Correo
Antofagasta
He visto los pintados de calles en el centro de la ciudad para privilegiar la distancia social entre peatones. ¿No era más sencillo direccionar el recorrido según la vereda? Era más fácil.
Andrea González P.
Municipalidad
Por todos es sabido, que los gobiernos municipales son un trofeo muy apetecido por los partidos políticos, ya que su cercanía con la gente (electores), los lleva a cosechar buenos dividendos en las parlamentarias, pero con motivo de la situación de la Sra. Karen Rojo, el reemplazante natural era el Sr. Santolaya, militante de la UDI, pero las reglas del juego eran otras, había que llevarlo a votación y acá aparece la pobreza humana, el factor Núñez. Copio textual la publicación del 6 de agosto: "El afán desmedido de la diputada Nuñez en buscar la senatorial, pasa por arriba de los partidos e interviene en la elección municipal. Lo que deja en evidencia una alianza explícita de la parlamentaria con la izquierda", idea que comparto a la luz de los hechos.
Indicativos hay muchos pero aparte de su nefasta alianza, muchos de quienes votaron por ella están desilusionados por su actuar como persona, pues no le importó el costo de su lucha personal con la Sra. Karen Rojo, el ingreso del Sr. López como asesor político.
Creo que queda claro el nombre de la obra: "Dividir para reinar", finalmente hago un llamado a los electores y a todos a quienes se sintieron engañados con lindas palabras o por regalo de muñecas traídas desde China.
Roberto Espinosa Fabres
Plebiscitos 1978 y 1980
El Plebiscito del 4-1-1978, fue para consultar por el apoyo o rechazo a la legitimidad del gobierno. El voto tenía impreso "Frente a la agresión internacional desatada en contra del gobierno de nuestra Patria, respaldo al Presidente Pinochet en su defensa de la legitimidad del gobierno de la República para encabezar el proceso de institucionalización del país".
La forma en que se validó la participación en la actividad fue a través de cortar con tijera la punta del carnet de identidad a quienes votaron. La opción SI (apoyo) obtuvo 4.177.064 votos (78,7 %) y el NO logró 1.131.115 votos (21,3 %). La legitimidad de los resultados fue seriamente cuestionada pues no existían los registros electorales, ni garantías mínimas de transparencia, además de una fuerte censura a los medios de comunicación.
El plebiscito del 11-9-1980, con participación obligatoria, la opción SI (apoyo) obtuvo 4.204.879 votos (67,04 %) y el NO logró 1.893.420 votos (30,19 %). Así se aprobó la Constitución de 1980, confirmándose en el cargo de presidente al general Augusto Pinochet. Los resultados fueron objetados por la oposición, por no existir registros electorales. El ex agente de la DINA y CNI, Jorgelino Vergara, ayudante de Manuel Contreras, detalla en un libro que, los uniformados y funcionarios públicos leales al régimen, recibieron orden de concurrir a votar varias veces para lograr aprobar de la Constitución de 1980.
Derico Cofré Catril
Impuesto a los súper ricos
La propuesta de establecer un impuesto denominado "a los súper ricos", descansa sobre una premisa falaz, consistente en que los ricos, no pagarían ya suficientes impuestos, por lo cual es necesario aumentar su contribución al erario fiscal.
Se suele olvidar, que en Chile tenemos un impuesto a la renta progresivo y por tramo, lo que significa que quien gana más, debe tributar más. Así, cada renta adicional que percibe una persona de altos ingresos, que está en el tramo más alto del Global Complementario, debe pagar 40% de impuesto, sea que se lo retengan de su sueldo o bono, o porque él debe pagarlo en su declaración anual de abril.
Lo anterior se suma a otros impuestos de carácter patrimonial, en los cuales quien tiene más, paga más, como ocurre con las contribuciones de bienes raíces y el impuesto a la herencia. En Chile, los más ricos, pagan más impuestos. Terminemos con las falacias.
Claudio Bustos
La Araucanía
Sr. Director, hace falta creencias políticas y socialmente convincentes, una biunívoca relación de hermandad entre el resignado y el exigente, pues el retraso social madurativo que estamos viviendo en la Zona de la Araucanía, es definitivamente un trastorno para el desarrollo, que aunque geográficamente localizado ostenta virar a otras regiones de País. Las maniobras distractivas de constante destrucción en la "Zona Roja" persiguen atraer la atención y desequilibrar su objetivo final, esto es, el Gobierno Regional y del País, en una anarquía y nihilismo desbordante como expansionista de envergadura.
Enrique A. Aravena