo cierto es que Antofagasta venía mostrando un empeoramiento de sus indicadores sanitarios desde la segunda quincena de noviembre, expresados en una mayor notificación de casos diarios, más casos activos, un aumento de la positividad y, lo más preocupante, un lento, pero sostenido, incremento en la ocupación de camas críticas en los hospitales, el cual no se ha notado más por el hecho que la disponibilidad de ellas también ha ido aumentando.
Pero no sólo los datos sanitarios anticipaban el riesgo de un retroceso, el comportamiento de mayor relajo de las últimas semanas, también era un mal antecedente.
Un centro saturado de personas, calles llenas de vendedores informales, fiestas clandestinas, aforos que no se respetaban y un notorio descuido de medidas de higiene y seguridad básicas se volvieron habituales, por desgracia.
Pero llorar sobre la leche derramada no sirve, y en este nuevo escenario lo que cabe es reafirmar nuestros compromisos individuales y colectivos frente a la pandemia, pues sólo así podremos evitar que la situación empeore y estaremos en condiciones de rápidamente recuperar el terreno en el plan.
Porque si bien Antofagasta ha sufrido un empeoramiento, no está en los niveles de otras ciudades del centro y sur del país, como lo han destacado varios expertos, por lo que la tarea está al alcance.
Por otro lado, el retroceso de Antofagasta debe ser tomado como una señal de alerta en el resto de las comunas de la región, que también han visto decaer sus indicadores sanitarios durante diciembre.
Los habitantes de Calama, Tocopilla y Mejillones, principalmente, deben aprender de los errores locales e insistir en los cuidados.
La pandemia no se ha ido, y aunque la noticia de ayer golpea, estamos a tiempo de evitar males mayores.