Andrea Amosson es finalista con su novela histórica Las Mujeres de la Guerra
CULTURA. Andrea Amosson nació en Antofagasta y creció en la pampa salitrera, aunque actualmente vive en Dallas.
Con 22 años de trayectoria, los International Latino Book Awards se han consolidado como los mayores premios literarios que se entregan en Estados Unidos y han tenido entre sus ganadores a grandes de la literatura como Isabel Allende, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez.
La escritora antofagastina Andrea Amosson resultó nuevamente finalista con su novela histórica Las Mujeres de la Guerra.
Cabe recordar que en 2017 se adjudicó el primer lugar en categoría Mejor libro con enfoque latino por su novela "Las Lunas de Atacama"; resultó en segunda posición en la misma categoría en 2018, con la colección de cuentos publicada en Estados Unidos "Érase una vez Laurides"; mientras que en 2016 ocupó la segunda posición con su libro "Cuentos encaderados".
Las mujeres de la Guerra es una novela publicada en 2019 por Ediciones B, que relata la vida de Vera Ninkovic, una mujer que llega a Chile junto a su marido, un naturalista norteamericano fascinado por las aves del fin del mundo. Será en estas tierras donde se encuentra con los inicios de la Guerra del Pacífico.
Instalada finalmente en Iquique, funda un periódico, cría a su hijo y se prepara para enfrentar con un grupo de mujeres de distintos orígenes, el bloqueo del puerto, con sus consecuencias en la población civil.
"Estoy muy contenta y agradecida. Ser finalista es un gran reconocimiento y una excelente oportunidad de llevar los paisajes y las historias de mi tierra nortina al mundo", comenta Andrea Amosson.
Es periodista de la Universidad Católica del Norte, egresada de la Maestría en Literatura Hispanoamericana y Chilena en la Universidad de Chile, y becada en el Taller de Escritura de la Universidad Complutense de Madrid.
La ceremonia de premiación de los 22nd International Latino Book Awards (Premio Internacional del Libro Latino) se transmitirá en línea desde Los Ángeles, California, el próximo 12 de septiembre.
El libro está disponible en librerías de Chile, en formato impreso y ebook.
¿Cuándo te fuiste a EE.UU. y por qué?
- Llegamos a Texas el 2011, directamente a Dallas. La razón fue la salud de mi hijo mayor. Vivíamos en Costa Rica y se enfermó grave del dengue, lo que nos llevó a pedir un traslado. Como mi esposo es originario de aquí, su organización aceptó mudarnos y ha sido un gran beneficio para la familia, porque hemos podido recibir atención médica de alta calidad no sólo para mi niño mayor sino que para mi hijo chiquito también. Los dos tienen temas de salud y aquí reciben atención médica sin costo.
La vida
Amosson tiene cinco libros publicados, dos colecciones de cuentos, tres novelas, más participación en ocho antologías.
Nació en 1973 y pasó sus primeros años en la casa de sus abuelos maternos, con su mamá que trabajaba como enfermera, mientras mi papá terminaba sus estudios de ingeniería en Santiago.
"Antes de cumplir siete años nos fuimos a vivir a Pedro de Valdivia y siento que allí se inicia mi infancia, que fue mágica, muy protegida de la tragedia que vivía el resto del país por gran contraste, con tardes calurosas, juegos interminables y amistades que a la fecha se conservan. La gente de la pampa tiene una identidad muy clara y un apego fuerte a su tierra".
¿Cuánto tiempo tardaste en escribir tu última novela?
- Alrededor de 20 meses.
¿Habías escrito algo ambientado en la Guerra del Pacífico?
- No, era un tema que me rondaba pero no lo había abordado.
¿En lo personal y familiar... ¿Cómo ha sido la experiencia del covid y el tenso proceso eleccionario en EE.UU.?
- La experiencia del virus ha sido estresante, vivo preocupada por mi familia y amigos en Chile; y la familia y amigos de acá. Al mismo tiempo, como latina, inmigrante y mujer, han sido años difíciles durante esta administración, porque nos vilipendian a menudo. El clima social cambió mucho con el inicio del gobierno de Trump, nos hemos ido deteriorando como sociedad, siento que fallamos en pensar de manera colectiva. La administración actual hizo que reflotaran graves problemas como el racismo. De repente ya no está sancionado ser racista o misógino, porque quien está a la cabeza del país no lo sanciona sino que lo alienta. Es muy preocupante y al parecer sólo se pondrá peor con estas elecciones. Lo bueno es que la sociedad civil es muy activa y hasta que no se contabilice el último voto electoral, hay esperanzas.
¿Cómo interpretas las dificultades de Chile, tan marcadas por la pandemia y el estallido social?
- Las observo con raíces en común. El hecho de que haya personas que rompan la cuarentena porque no tienen ahorros, sino deudas y sus ingresos se los ganan día a día.
El hecho de que un paciente no recibirá los mismos recursos ni estará con la misma infraestructura en un hospital público, comparado con una clínica privada. La debilidad del sistema educativo, que repercute en el auto-cuidado y en la calidad de vida a largo plazo. Son muchas aristas que convergen en el mismo punto: la grave desigualdad en Chile. Lo estamos viendo en EE.UU. también, la riqueza se está concentrando más y más y la brecha entre ricos y pobres se agranda cada año.
"La gente de la pampa tiene una identidad muy clara y un apego fuerte a su tierra. Es otro modo de vivir, difícil de explicar".