"Admiro a los líderes que sostienen ideales"
ANTOFAGASTINIDAD. Jorge Van Den Bosch, geógrafo-hidrólogo y director del CIMCN de la UA.
Jorge Van Den Bosch es hijo de un suboficial Mayor del Ejército y de una modista, y nieto de un inmigrante holandés que trabajó en el Ferrocarril como pagador.
Nació Antofagasta y vivió una infancia feliz, jugando a la pelota en la calle en los tiempos que los celulares y los videojuegos aún no adormecían los músculos y mentes de los niños.
"A los 10 años conocí a una niña, Yilda, que vivía a una cuadra en calle Baquedano, bueno hasta hoy nos une un gran amor. Además de tres hijos, Jorge, Yilda Carolina y Andelka, y seis nietos", cuenta el hoy director del Centro de Ingeniería en Mitigación de Catástrofes Naturales de la UA.
¿Dónde pasó la niñez y qué recuerdos guarda de ella?
- La niñez la pasé en Antofagasta. A los 4 años 9 meses entre a 1° preparatoria al Liceo de Hombres de Antofagasta. Estudié los 12 años de básica y media allí. Toda mi infancia viví en pleno centro de la ciudad. Calle Ossa con Prat. Se podía jugar pichangas de fútbol en la calle, el poco tráfico lo permitía. Cuando venía un auto, se paraba la pichanga, pasaba el auto y se continuaba.
Los miércoles, sábados y domingos teníamos la cancha del Colegio San Luis. Del grupo de niños yo era el único liceano, todos sanluisinos, hasta mi hermano era mayor sanluisino. Así que terminé por ser adoptivo del San Luis. Me sé el himno igual que el del Liceo, ambos me producen emoción.
¿Cómo nace su interés por la ciencia y las amenazas naturales?
- Por los años 80 la Municipalidad de Antofagasta se acercó a la Universidad para que hiciéramos un plano de riesgo de la ciudad. Mi jefe me dice, como tú eres el único geógrafo, tu sabrás de que se trata esto, tienes 15 días para entregar este plano. Así que hice un plano, de riesgo de aluviones, marejadas y tsunami. Dos cosas pasaron: primero que el plano de riesgo de aluviones resultó ser muy parecido a lo que pasó en 1991; y lo segundo, que me di cuenta que el tema tsunami era desconocido en Chile, tuve que acudir a un colega que estudiaba en EE.UU. para que me enviara bibliografía.
Entendí que el tema tsunami era muy novedoso y constituía un riesgo a nivel nacional, esto me ancló y comienza mi primer trabajo, el Proyecto Tsunami, que daba respuesta integral al tema. Luego a finales de los 90 se crea el Centro de Ingeniería en Mitigación de Catástrofes Naturales, CIMCN, probablemente uno de los primeros centros de investigación de la UA y de Chile en esta materia.
¿Cómo ha cambiado su visión del riesgo natural a partir de la pandemia?
- Mi visión de la pandemia es que un hecho biológico y las fuerzas de la tierra un hecho físico, y si por mala fortuna ocurre un evento de magnitudes, sería como la tormenta perfecta. Esperemos que el altísimo no junte nunca a los dos.
¿Cree que los antofagastinos han aprendido a convivir con los riesgos que tenemos?
- Desde finales de los años 80 venimos trabajando en estos temas, dando charlas, clases, libros, entrevistas, simulaciones, softwares, etc., la prensa y Tv ha sido nuestro mejor aliado en la difusión local. De modo que si se toma en cuenta la cantidad de años y el volumen de información aportado, sin dudas, la ciudad y Región tienen un alto grado de concientización e información que permite a las personas tomar decisiones por sí solos ante un evento sea aluvial, terremoto o tsunami.
¿Qué es lo que más le gusta de la región que tenemos?
- Lo que más me agrada es el excelente clima, el desierto y el mar. Por supuesto las inmejorables oportunidades de trabajo y emprendimiento que otorga la presencia de las grandes mineras. Varios de mis alumnos ingenieros civiles geomensores-geomáticos en corto tiempo se han transformado en empresarios de muy buen nivel. Es una alegría ver cómo hoy ofrecen trabajo a numerosas personas.
¿Qué cree que nos falta para ser un mejor lugar para vivir?
- Creo que debemos diversificar nuestra actividad económica, existe una tremenda oportunidad de ser puertos de salida de Brasil especialmente. Eso nos aseguraría que los vaivenes del cobre no resientan nuestra economía. Pero sobre todo, que disminuya el centralismo, poco se puede obtener cuando todo se maneja en Santiago.
¿Cómo se definiría como persona?
- Obstinado, cuando nadie hablaba de tsunami y muchos hacían chistes de este tema, el grupo que dirigía permanecía firme, hasta que el tiempo y los hechos nos dieron la razón. Hoy nadie festina con el tema, es más, recibimos elogios y reconocimientos.
¿En lo personal, a quién o quiénes admira?
- Admiro a los líderes que sostienen ideales y no se rinden, como Sir W. Churchill, y a los creativos que nos cambian el modo de pensar y actuar, como los Beatles.
¿Dónde se imagina en diez años más?
- Curioso, me imagino dando charlas y conferencias en distintos lugares. Me agrada mucho cuando la gente comprende la mecánica y dinámica de las fuerzas de la tierra y dejan de temer porque ahora entienden su accionar y aprenden como actuar.