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Jardines infantiles particulares comienzan reapertura gradual

PROTOCOLOS. Durante este año una decena de establecimientos cerraron sus puertas definitivamente debido a los efectos económicos de la pandemia.
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Al menos 10 jardines infantiles particulares se vieron en la obligación de cerrar de forma definitiva en la región, esto luego de una serie de complicaciones económicas que afectaron al sector debido a las restricciones sanitarias por la pandemia.

Con la suspensión de clases presenciales a partir de marzo, este tipo de recintos de educación inicial no pudieron continuar prestando sus servicios, una compleja situación que trajo como consecuencia que la mayoría de estos se quedara sin recursos para seguir funcionando por el retiro masivo de párvulos.

Hoy, y tras el avance a la Fase 3, solo cinco establecimientos, de un total de 43, retomaron sus funciones bajo los nuevos protocolos sanitarios, aunque solo con un 25% de su matrícula habitual. En tanto, el resto de los jardines que logró sobrevivir a las dificultades económicas, espera volver a operar a partir de marzo del próximo año.

Según explicó Stephanie Nielsen, vocera de la Asociación Gremial de Jardines Infantiles y Salas de Cunas Particulares de Antofagasta, el sector aún no logra reponerse financieramente de los efectos de la pandemia.

"Este año ha sido terrible para todos. Nosotros a partir de abril comenzamos a tener una fuga masiva de niños y niñas. Además no tuvimos ayuda de nadie. Literalmente fue como que nos dijeran 'arréglenselas como puedan'. Para la mayoría fue muy difícil acceder a las ayudas estatales a través de los bancos, ya que por nuestra situación no calificábamos como clientes que pudiéramos cumplir en el corto plazo con los préstamos", afirmó la educadora de párvulos.

Capacitaciones

Nielsen agrega que para lograr mantenerse en pie durante casi 10 meses sin funcionar, los sostenedores de jardines y salas cuna debieron acogerse a la Ley de Protección al Empleo, para así mantener a los más de 400 trabajadores y trabajadoras que desempeñan diversas funciones en esos recintos.

"Actualmente un 42% de nuestros establecimientos cuenta con la resolución sanitaria para poder funcionar, sin embargo, lo harán recién el próximo año porque están habilitando sus instalaciones e implementando las medidas sanitarias que debemos cumplir, lo que, sin duda, implica un alto costo. En este momento son cinco los recintos de nuestra asociación los que están funcionando. Cada uno está atendiendo entre cinco y ocho párvulos", indicó.

La vocera manifiesta que además del tema económico, otro factor que ha demorado la reapertura de establecimientos tiene que ver con la desconfianza que existe entre los padres a la hora de enviar a sus hijos.

En ese sentido, la representante señaló que han recibido capacitación en materia sanitaria a través del programa "Volvamos Juntos", que tiene como objetivo apoyar la reapertura segura de actividades educacionales y productivas en la ciudad de Antofagasta.

"A través de este proyecto nosotros recibimos una certificación que nos ayuda bastante porque así le da la confianza a las madres, padres y la comunidad, que estamos tomando los resguardos y podemos trabajar de forma segura con sus hijos", explicó Nielsen.

Junto con ello, otra de las medidas que implementarán en el corto plazo será la realización de testeos semanales al personal parvulario.

"Esperamos que el próximo año más establecimientos vuelvan a abrir sus puertas. Sé que nos va a costar pero si trabajamos en mejorar las medidas sanitarias vamos a poder seguir funcionando", subrayó.

"Este año hubo una caída en la inversión de proyectos"

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Iván Jara, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción en Antofagasta, realizó un balance de lo que ha sido el año de la pandemia en la región. "Los últimos tres años han sido difíciles para la construcción regional, primero por la crisis económica devenida de la crisis del cobre, luego por el estallido social y por último la pandemia que agudiza más la crisis económica afectando el ánimo y, por ende, la salud de las personas. Ciertamente este fue un año complicado en especial para las pymes del sector, muchas de ellas estuvieron a punto de desaparecer y otras se reinventaron, por eso como gremio adoptamos algunas medidas en coherencia con nuestra misión de mejorar la calidad de vida de las personas".

¿Qué consecuencias en materia de empleo tuvo la crisis sanitaria en el sector?

-En el peor momento de la crisis sanitaria y de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, en el trimestre enero - marzo 2020 el sector construcción generaba, a nivel regional, empleo a 22.500 trabajadores, y en el trimestre mayo-julio este número bajó a 11.600 trabajadores, 48,5% menos. Es el equivalente a tener el Estadio Regional Calvo y Bascuñán a la mitad de su capacidad con trabajadores inactivos a raíz de la paralización de obras.

¿Cómo se proyecta el 2021 para el sector inmobiliario? ¿Se espera un mayor dinamismo?

-Aún es prematuro proyectar el 2021, porque la reactivación del sector depende de factores que tienen relación con la estabilidad del empleo, el acceso al crédito de las personas, y las condiciones que la banca defina para entregar financiamiento hipotecario. Por eso el dinamismo está ligado con la reactivación de la economía y todas sus actividades productivas, sin embargo, dependerá siempre del compromiso de todos por el autocuidado, entendiendo que el virus seguirá siendo una amenaza a la salud. Este año tuvimos una fuerte caída en comparación al año 2019, notándose una tendencia a la baja en los permisos de edificación producto de la pandemia. En cuanto a inversión también hay una caída en los tres indicadores relevantes: cantidad de permisos, metros cuadrados y unidades tanto de vivienda privada como vivienda pública.

Ivan Jara, presidente CChc de Antofagasta: