Récord de temperaturas
La mayoría de los peaks de calor en el planeta se concentran en los años recientes, lo que el mundo científico vincula con los gases de efecto invernadero. La acción del hombre está resultando extremadamente negativa, cuestión que es una certeza, no una creencia opinable y en esto todos debemos entender que sin cambios culturales el daño es enorme.
El servicio europeo Copernicus sobre el cambio climático informó que el pasado mes de noviembre de este año fue el mes más caluroso jamás registrado en el mundo. Según los análisis, las temperaturas fueron 0,77 ºC más altas que en la media de los 30 años comprendidos entre 1981 y 2010.
Debe recordarse que el año 2019 también fue de récords por el mismo fenómeno, al punto que junio de ese año (verano del Hemisferio Norte) fue el mes más cálido desde que hay registros fiables, que arrancan en 1880.
El periodo de doce meses comprendido entre diciembre de 2019 y noviembre de 2020 presentó unas temperaturas 1,28 ºC superiores a las de la era preindustrial, lo que da cuenta de que el asunto tiene sus causas basales en las acciones de nosotros los seres humanos. De 2015 a 2020 fueron los seis años más calurosos jamás registrados.
Los ejemplos, o los efectos están a la vista: la banquisa del Ártico tocó su segundo nivel más bajo; Australia ya registró su primera ola de calor, con 48 ºC en Andamooka, en Australia Meridional, y nuevos incendios forestales en la Isla Fraser, mientras el Viejo Continente vivió su otoño más cálido jamás registrado.
El mundo científico ha sido categórico en explicar que la mayoría de los gases de efecto invernadero que genera el hombre proceden de la quema de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) son los causantes del incremento de las temperaturas. Naturalmente, el punto de inflexión es la Revolución Industrial, momento en el que el hombre inició un proceso de uso de combustibles y una acción directa sobre el medioambiente a gran escala.
Los objetivos actuales son que el incremento de la temperatura a final de siglo no supere los dos grados centígrados respecto a esos niveles preindustriales. Y en la medida de lo posible dejarlo por debajo de los 1,5 grados. La acción del hombre está resultando extremadamente negativa para toda la vida sobre el planeta, cuestión que es una certeza, no una creencia o algo opinable. En esto debemos ser categóricos y tomar conciencia para evitar una catástrofe.