Correo
Populismo e irresponsabilidad
Días atrás el alcalde de la ciudad frente al problema generado por el excesivo aumento de ambulante y comercio ilegal en el sector céntrico de la ciudad, manifestó, "No seré yo quien le quite el alimento a sus hijos", después de estas desafortunadas palabras de la primera autoridad municipal y responsable directo del control de este comercio en la ciudad, hoy conocemos que los casos de COVID - 19 aumentaron en un 55% durante los últimos siete días me imagino que como autoridad asumirá ser parte de la responsabilidad que le recae por no tomar medidas correspondientes, que la situación ameritaba. Creo que en la ciudad nadie se está muriendo de hambre y manifestarlo es una falacia, podrá haber carencia, sí, pero manifestar lo expresado a este medio, es populismo puro, populismo del cual estamos cansados y hastiados de los políticos.
Finalmente ojalá copie a su colega de Iquique quien si se la juega por la gente de su comuna, al manifestar "que a partir de esta fecha no prestara ningún colegio municipalizado para albergar migrantes ilegales".
Roberto Espinosa Fabres
Campañas
En tiempos pasados, el circo, la música, las cajitas de alimento y la sonrisa estilo humilde, lograba generar votos que podrían entregar el triunfo en una elección municipal. Hoy la cosa cambió y por eso estoy seguro que el ganador, no será el que siga aquella estrategia.
(Puedo estar equivocado; veamos en abril).
Sebastián Ángel Quinzán
Fiestas clandestinas
Creo, sin temor a equivocarme, que casi todos, especialmente los viejos como yo, estamos totalmente de acuerdo con lo que Ud. plantea en su Editorial del día lunes y solo quisiera agregar la enorme molestia que causa el comprobar el fracaso de la autoridad, para imponer efectivamente el respeto por las normas sanitarias vigentes y difundidas hasta el cansancio. Quienes nos cuidamos y respetamos dichas normas, nos aburre leer, ver y escuchar que a los infractores, como decíamos antiguamente, "no les sale ni por curaos". Si bien es cierto las multas son algo disuasivas, vemos que no bastan para convencer a algunas personas de respetar la salud propia y ajena. Es por esto que quisiera insistir en la necesidad de castigos ejemplificadores. Los detenidos en una fiesta clandestina deberían recibir, por parejo, una fuertísima multa, los organizadores: presos; y quienes se compruebe que asistieron contagiados, sabiéndolo anticipadamente: "las penas del infierno". Como muchos, en nuestro reino animal, los seres humanos aprendemos a golpes y las sanciones morales solo causan risa. A los contagiados, incluidos los que han adquirido el virus por no tomar las medidas del caso, se les trata "como reyes", si hasta disponen de un departamento para cumplir la cuarentena, sin considerar los enormes gastos en salud que su recuperación involucra. Mientras no se cambie este estilo de controlar la pandemia, los "habilositos" de siempre seguirán contagiándose y, lo que es peor, contagiando a quienes somos, en este caso, víctimas inocentes.
Rafael Mella Hernández
Sostenibilidad
La sostenibilidad de las diferentes actividades que realiza el ser humano es uno de los principales desafíos de nuestros tiempos. A estas alturas, ésta ya debería estar integrada como uno de los principales focos en toda organización, sin importar el ámbito o industria.
La búsqueda de soluciones que respeten el medio ambiente, que permitan hacer prosperar a diferentes sistemas, va más allá de las normativas que deben regular y establecer mínimos, para quienes trabajan en las diferentes industrias que tienen externalidades negativas. Debemos, como país, ser capaces de potenciar la innovación científica y tecnológica, privada y pública, que permita conservar y recuperar nuestros paisajes y ecosistemas.
Nuestra larga y diversa geografía, nos demanda tener la capacidad de adaptar los recursos de protección: desde el fino aire de nuestro altiplano, hasta los recónditos fiordos del sur. Ahí dónde esté presente la actividad humana, debe considerarse también el respeto y la búsqueda de mantener el equilibrio natural.
Luis Andrés Sepúlveda
Navidad
El desenfreno consumista de estos días me recuerda que en "Chile nada cambió". Solo fue un período donde muchos creyeron que comenzaba una época más espiritual. Como decían Los Prisioneros: "Casi todos quieren dinero".
Andrea González P.