"Estoy hecho de sol y tierra"
ANTOFAGASTINIDAD. Juan Bassi Estay, camionero y dirigente nacional del gremio.
Juan Bassi Estay nació en 1960 en un pequeño pueblo de la Tercera Región, en una familia de camioneros y agricultores.
Su padre, Ambrosio Bassi Pacheco, se dedicaba al campo y al transporte de ganado y minerales en un pequeño camión Chevrolet, mientras su madre, Carmen Estay Álamos, cuidaba a los 7 hijos del matrimonio, cuatro varones y tres mujeres.
Bassi supo del amor por los caminos desde pequeño, pero fue a los 21 años cuando se inicia definitivamente en este oficio, que le ha dado grandes retribuciones, según reconoce.
Hoy tiene 59 años, y ya no conduce tanto como antes, pero sigue ligado a los fierros a través de su rol gremial, como vicepresidente de la Confederación Nacional de Camioneros de Chile, presidente de la Federación del Norte, y tesorero de Agrecam de Calama.
¿Dónde pasó la niñez y qué recuerdos guarda de ella?
- En Copiapó, en el pueblo de San Fernando, que hoy ya no existe. Era un vergel, la niñez más linda que pude tener.
Recuerdo que era una casa de campo. Mi familia tenía dos actividades, campo y camiones. Mi padre era camionero, trabajaba para la minería, pero también tenía animales y siembras. Yo me críe en ese lugar con mis siete hermanos. A los 21 años salí del servicio militar y tomé de la decisión de venirme más al norte, a Calama, y nunca más me moví de acá.
¿A qué edad se subió por primera vez a un camión?
- La primera vez fue a los 10 años, cuando acompañé a un tío en un viaje en camión a Santiago, y de ahí quedé impregnado de la vida del camionero. Después en Calama saqué mi licencia y me inserté trabajando en los camiones.
¿Cómo es realmente la vida de un camionero?
- De mucho sacrificio, esfuerzo, donde uno deja a la familia y se pierde muchas cosas, como ver crecer a los hijos.
Uno de mis hijos me dice siempre que le hubiera gustado haber ido más al estadio conmigo, pero yo no podía por el trabajo. Todo el tiempo que tenía trataba disfrutarlo con ellos. Recuerdo que en el verano me llevaba a la familia arriba del camión y nos íbamos viaje al sur, paseábamos y trabajábamos. Es complicada esta vida, pero entre sumas y restas, es la actividad más linda que existe para mí.
¿Qué experiencias son las que más lo han marcado arriba de un camión?
- Haber trabajado fuera de Chile, en Argentina, y conocer a mi país de punta a punta. Haber comenzado los proyectos de la minería, y transportando los materiales para engrandecer a nuestra región.
También hay experiencias malas. La peor fue una vez que me volqué en María Elena, cuando mi mujer estaba embarazada de mi hija, fue un descuido, un error mío, y pasó. Esa vez me puse analizar la vida, y ahí cambió algo en mí, quise estar más con mi familia, dedicarles un poco más de tiempo, porque en cualquier momento la vida se va.
¿Qué es lo que más le gusta de la región que tenemos?
- El Desierto, su paisaje, su gente, sus atardeceres, que no hay otros iguales en el mundo.
Yo no cambiaría el norte por ninguna parte. Soy amante de San Pedro, Calama, me gusta Antofagasta, Iquique. Cuando voy al sur, no me llama la atención ni la lluvia ni el verde. Estoy hecho de sol y tierra.
¿Qué cree que nos falta para ser un mejor lugar para vivir?
- Creernos el cuento que somos una región incomparable en su belleza y sus riquezas, defendiendo los derechos y enalteciendo cada rincón que habitamos. Veo que hay alto potencial en la región. Siempre lo he dicho en mis reuniones gremiales, ¿que sería de Chile sin la Segunda Región? Tenemos toda la riqueza, tenemos costa, minerales, litio, tenemos conexiones con Argentina, con Brasil, tenemos puertos, tenemos todo. Chile es lo que es gracias a nosotros.
¿En lo personal, cómo ha vivido esta pandemia?
- Trabajando, cuidando y apoyando a cada persona de nuestro gremio de camioneros, para que no nos golpee tan fuerte el virus. Ha sido duro, esto de no poder salir a ninguna parte nos ha afectado mucho, como a toda la gente. Esta pandemia ha sido bien complicada para todos, y hay que ser fuertes para salir bien.
¿Cómo se definiría como persona?
- Como una persona que apoya al pequeño transportista, para que pueda surgir. Estoy orgulloso de ser un gremialista y aportar con un granito de arena en el transporte.
En lo personal, siempre me dediqué al 100% a mi familia. Mi señora era profesora, ella hace cinco años falleció. Tengo dos hijos veterinarios y uno profesor. Tengo amigos a lo largo de todo Chile, me considero que una persona solidaria y trabajadora.
¿Tiene sus sueños no cumplidos?
- No haber podido llegar a la vejez con mi señora, quien hace un tiempo se fue a un lugar mejor a descansar. Me duele también que ella no pudiera ver a sus hijos ya profesionales.
¿Donde se imagina en diez años?
En San Pedro de Atacama con mis hijos y nietos, sabiendo que ellos tienen descendencia atacameña.