Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos

Actores locales creen que plebiscito es el mayor avance del estallido

18 DE OCTUBRE. Sin embargo, piensan que todavía faltan muchos aspectos por mejorar, relacionados con salud, educación entre otras áreas.
E-mail Compartir

constanza.caldera@mercurioantofagasta.cl

A un año del estallido social y el inicio de las manifestaciones en Antofagasta, representantes de distintos sectores realizaron un balance entorno a los avances y las materias pendientes.

En este contexto, la mayoría coincide que la realización del Plebiscito Constitucional fijado para este domingo 25 de octubre es el mayor logro de este proceso. Sin embargo, consideran que quedan aun muchos aspectos por mejorar en ámbitos como salud y educación, entre otros.

Antofagasta, fue una de las ciudades donde se concentraron con más fuerza las movilizaciones desde el estallido social del 18 de octubre del año pasado, lo que muchos expertos relacionaron con la desigualdad existente en la comuna como también en la deuda que existe con esta región considerando su aporte económico al país por la minería.

Posturas

La presidenta del Colegio de Matronas de Antofagasta, Karina Díaz, cree que el mayor avance es el plebiscito que se desarrollará este domingo.

"Creo que en lo que más se avanzó tiene que ver con preguntarle a la ciudadanía el cambio a la Constitución. Es un hecho claro que por fin habrá un plebiscito que construirá esta nueva Constitución, creo que este es el avance más claro y tangente", indicó.

Díaz dice tener una mirada crítica, pues si bien destaca que se logró este gran paso que es la realización del plebiscito para cambiar la Constitución, no observa otros avances.

"Creo que no hemos tenidos avances tan grandes ni en salud ni en educación y menos que en la mitad de este proceso se desató una pandemia, por lo que claramente las prioridades en salud también cambiaron", enfatizó.

El presidente del Consejo Ciudadano de Antofagasta, Manuel Torres, cree que el principal avance es tener un proceso constituyente en marcha después de la gran manifestación ciudadana que buscaba cambios.

"Creo que está todo en la esperanza y en las expectativas positivas de que se logre finalizar con un proceso constituyente que sea bueno para todos para avanzar en un país más próspero, desarrollado, civilizado, respetuoso, solidario, inclusivo y menos segregado. Y para eso, obviamente que la base es una nueva Constitución que tenga como centro esta visión. No es un tema fácil, pero ningún país en el mundo se ha desarrollado en forma próspera y exitosa sin mejorar su sistema político", declaró.

El creador de la Fundación Antofa Segura, Fabián Ossandón, señala que las legítimas demandas de la ciudadanía fueron la razón de ser del estallido social y lamentablemente a un año, no se ha avanzado en nada.

"La salud, la educación, las pensiones, la seguridad o más bien inseguridad que vive la comunidad, siguen igual o peor. Respecto a calidad de vida, el estancamiento es evidente. Pos estallido, el plebiscito constituyente podría considerase como un avance, aquí, muchos vecinos y vecinas, tienen puestas sus esperanzas de un Chile sin desigualdad", manifestó.

Ossandón agregó que "lamentablemente vino la pandemia y desaceleró cualquier proceso, sumiéndonos en una profunda crisis sanitaria, económica, social y política. Sin embargo, cualquier dificultad, debe ser motivo de acción por parte de la autoridad y jamás de inmovilidad. La participación e involucramiento de todos y todas, será clave para progresar".

Tamara Barría, secretaria de vinculación con el medio de la FEUCN Antofagasta, indicó que en una de las cosas que se avanzó fue en la reducción del salario de las autoridades del gobierno y el parlamento.

"Considero que hay dos grandes logros que resaltar respecto a las demandas de la población. Primero, la realización de un plebiscito después de 30 años de una democracia mediocre. En segundo lugar, el retiro del 10% de los fondos de las AFP, que fue una salida parlamentaria ante la inoperancia del gobierno. Esta medida, a mi parecer, representó el triunfo de la democracia sobre la corrupción, ya que se logró con votos de parlamentarios de derecha que se resistieron a las presiones que el gobierno les hizo", comentó.

"En una de las cosas que se avanzó fue en la reducción del salario de las autoridades del gobierno y el parlamento".

Tamara Barría

FEUCN Antofagasta

"Las demandas de la ciudadanía fueron la razón del estallido social y lamentablemente a un año, no se ha avanzado en nada".

Fabián Ossandón, Antofa Segura

"Creo que en lo que más se avanzó está relacionado con preguntarle a la ciudadanía por el cambio a la Constitución".

Karina Díaz, Colegio de Matronas Antofagasta

"El principal avance es tener un proceso constituyente en marcha después de la gran manifestación ciudadana que buscaba cambios".

Manuel Torres, Consejo Ciudadano Antofagasta

"El estallido y el fin de un ciclo"

Cristian Rodriguez, director IPP UCN
E-mail Compartir

El 18 de octubre, marca el inicio del fin de un ciclo en la historia de Chile, como fue en el pasado la caída de la dictadura en 1989. El estallido social es la conclusión definitiva de una etapa, que significó no solo el regreso de la vida democrática, sino que estuvo acompañado de crecimiento económico y la disminución de la pobreza; sin embargo, es una fase que se fue agotando en su capacidad transformadora. La educación, la salud, la previsión prevalecieron como un negocio, la sociedad se fue contaminando de abusos y privilegios, la política se desconectó de las demandas de la sociedad y, las instituciones democráticas se depreciaron hasta tocar el piso ante la ausencia de respuestas.

Igualmente, la traducción antofagastina de octubre significó visibilizar numerosos descontentos, como son la precariedad económica, el rechazo a la mercantilización de la salud y la seguridad social, los temores a la pérdida del empleo, y particularmente objetivó el malestar con el déficit de las ciudades para una vida digna. Antofagasta, tuvo su propia versión de fin de un período de bonanza, en el cual hubo importantes avances, pero que fue desgastando hasta que la acumulación de los malestares ha superado las soluciones. El cataclismo social no fue consecuencia de una sola causa, sino el resultado del agotamiento de un modelo fatigado.

También, la disrupción puede ser interpretada como el punto de partida de un nuevo tiempo histórico. Un sismo social y político de tal envergadura, que permitirá en pocas semanas más a través de un plebiscito empezar a escribir una nueva constitución política. Abre un período cargado de expectativas y de épica movilizadora por un futuro mejor. En el último Barómetro Regional de Antofagasta, un porcentaje histórico de antofagastinos declaró que acudirán a votar en el plebiscito, y la mitad de la población tiene la esperanza que la situación actual mejorará después del estallido.

Sin embargo, como todo nuevo inicio de un proceso aterrizado a las objetivas condiciones terrenales, estará sostenido en un nuevo acuerdo político entre aquellos que aspiran a una sociedad basada en derechos sociales universales, y los que se aferran a mantener un orden basado en los privilegios.