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ENTREVISTA. Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta PLC:

"La comunidad es esencial y nos va a dar legitimidad si el beneficio llega a todos"

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"La filosofía que hay detrás del trabajo que estamos haciendo con la región, primero es reconocer que somos parte de la comunidad de Antofagasta, nuestras raíces están acá".

Así lo comenta Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta PLC, el brazo minero del grupo Luksic que tiene en la zona las operaciones de Centinela, Zaldívar y Antucoya.

La empresa ha desarrollado una serie de acciones con impacto en la zona; por ejemplo, el potenciamiento a proveedores locales (volumen de compras de US$ 183 millones este año y aumento del 26%), pago de un sueldo mínimo de $500 mil desde hace un año (incluyendo a unos 3.200 contratistas, costo que asumió Amsa) y la instalación del Centro Integrado de Operaciones para Minera Centinela en la ciudad de Antofagasta, enclave en el que trabajarán unas 350 personas y exigirá una inversión de entre US$ 30 y US$ 35 millones, pese a que era más conveniente, desde el punto de vista económico, instalarlo en la región Metropolitana.

"Podemos aportar al progreso, al bienestar, al desarrollo de la región. No nos sentimos ajenos a esto. Nuestra suerte está ligada a la suerte de la región", enfatizó el ejecutivo.

Relaciones comunitarias

Durante muchos años se entendió que la contribución de las empresas era el pago de impuestos, creación de trabajo, la inversión, pero el empleo se ha perdido con la conmutación, mientras quedan los efectos negativos en el territorio. Da la impresión que eso es lo que está cambiando.

- Queremos que todos los cambios que estamos implementando tengan un impacto social positivo en las comunidades donde nosotros estamos. Nuestra suerte está recíprocamente vinculada al éxito de la región, entonces cuando diseñamos estos cambios, lo hacemos pensando en eso.

De una u otra manera, las empresas tienen que hacerse cargo del desarrollo de los territorios, más allá de buscar el éxito. ¿Algo así?

- No es hacerse cargo, es contribuir. Nosotros somos parte de la región y por lo tanto, nos interesa el progreso de la región, porque sin ese progreso, nosotros no vamos a avanzar y tenemos que configurar el desarrollo de la compañía sobre esa base. Eso es lo que creemos y esa es una responsabilidad y un derecho recíproco.

Es una decisión política…

- Claro, es una decisión bien fundamental porque la legitimidad que hoy tenemos para desarrollar minería o cualquier actividad industrial, más allá de lo que las normas o regulaciones permiten, es que podamos relacionarnos con la comunidad y traer beneficios a muchos grupos de interés, no solamente, como era en el pasado, a los accionistas. Por lo tanto, la comunidad, los trabajadores, son esenciales y nos van a dar legitimidad si es que el beneficio llega a todos partes.

¿Percibe que esa legitimidad, hablando de la industria, ha mejorado o empeorado en el tiempo?

- Está cambiando. Tuvimos un período difícil los años 2014, 2015, cuando se produjo el término del súper ciclo de precios y, por tanto, hubo una tendencia de la industria de volver a ciertas prácticas cíclicas, en materia de relacionamiento comunitario, como restringir el pago a proveedores, reducir el empleo.

Nosotros tratamos de gestionarlo de otra manera: las relaciones con la comunidad no deben ser cíclicas, lo cíclico es propio del comportamiento de los precios del cobre y eso es lo que no hay que instalar. Hay que desanclarlo. No puedes construir relaciones de confianza, que sean sólidas, si es que en momentos de vacas flacas, estas se rompen y, por ejemplo, alargamos el tiempo de pago a proveedores. Eso es justo lo que no hay que hacer, tenemos que solidarizar con ellos y compartir parte de la dificultad que significan los precios más bajos. El relacionamiento con la comunidad tiene que ser sostenido y sobre una base sostenible. Por lo tanto, no debemos tener euforia en los tiempos de precios altos, o pesimismo cuando los precios están bajos. Soy partidario de construir pilares de largo plazo, apalancando la creación de capacidades y confianza.

Debate país

En un ejercicio marcado por la pandemia, Arriagada sostuvo que gran parte del esfuerzo ha estado determinado por la gestión correcta de esta crisis. Al tiempo se sumó el enfrentar una crisis económica.

"Y está el otro factor que es la construcción de un acuerdo social. Creo que Chile demanda cambios, eso es indiscutible y quedó manifestado en el plebiscito por una nueva Constitución y habrá un espacio nuevo. Creo que es una encrucijada clave probablemente, porque de alguna manera condiciona lo que pueda ser este país por los próximos 15 o 20 años. Entonces es una oportunidad para abordar las demandas de salud, pensiones y educación, los abusos, los niveles de desigualdad. Si esto se analiza bien, porque permitirá mayor cohesión social, lo que es positivo. Pero puede también descarrilarse y terminar en una confrontación, con una institucionalidad debilitada y con bases de convivencia peores. Por eso existe esta encrucijada, hay un riesgo y, por tanto, tenemos que ser muy responsables. La violencia, la destrucción no ayuda a crear un futuro mejor y nadie está de acuerdo con eso. Esta es una condición importante".

Pero llama la atención este fenómeno en una sociedad democrática. En Chile y en Antofagasta, en particular, varios estudios dan cuenta de que una parte importante de la ciudadanía acepta, valida la violencia. Parece obvio que la amistad cívica, el valor que le damos a la democracia, del diálogo, se ha deteriorado.

- Obviamente que en momentos como este se vive un espacio de crispación mayor, pero creo que el no tolerar la violencia como método para poder construir, es clave. Hay que rechazarla sin ambigüedades.

¿Hay intransables para la industria en el marco del debate por una nueva Constitución?

Si miramos la historia, el sector minero ha sido un contribuyente importante en el desarrollo del país. Es una industria que en el tiempo ha sido más o menos popular, pero ha contribuido a Chile y tiene un enorme rol en el futuro. Será clave, por ejemplo, para la agenda social. Entonces, hay que tener condiciones para que la minería se siga desarrollando y contribuyendo. Sería un profundo error, producto de las revisiones que existan, de alguna manera, se desincentive el desarrollo del sector, considerando que el país tiene el 25 a 30% de las reservas mundiales de cobre.

Además, este es un sector que tiene al Estado presente, con Codelco, a los privados, como nosotros y tiene también a la pequeña y mediana minería, o sea, toda la gama de actores.

Esta es una discusión que deberá llevar el sector político. ¿Cómo aprecia aquello?

- Lo que será importante es que las convicciones de la sociedad, no solo de la clase política, sean representadas. Espero que la importancia de la industria minera se vea reflejada en esa discusión a la que le queda mucho. Todavía hay que escoger la convención constituyente y comenzar la discusión de contenidos. Espero que se refleje el conocimiento más transversal del sector minero.

Precio del cobre

Respecto al precio del cobre, ¿qué advierten?

- Primero: hay un mercado con mucha volatilidad por dos condiciones: lo sanitario, que aún es incierto y porque la recuperación económica tiene que consolidarse. Si miramos este año, tuvimos una caída cuando partió la pandemia, porque tuvimos una menor demanda China, lo que significó un retroceso del precio, hasta los US$ 2 la libra. Incluso se pensó que podía seguir bajando.

Y lo que hemos tenido después es una cosa que pocos podían anticipar, incluyendo a nosotros, que es una recuperación sostenida, aunque con alta volatilidad. Y esto está anclado particularmente en China, donde el consumo ha tenido un aumento por el estímulo del gobierno. En la medida que eso se sostenga, podemos pensar en una base sólida para el crecimiento del próximo año. En el mundo occidental, la recuperación económica ha sido mucho más mixta, aunque con buenas noticias, como el desarrollo de la vacuna.

Por el lado de la oferta de cobre, tuvimos países que pararon sus operaciones (Perú, Panamá y algunos países en África) , lo que sustrajo producción, entonces tenemos una oferta más acotada: esa combinación hace que el precio esté donde esté.

Las proyecciones para el próximo año son que el precio debiera estar en línea con lo que estamos viendo hoy, con un mercado más apretado por esas razones, lo que es positivo, porque entrega una oportunidad al país.

No se puede hablar de nuevo súper ciclo, entonces…

No, yo creo que no. Estamos frente a un proceso de recuperación de una crisis muy aguda, por el covid; entonces es transitoria. Ahora, se acelerarán algunos procesos, como la electromovilidad, una economía más digital, con mayor teletrabajo y eso acelerará las demandas por cobre y eso es muy bueno.

proyectos

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Uno de los proyectos más contundentes que desarrollará la compañía será la inversión de unos US$3.000 millones para el distrito Centinela, lo que sería sometido a la consideración del directorio a principios de 2022, por lo que siguen avanzando en los estudios. En el caso de Zaldívar, desarrollan el proyecto de continuidad operacional, cuyo permiso están tramitando. Se trata de una inversión asociada a la optimización de las recuperaciones, en lo que hay desarrollos por unos US$ 180 millones. En relación con el programa Clúster Minero, la compañía tomó dos focos: el capital humano y la empleabilidad y la innovación en los proveedores locales. Un punto importante es que el 40% de los trabajadores de la empresa vive en la zona. Arriagada citó al respecto: "Nos gustaría que esa cifra fuese progresivamente aumentando y una de las acciones que estamos tomando es la instalación del Centro Integrado de Operaciones de Centinela, y, por lo tanto, necesitaremos las competencias y capacidades desde el punto de vista digitales en la región".