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Francisco, Daniels
Asociación, P. Neruda.
"Quisimos ayudar porque hemos seguido de cerca la explosión social de la pandemia en Antofagasta y sus consecuencias".
"Antofagasta Somos Todos", quienes, motivados por las diferentes necesidades de la comunidad, a raíz de la pandemia, buscan las formas de ayudar, articulando y entrelanzando diferentes voluntades.
En una primera etapa de su programa, estuvieron repartiendo cerca de 7.700 cajas a las familias más vulnerables de la ciudad. Hoy, se encuentran trabajando una segunda fase del programa, la cual consiste en apoyar las ollas comunes que se realizan al interior de los campamentos. Ya han intervenido 40 asentamientos.
"Ante la actual crisis sanitaria y económica que afecta al país, y particularmente a la zona, como Alianza Antofagasta nos hemos organizado para estar disponibles, llegando a poblaciones, barrios y campamentos con familias vulnerables, en compañía de organizaciones de la sociedad civil que ya trabajan en el territorio".
Agregó que como Alianza Antofagasta, una vez termine la emergencia, "realizaremos un ejercicio de análisis de los pilares de la Alianza Antofagasta para mantener la sintonía con las necesidades del territorio de Antofagasta, después de la pandemia".
Otras iniciativas
El Club de Lectura Rebelde, impulsado por la antofagastina Marcela Mercado, nace en pleno Estallido Social con el fin de leer el fenómeno que se instalaba en el país, a través de la revisión de los grandes clásicos de la literatura universal, como "1984", o "Un mundo feliz", del escritor británico Aldous Huxley.
Aparecida la pandemia, las actividades del grupo siguieron vía zoom y redes sociales con el fin de fomentar y apoyar la lectura de niños, pero detectada la crisis alimentaria es que el Club se volcó su apoyo a ollas comunes y campamentos. "Cuando la crisis alimentaria se desbordó, y con ocasión de apoyar a ciudadanos bolivianos que se habían quedado varados y sin apoyo en Antofagasta, es que quisimos comenzar a apoyar a estos sectores. "En este sentido la sociedad civil se ha articulado, en particular hemos desarrollado un trabajo colaborativo en territorio junto a Movimiento Urbano". Marcela Mercado explicó que actualmente están entusiasmados levantando puntos de Lectura o pequeñas bibliotecas para acompañar a los niños que se encuentran sin acceso a la educación.
"Hace un mes y medio surgió la idea de levantar una pequeña biblioteca en el Campamento Altamira. Se trataba de una toma reciente, en pleno cerro de la ciudad, familias de desempleados que habían perdido sus ingresos, se habían instalado en ese lugar buscando dónde vivir. Levantamos un Punto de Lectura y, a la fecha ya se han implementado tres: Campamento Altamira, Caleta Constitución y Caleta Errázuriz", puntualizó.
Cada fin de semana acuden a los puntos de lectura realizando talleres y cuenta cuentos. "Ante la ausencia de cuidados y soluciones de parte de autoridades, pretendemos dotar de sentido nuestra ayuda, aportando con sueños, aventuras y ficciones, todo aquello que sólo la literatura puede brindar", señaló.
Seguridad
Otra de las iniciativas que es preciso destacar, es la que lleva adelante Fabián Ossandón, con la ONG AntofaSegura, en población el Golf. Aquí, según comentó el mismo, se está levantando información constante, respecto de las diversas problemáticas de esta población.
En este contexto, explicó Ossandón, el sector de "Puerto Viejo", dentro de la población, se ha vuelto un problema de seguridad mayor, ya que amenaza la seguridad de los vecinos, al ser frecuentado por diversas personas, que utilizan el lugar para votar basura y consumo de drogas.
"Hemos recorrido distintos puntos de la población, y nos hemos dado cuenta que está en completo abandono. Esto no puede seguir así, se tiene que hacer algo", declaró.
Esther, Croudo
Alianza, Antofagasta.
"Nos preparamos para estar disponibles, buscando maneras para ayudar. Estos son momentos difíciles para todos".
Pablo, Godoy
dueño de, Amares.
"Buscamos una forma de poder abrir el negocio y ayudar a las personas que más lo necesitan, junto a dos locales en Santiago".
Marcela, Mercado
Club de Lectura Rebelde.
"Quisimos ayudar a las familias que por temas económicos, se fueron a las tomas, donde no hay acceso a la educación".