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Crisis financiera en los municipios

Las cuarentenas y la menor actividad asociada está afectando peligrosamente las finanzas de los gobiernos comunales, sobre todo de los más pequeños. Los municipios son el primer eslabón del Estado en los territorios, y por ende, piezas fundamentales en cualquier intento de organizar un plan de apoyo a las familias más vulnerables en esta pandemia.
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La pandemia de coronavirus que hace seis meses golpea al país y al mundo, está llevando a una profunda crisis económica a las municipalidades, que han visto caer sus presupuestos debido a la suspensión de pagos y derechos, y los menores aportes que reciben de casinos, impuesto territorial, patentes y otras vías de financiamiento habituales.

El escenario era previsible, pero no por eso se pudo evitar. En marzo y abril ya se advertía que las cuarentenas, el cierre de negocios y la menor actividad en general pronto iban a impactar en las arcas comunales, y ciertamente así ha ocurrido.

En la región las tres municipalidades más grandes: Antofagasta, Calama y Tocopilla, confirmaron la semana pasada que los ingresos propios (aquellos que autogenera la municipalidad y que en casos como Antofagasta representan el 65% del presupuesto total) serán inferiores a lo proyectado a inicios de año, lo que obligará a rebajar gasto y concentrar recursos en lo esencial.

Hay que considerar también que los menores ingresos municipales tendrán un impacto en el Fondo Común Municipal (FCM), que se alimenta de los recursos que aportan los mismos gobiernos comunales, y que luego se redistribuyen con un criterio de solidaridad, entregando más a las comunas más pobres.

Así, las municipalidades más pequeñas y que sustentan sus finanzas mayormente con el FCM, tienen un escenario complejo por delante.

Las municipalidades son el primer eslabón del Estado en los territorios y por ende su rol es fundamental, sobre todo en tiempos como los actuales, donde no sólo deben garantizar el funcionamiento de los servicios básicos (alumbrado, áreas verdes, semáforos, vertederos, educación y salud), sino que además atender las necesidades sociales que, como sabemos, han ido en aumento.

A la fecha, el apoyo estatal a los municipios ha sido modesto, y debe robustecerse. Alcaldes de todos los colores políticos así lo han manifestado y ese llamado no cabe sino compartirlo y amplificarlo. Los municipios son la primera línea de la ayuda social y sería un error y una injusticia descuidarlos.

Crisis financiera en los municipios

Las cuarentenas y la menor actividad asociada está afectando peligrosamente las finanzas de los gobiernos comunales, sobre todo de los más pequeños. Los municipios son el primer eslabón del Estado en los territorios, y por ende, piezas fundamentales en cualquier intento de organizar un plan de apoyo a las familias más vulnerables en esta pandemia.
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La pandemia de coronavirus que hace seis meses golpea al país y al mundo, está llevando a una profunda crisis económica a las municipalidades, que han visto caer sus presupuestos debido a la suspensión de pagos y derechos, y los menores aportes que reciben de casinos, impuesto territorial, patentes y otras vías de financiamiento habituales.

El escenario era previsible, pero no por eso se pudo evitar. En marzo y abril ya se advertía que las cuarentenas, el cierre de negocios y la menor actividad en general pronto iban a impactar en las arcas comunales, y ciertamente así ha ocurrido.

En la región las tres municipalidades más grandes: Antofagasta, Calama y Tocopilla, confirmaron la semana pasada que los ingresos propios (aquellos que autogenera la municipalidad y que en casos como Antofagasta representan el 65% del presupuesto total) serán inferiores a lo proyectado a inicios de año, lo que obligará a rebajar gasto y concentrar recursos en lo esencial.

Hay que considerar también que los menores ingresos municipales tendrán un impacto en el Fondo Común Municipal (FCM), que se alimenta de los recursos que aportan los mismos gobiernos comunales, y que luego se redistribuyen con un criterio de solidaridad, entregando más a las comunas más pobres.

Así, las municipalidades más pequeñas y que sustentan sus finanzas mayormente con el FCM, tienen un escenario complejo por delante.

Las municipalidades son el primer eslabón del Estado en los territorios y por ende su rol es fundamental, sobre todo en tiempos como los actuales, donde no sólo deben garantizar el funcionamiento de los servicios básicos (alumbrado, áreas verdes, semáforos, vertederos, educación y salud), sino que además atender las necesidades sociales que, como sabemos, han ido en aumento.

A la fecha, el apoyo estatal a los municipios ha sido modesto, y debe robustecerse. Alcaldes de todos los colores políticos así lo han manifestado y ese llamado no cabe sino compartirlo y amplificarlo. Los municipios son la primera línea de la ayuda social y sería un error y una injusticia descuidarlos.

Puerto y Minería: actividades clave

"Nos seguimos preparando para apoyar los requerimientos y demandas de la minería". León Cohen Delpiano, Presidente Directorio Empresa Portuaria Antofagasta
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Tras ya cien años de operación, no cabe duda de la vocación de Puerto Antofagasta, el que se ha convertido en un aliado estratégico de la minería tanto metálica como no metálica, ambas motor y carta de presentación de nuestra región. Estamos presente en cada etapa del desarrollo de un proyecto minero, desde la llegada del equipamiento requerido para el montaje de las instalaciones y faenas, el que ingresa a través de nuestros terminales, hasta, una vez que culmina el proceso productivo, ser la puerta de salida para la exportación de los productos finales.

La difícil época de pandemia que estamos viviendo no ha sido un impedimento para que Puerto Antofagasta, implementando todas las medidas preventivas que indica la autoridad sanitaria, esté ofreciendo la continuidad operacional que la minería y el comercio exterior requieren. Lo anterior ha sido destacado en un estudio realizado por la Universidad de Valparaíso, que concluyó que la pandemia demostró que el sistema logístico-portuario chileno es "un sistema robusto". Esto, gracias a que existe la firme voluntad de los principales actores de la cadena para mantener la cadena logística portuaria funcionando. En el caso de nuestro puerto de Antofagasta, esta ha sido la actitud de todos, incluyendo clientes mineros, operadores, transportistas, trabajadores y entidades públicas.

Desde una perspectiva más amplia, creo importante destacar el gran esfuerzo colaborativo con la industria minera que fue el "Acuerdo de Producción Limpia Logístico Minero Puerto Antofagasta", iniciativa en que Empresa Portuaria de Antofagasta, Antofagasta Terminal Internacional, Codelco, Minera Sierra Gorda, Fundición Altonorte y FCAB, junto a autoridades y organismos públicos, avanzaron en forma muy relevante, y de manera voluntaria, en mejorar los estándares ambientales en el transporte de concentrados minerales a granel.

Esta actividad, que implicó una inversión de más de 18 millones de dólares, ha sido resaltada por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, organismo que lidera los APL, como un acuerdo "referente", por incluir a toda la cadena logística en la mejora de sus estándares. La implementación exitosa de esta iniciativa fue certificada en 2019. Esta línea de trabajo que viene haciendo Puerto Antofagasta por modernizar y mejorar sus operaciones, incorporando las mejores prácticas y estándares ambientales, alcanza un nuevo hito muy recientemente, al obtener la certificación Internacional ECOPORTS, especializada en materias ambientales en puertos, convirtiéndonos en el primer puerto público chileno en recibirla.

En el Puerto Antofagasta nos seguimos preparando para apoyar los requerimientos y demandas de la minería del norte de Chile y de los países vecinos, para mantenernos como un actor relevante en la comuna, a través del empleo y del apoyo a la actividad y comunidad local, y trabajando día a día por continuar aportando al desarrollo de la región y el país.

Puerto y Minería: actividades clave

"Nos seguimos preparando para apoyar los requerimientos y demandas de la minería". León Cohen Delpiano, Presidente Directorio Empresa Portuaria Antofagasta
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Tras ya cien años de operación, no cabe duda de la vocación de Puerto Antofagasta, el que se ha convertido en un aliado estratégico de la minería tanto metálica como no metálica, ambas motor y carta de presentación de nuestra región. Estamos presente en cada etapa del desarrollo de un proyecto minero, desde la llegada del equipamiento requerido para el montaje de las instalaciones y faenas, el que ingresa a través de nuestros terminales, hasta, una vez que culmina el proceso productivo, ser la puerta de salida para la exportación de los productos finales.

La difícil época de pandemia que estamos viviendo no ha sido un impedimento para que Puerto Antofagasta, implementando todas las medidas preventivas que indica la autoridad sanitaria, esté ofreciendo la continuidad operacional que la minería y el comercio exterior requieren. Lo anterior ha sido destacado en un estudio realizado por la Universidad de Valparaíso, que concluyó que la pandemia demostró que el sistema logístico-portuario chileno es "un sistema robusto". Esto, gracias a que existe la firme voluntad de los principales actores de la cadena para mantener la cadena logística portuaria funcionando. En el caso de nuestro puerto de Antofagasta, esta ha sido la actitud de todos, incluyendo clientes mineros, operadores, transportistas, trabajadores y entidades públicas.

Desde una perspectiva más amplia, creo importante destacar el gran esfuerzo colaborativo con la industria minera que fue el "Acuerdo de Producción Limpia Logístico Minero Puerto Antofagasta", iniciativa en que Empresa Portuaria de Antofagasta, Antofagasta Terminal Internacional, Codelco, Minera Sierra Gorda, Fundición Altonorte y FCAB, junto a autoridades y organismos públicos, avanzaron en forma muy relevante, y de manera voluntaria, en mejorar los estándares ambientales en el transporte de concentrados minerales a granel.

Esta actividad, que implicó una inversión de más de 18 millones de dólares, ha sido resaltada por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, organismo que lidera los APL, como un acuerdo "referente", por incluir a toda la cadena logística en la mejora de sus estándares. La implementación exitosa de esta iniciativa fue certificada en 2019. Esta línea de trabajo que viene haciendo Puerto Antofagasta por modernizar y mejorar sus operaciones, incorporando las mejores prácticas y estándares ambientales, alcanza un nuevo hito muy recientemente, al obtener la certificación Internacional ECOPORTS, especializada en materias ambientales en puertos, convirtiéndonos en el primer puerto público chileno en recibirla.

En el Puerto Antofagasta nos seguimos preparando para apoyar los requerimientos y demandas de la minería del norte de Chile y de los países vecinos, para mantenernos como un actor relevante en la comuna, a través del empleo y del apoyo a la actividad y comunidad local, y trabajando día a día por continuar aportando al desarrollo de la región y el país.

VIH, un desafío permanente

"A nivel nacional, pero también internacional, la preocupación es evitar que se descontinúen las terapias". Pedro Usedo López, Médico, infectólogo
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Chile y el mundo vive bajo la sombra de la pandemia por Sars-CoV-2 o Covid-19, y ha debido concentrar sus esfuerzos sanitarios para hacer frente a esta crisis, obligando a priorizar la atención de pacientes infectados con el coronavirus, evitar más contagios en la población y reforzar la trazabilidad de los casos. Esto ha provocado que se desatienda el tratamiento de otras enfermedades, siendo una de ellas precisamente la atención de personas que viven con VIH.

A nivel nacional, pero también internacional, la preocupación es evitar que se descontinúen las terapias para el control del VIH, pues uno de los principios básicos de este tipo de tratamiento es justamente la adherencia al mismo; es decir, la responsabilidad del paciente seropositivo para que no pause la administración diaria de sus medicamentos. La adherencia siempre es un desafío para los equipos tratantes.

Primero, porque no hay terapia que sea totalmente inofensiva, y lamentablemente éstas tienen efectos secundarios, pudiendo derivar en nuevas patologías o en molestias cotidianas (náuseas o dificultades para dormir, por ejemplo). En su mayoría son tratables, pero sin duda afectan el compromiso de los pacientes para continuar su medicación.

Otro factor que influye en la adherencia es el referido a las dosis. Por ejemplo, cuando surge la píldora anticonceptiva en los años 60, su desarrollo científico avanzó hacia otros métodos que suplieran el olvido natural de "tomarse la pastilla". Así nacen, por ejemplo, los dispositivos intrauterinos o los implantes subcutáneos.

Este mismo "olvido" ocurre con quienes viven con VIH, donde deben consumir varias píldoras al día, y en horarios determinados, por lo que las posibilidades de descuido u omisión son altas.

Por lo mismo, la innovación en terapias antirretrovirales para VIH se ha enfocado por estas dos vertientes: cómo minimizar los efectos secundarios y de qué forma simplificar las dosis, todo con miras a reforzar la adherencia. Eso no sólo mejora la calidad de vida del paciente, sino que contribuye a mantener bajo control su carga viral.

Sin duda es un desafío permanente, que no debe detenerse por el escenario mundial de crisis sanitaria. Es más, el campo de investigación del SIDA, con cerca de 40 años de existencia, ha sido base fundamental en la búsqueda incansable y a contrarreloj de una vacuna contra el coronavirus.

No me cabe duda que esta coyuntura permitirá una retroalimentación que favorecerá a que surjan nuevos tratamientos, para atender a los millones de pacientes en el mundo y a los 71 mil chilenos y chilenas que hoy viven con VIH.

Nota de la Redacción. Por un error, en la columna del académico Jorge Molina publicada ayer (diario papel) se agregó un párrafo final que no correspondía al texto. Lamentamos esta falta y pedimos disculpas al autor y los lectores.

VIH, un desafío permanente

"A nivel nacional, pero también internacional, la preocupación es evitar que se descontinúen las terapias". Pedro Usedo López, Médico, infectólogo
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Chile y el mundo vive bajo la sombra de la pandemia por Sars-CoV-2 o Covid-19, y ha debido concentrar sus esfuerzos sanitarios para hacer frente a esta crisis, obligando a priorizar la atención de pacientes infectados con el coronavirus, evitar más contagios en la población y reforzar la trazabilidad de los casos. Esto ha provocado que se desatienda el tratamiento de otras enfermedades, siendo una de ellas precisamente la atención de personas que viven con VIH.

A nivel nacional, pero también internacional, la preocupación es evitar que se descontinúen las terapias para el control del VIH, pues uno de los principios básicos de este tipo de tratamiento es justamente la adherencia al mismo; es decir, la responsabilidad del paciente seropositivo para que no pause la administración diaria de sus medicamentos. La adherencia siempre es un desafío para los equipos tratantes.

Primero, porque no hay terapia que sea totalmente inofensiva, y lamentablemente éstas tienen efectos secundarios, pudiendo derivar en nuevas patologías o en molestias cotidianas (náuseas o dificultades para dormir, por ejemplo). En su mayoría son tratables, pero sin duda afectan el compromiso de los pacientes para continuar su medicación.

Otro factor que influye en la adherencia es el referido a las dosis. Por ejemplo, cuando surge la píldora anticonceptiva en los años 60, su desarrollo científico avanzó hacia otros métodos que suplieran el olvido natural de "tomarse la pastilla". Así nacen, por ejemplo, los dispositivos intrauterinos o los implantes subcutáneos.

Este mismo "olvido" ocurre con quienes viven con VIH, donde deben consumir varias píldoras al día, y en horarios determinados, por lo que las posibilidades de descuido u omisión son altas.

Por lo mismo, la innovación en terapias antirretrovirales para VIH se ha enfocado por estas dos vertientes: cómo minimizar los efectos secundarios y de qué forma simplificar las dosis, todo con miras a reforzar la adherencia. Eso no sólo mejora la calidad de vida del paciente, sino que contribuye a mantener bajo control su carga viral.

Sin duda es un desafío permanente, que no debe detenerse por el escenario mundial de crisis sanitaria. Es más, el campo de investigación del SIDA, con cerca de 40 años de existencia, ha sido base fundamental en la búsqueda incansable y a contrarreloj de una vacuna contra el coronavirus.

No me cabe duda que esta coyuntura permitirá una retroalimentación que favorecerá a que surjan nuevos tratamientos, para atender a los millones de pacientes en el mundo y a los 71 mil chilenos y chilenas que hoy viven con VIH.

Nota de la Redacción. Por un error, en la columna del académico Jorge Molina publicada ayer (diario papel) se agregó un párrafo final que no correspondía al texto. Lamentamos esta falta y pedimos disculpas al autor y los lectores.

Senado aprobó en forma unánime

Esta iniciativa creará un marco jurídico para "avanzar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases efecto invernadero".
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proyecto de ley marco de Cambio Climático

Por unanimidad, la sala del Senado respaldó la idea de legislar del proyecto que crea una ley marco de Cambio Climático y se estableció como plazo de indicaciones el viernes 25 de septiembre hasta las 12.00 horas.

La iniciativa -según un comunicado de la corporación- tiene por objetivo "crear un marco jurídico que permita hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático, transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero, hasta alcanzar y mantener la neutralidad de emisiones de los mismos, reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático y dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado en la materia".

Durante el debate, el senador Alfonso De Urresti manifestó que "la ley marco impacta en distintas materias del ordenamiento que el país tiene que llevar adelante este desafío. Es un compromiso del Estado con organismos internacionales, con normas de adaptación. (…) Chile debe hacer una apuesta, si bien no es un país con alta contaminación, debe hacer una contribución y comprometerse".

El senador José Durana precisó que "nuestra mirada debe ser integral y fundada por principios basados en evidencia científica y priorizándose las que representen los menores costos económicos, ambientales y sociales, con respeto de estos factores y con equidad de género y multiculturalismo".

'zonas de sacrificio'

Asimismo, el senador José Miguel Insulza comentó que "pasamos un mal rato con nuestras zonas de sacrificio y cuando el Gobierno de Chile dio marcha atrás en la suscripción del acuerdo de Escazú y tuvimos una situación lamentable en la Cop 25. Esta votación en general de la ley marco da para pensar en esto y empezar a reparar. (…) Espero que esta ley sea acompañada de una política medioambiental, porque está bastante al debe".

El mensaje incorpora principios orientadores del marco jurídico que se establece, en su conjunto, entre los cuales se encuentran el principio científico, el de costo-efectividad, el de equidad y el de transversalidad, el de no regresión y el de progresividad.

También regula la creación de instrumentos de gestión del cambio climático, entre otros, neutralidad de emisiones al 2050, estrategia climática de largo plazo, contribución determinada a nivel nacional y planes sectoriales de mitigación.

Además, regula la existencia de normas de emisión de gases de efecto invernadero y certificados de reducción de emisiones. Incorpora la posibilidad de que aquellos proyectos que reduzcan o absorban emisiones de gases de efecto invernadero, puedan obtener certificados para el cumplimiento de los límites que establezcan las normas de emisión.

La emisión de gases que causan el efecto invernadero estará dentro de las políticas que coordinará la Ley de Cambio Climático.

Senado aprobó en forma unánime

Esta iniciativa creará un marco jurídico para "avanzar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases efecto invernadero".
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proyecto de ley marco de Cambio Climático

Por unanimidad, la sala del Senado respaldó la idea de legislar del proyecto que crea una ley marco de Cambio Climático y se estableció como plazo de indicaciones el viernes 25 de septiembre hasta las 12.00 horas.

La iniciativa -según un comunicado de la corporación- tiene por objetivo "crear un marco jurídico que permita hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático, transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero, hasta alcanzar y mantener la neutralidad de emisiones de los mismos, reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático y dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado en la materia".

Durante el debate, el senador Alfonso De Urresti manifestó que "la ley marco impacta en distintas materias del ordenamiento que el país tiene que llevar adelante este desafío. Es un compromiso del Estado con organismos internacionales, con normas de adaptación. (…) Chile debe hacer una apuesta, si bien no es un país con alta contaminación, debe hacer una contribución y comprometerse".

El senador José Durana precisó que "nuestra mirada debe ser integral y fundada por principios basados en evidencia científica y priorizándose las que representen los menores costos económicos, ambientales y sociales, con respeto de estos factores y con equidad de género y multiculturalismo".

'zonas de sacrificio'

Asimismo, el senador José Miguel Insulza comentó que "pasamos un mal rato con nuestras zonas de sacrificio y cuando el Gobierno de Chile dio marcha atrás en la suscripción del acuerdo de Escazú y tuvimos una situación lamentable en la Cop 25. Esta votación en general de la ley marco da para pensar en esto y empezar a reparar. (…) Espero que esta ley sea acompañada de una política medioambiental, porque está bastante al debe".

El mensaje incorpora principios orientadores del marco jurídico que se establece, en su conjunto, entre los cuales se encuentran el principio científico, el de costo-efectividad, el de equidad y el de transversalidad, el de no regresión y el de progresividad.

También regula la creación de instrumentos de gestión del cambio climático, entre otros, neutralidad de emisiones al 2050, estrategia climática de largo plazo, contribución determinada a nivel nacional y planes sectoriales de mitigación.

Además, regula la existencia de normas de emisión de gases de efecto invernadero y certificados de reducción de emisiones. Incorpora la posibilidad de que aquellos proyectos que reduzcan o absorban emisiones de gases de efecto invernadero, puedan obtener certificados para el cumplimiento de los límites que establezcan las normas de emisión.

La emisión de gases que causan el efecto invernadero estará dentro de las políticas que coordinará la Ley de Cambio Climático.