Teorías versus datos científicos
En Chile la campaña de vacunación será voluntaria y por lo mismo es clave que las personas se informen en fuentes oficiales, no a través de falsos rumores. Según un informe de la FDA, las pruebas con la vacuna de Pfizer y BioNTech mostraron altos niveles de seguridad y cuando hubo reacciones, fueron leves. El ISP y otras diez agencias afirman lo mismo.
Buenas noticias surgieron esta semana respecto a la primera de las vacunas aprobadas en el mundo para prevenir el SARS-CoV-2, desarrollada por los laboratorios Pfizer y BioNTech.
El ISP, emulando lo hecho antes por los organismos certificadores de otra decena de naciones, autorizó el uso del fármaco en el país para los mayores de 16 años, con el aval de 22 expertos y tras examinar la evidencia científica disponible y la experiencia en las naciones que ya comenzaron la inoculación masiva.
Así, antes de Navidad Chile recibirá las primeras 20 mil dosis de la vacuna, las cuales serán aplicadas a personal de salud de las regiones con mayor circulación viral. Más adelante la campaña se extenderá al resto del país, y la meta es el primer semestre de 2021 haber inmunizado a gran parte de la población nacional.
Se tratará de un proceso gratuito y voluntario, es decir, aquella persona que no desee protegerse, tendrá la oportunidad de marginarse, y por eso es importante que esta campaña sea reforzada con información veraz y no con rumores o conjeturas livianas.
Al respecto, cabe tener presente algunos datos.
Un documento publicado por la agencia sanitaria de Estados Unidos, la prestigiosa FDA, detalló los efectos que provocó la vacuna en las personas que participaron en estos estudios previos.
A saber, en el grupo de 18 a 55 años hubo enrojecimiento en el 5,9% de los casos; hinchazón en el 6,3%; y dolor en el 77,8%, pero se debe recalcar que en menos del 1,2% de las veces fueron reacciones severas.
En cuanto a los síntomas post-vacunación, el 15,8% tuvo fiebre; el 59,4% experimentó fatiga, el 51,7% sufrió dolor de cabeza, y el 35,1% escalofríos, aunque nuevamente en menos del 5% de los voluntarios estos síntomas fueron severos.
Los resultados, han dicho expertos, no son distintos a los que provocan otras vacunas de corriente aplicación, y esto es clave. Todos los fármacos, incluso una aspirina, pueden provocar ciertas reacciones en un mínimo de los casos, y la vacuna contra el covid no será la excepción. La decisión obviamente es individual y debe respetarse por el escenario de premura y emergencia, pero hay que poner en la balanza los elementos adecuados y no los rumores.
El mundo no está para tales lujos.