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"Me siento muy acogido por Antofagasta"

ANTOFAGASTINIDAD. Alberto Texido Zlatar, arquitecto y doctor en estudios urbanos.
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Alberto Texido Zlatar es arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos UC, expresidente del Colegio de Arquitectos, consultor en infraestructura del MOP y BID, consejero de Políticas de Infraestructura y... voluntario del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

Aunque sus actividades profesionales lo mantienen lejos de Antofagasta, este descendiente de inmigrantes posee un fuerte vínculo con la región, el que no sólo lo trae constantemente de vuelta, sino que además lo ha llevado a -desde su campo de conocimiento- proponer soluciones para esta zona, entre ellas, un proyecto para amortiguar la presencia industrial de Mejillones, premiada por el Foro Latinoamericano de Infraestructuras.

Texido además fue parte de los equipos que desarrollaron importantes obras en el borde costero de Antofagasta.

¿Qué recuerdos marcaron tu infancia?

- Los viajes largos y veraneos en Hornito junto a la familia antofagastina croata, inolvidables amigos, atardeceres y sus impresionantes noches oscuras y estrelladas.

¿Cómo te sientes cuando regresas a esta región?

- Me siento muy acogido por Antofagasta y por ese notable paisaje de desierto y mar, lo que me ha invitado permanentemente a estar atento a sus oportunidades de desarrollo territorial descentralizado, productivo y urbano. Desde lo profesional, inicié mi actividad laboral en el MOP, donde fui parte de los equipos realizadores de Balneario Municipal, Costanera Sur y Playa Paraíso, y luego como Académico de la Universidad de Chile he intentado aportar el conocimiento técnico respecto al borde costero y la relación ciudad puerto, generando propuestas para Antofagasta, Mejillones, Tocopilla y otras ciudades del norte.

¿Cómo nace tu interés en la planificación de ciudades?

- Sin familiares relacionados con la Arquitectura, desde niño fui bien aficionado al dibujo y al estudio, incluyendo las matemáticas. Mi familia paterna y materna son inmigrantes catalanes y croatas, quienes al instalarse en Chile materializaron bibliotecas que me interesaron en el diseño de objetos y la comprensión del funcionamiento de algunas máquinas. Todo eso fue el preámbulo de estudiar Arquitectura en la Universidad de Chile y luego partir a Barcelona y doctorarme en Estudios Urbanos.

¿Qué intentas transmitir a tus alumnos, más allá de lo técnico?

- Diría tres ideas: la primera, asumir un rol profesional vinculado a las problemáticas urbanas urgentes del país. La segunda es reemplazar la simple queja por la capacidad de proponer soluciones atinadas y que resulten del análisis sintético de una realidad que es compleja. Y la tercera es que debemos salir de la arquitectura al encuentro multidisciplinar, como es el urbanismo. Esa es la única manera de resolver colectivamente los problemas de la ciudad y el territorio.

¿Qué lecciones o aprendizajes has sacado durante estos meses de pandemia?

- Inevitablemente asumir que la crisis sanitaria ha coronado la social, la ambiental y la económica, y por lo tanto, asumir una mirada autocrítica de los procesos que hemos llevado a cabo como sociedad inequitativa y que debemos y podemos corregir. En el ámbito urbano, constatar las urgencias y determinar una línea de acción donde las condiciones urbanas son parte de la clave de solución, que desde diversas experiencias internacionales nos permite construir y recuperar un pacto social colaborativo, como único soporte de desarrollo sustentable en el que todos podemos aportar.

¿Cuál es su lugar favorito de la región, por qué?

- Hornito, un atardecer bajo un toldo, sin electricidad ni teléfono. Los mejores recuerdos de la infancia, la familia reunida. Eso intento transmitirlo también a mis seres queridos.

¿A quién o quiénes admiras?

- Admiro a mis antepasados, quienes amenazados por la guerra y el hambre decidieron dejarlo todo para reconstruir sus vidas en lugares lejanos y desconocidos. Me alientan a superar toda pequeña dificultad presente.

¿Cuál ha sido la mayor felicidad y la mayor tristeza de su vida?

- Dejo eso en el campo de la intimidad, pero tienen que ver con la pérdida y recuperación maravillosa de los afectos.

¿Qué visión tienes de los desafíos que enfrenta nuestra región?

- Antofagasta y Chile tienen la enorme posibilidad de reconvertir procesos y malas costumbres de un crecimiento sin desarrollo, por una nueva manera de equilibrar ganancias económicas con calidad de vida. La reconversión energética es una oportunidad que con convicción puede aportar a recuperar localidades y paisajes extraordinarios, evitando migración y atrayendo a nuevos habitantes bien conectados. También lo es una descentralización de tributos y de representatividad, con autoridades y ciudadanos comprometidos con el espacio que cohabitan.