Comercio no esencial reabre con deudas y temor por el futuro
ECONOMÍA. Pequeños empresarios de la ciudad esperan recuperar parte de lo perdido luego de meses de inactividad debido a la pandemia.
Sufrieron con el estallido social, se vieron obligados a cerrar durante no una, sino dos cuarentenas, tuvieron que recurrir a sus ahorros para mantenerse en pie. Algunos acumularon deudas, solicitaron créditos, incluso, invirtieron los pocos recursos que les quedaban para reacondicionar sus negocios a la espera de volver a abrir.
Luego de meses sin generar ingresos, el comercio minorista no esencial en Antofagasta abrió sus puertas tras el fin del confinamiento, medida sanitaria que mantuvo a este sector al borde del colapso financiero y que ayer comenzó un largo camino hacía la recuperación económica, aunque también hay incertidumbre respecto a las consecuencias que tendría tener un eventual retroceso a la fase 1 del plan "Paso a Paso".
Reactivación
A primera hora de ayer Leslie Nilo afinaba los últimos detalles para reabrir su tienda de ropa "ACO Boutique", que mantuvo cerrada debido al confinamiento por cerca de cinco meses.
Durante este tiempo sin atender de forma presencial, esta emprendedora local logró mantenerse a flote gracias a los ahorros que acumuló durante los últimos años de trabajo.
Leslie tuvo que cerrar definitivamente un segundo local (una cafetería) que había inaugurado a mediados del año pasado para poder salvar su actual tienda.
"La tienda estuvo cerrada cinco meses. Tratamos de reinventarnos vendiendo vía online, pero no es lo mismo. Estuvimos muy complicados pero hemos sobrevivido ocupando todos nuestros ahorros. Ahora nos toca empezar de nuevo y ojalá que nos vaya bien. Tenemos toda la fe puesta en que así será", enfatizó la dueña de la tienda.
Para esta nueva etapa de reapertura la propietaria acondicionó su local acorde a las nuevas medidas que exige la autoridad sanitaria para el sector comercio, mejoras que implicaron para ella realizar una nueva inversión.
"Habilitamos una alfombra sanitizante, desinfectante, un dispensador de alcohol gel y vamos a atender a un máximo de dos clientes en la tienda. Hay que tratar de acomodarse a la nueva realidad. Sabemos que no nos va a ir como antes, pero por lo menos tenemos la posibilidad de trabajar para ir recuperándonos de a poco después de tantos meses sin abrir", comentó Nilo.
Sin beneficios
Elba Flores es dueña de "Pampa Nativa", un local de productos saludables y artesanía con tres años de existencia. Esta empresaria también logró resistir al confinamiento con ahorros propios, ya que como muchos otros negocios pequeños, no pudo acceder a los créditos que impulsó el gobierno, supuestamente para este sector.
"Lo que el gobierno prometió para las pymes no se cumplió. Nosotros postulamos a todo lo habido y por haber y no pudimos acceder a ningún beneficio. Postulamos en marzo al Fogape y al día de hoy aún no recibo una respuesta", comentó esta pequeña comerciante.
La propietaria tiene la esperanza que con el desconfinamiento, el comercio minorista retome su actividad de cara a los próximos meses, sin embargo, también espera que la gente siga manteniendo las medidas sanitarias y así no volver a la etapa de cuarentena, algo que a su juicio terminaría por liquidar a muchos negocios locales.
"Tenemos la expectativa de que se reactive el comercio de aquí a fin de año. Además la gente todavía tiene algo del 10% y ya anda buscando regalos para Navidad. Afortunadamente las personas están tomando mayor conciencia de las medidas sanitarias y nadie quiere volver a estar encerrado por tanto tiempo. Ojalá podamos mantener esta actitud, ya que sería muy complejo, sobre todo para el comercio, tener que volver a cerrar", precisó.
Aforo
Una de las medidas obligatorias que establece el Ministerio de Salud para el funcionamiento de establecimientos de comercios de bienes y servicios es mantener el distanciamiento físico.
En el caso de las peluquerías, este requisito sanitario tuvo como consecuencia una importante reducción en el número de estaciones de trabajo, situación que, sí o sí, tendrá un impacto económico para este tipo de negocios.
Por ejemplo, en el salón de belleza "Virgo" tuvieron que eliminar cinco sillones para poder funcionar según el protocolo de distanciamiento. Hoy tienen disponible un tercio de su capacidad.
"Han sido meses horribles para todos. De hecho a mí me tocó cerrar el local que tenía y tuve que venir a trabajar con mi mamá porque no se pudo seguir pagando dos arriendos. Además tuvimos que reducir puestos de trabajo para que quedara una distancia de un metro veinte entre un sillón y otro, lo que va a significar una menor atención de público", enfatizó Jordana Valdivia, dueña de la peluquería.
La extensa cuarentena tuvo como efecto negativo en los pequeños comercios el endeudamiento. La mayoría de ellos tuvo que recurrir a créditos con la banca u obligadamente dejaron de pagar el arriendo de su local para mantenerse en pie.
Maribel Ancuma, dueña de confecciones "Florencia", adeuda cerca de $18 millones a su arrendador. Incluso, este último la demandó por el no pago desde abril de este año.
"Pese a que no ocupé el local mientras estuvo cerrado, igualmente se fue acumulando una deuda de arriendo. Ahora estoy tratando de llegar a un acuerdo con el dueño del local, pero no sé lo que va a pasar. En estos momentos no tengo la cantidad de dinero que me pide, pero no queda de otra que seguir trabajando", comentó la emprendedora.