Ley de Instrucción Primaria Obligatoria
Profesor de Historia, Geografía y Ed. Cívica
El Magisterio chileno con júbilo conmemora el centenario de la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria del 26 de Agosto de 1920, hecho histórico que introdujo importantes cambios en la educación nacional y que provocó un impacto en la formación del ciudadano del siglo XX destacándose la importante influencia de la Francmasonería chilena con el sello propio de sus postulados de inclusiva, laica y de calidad.
La Ley de Educación configura la gran realización en materia de enseñanza primaria tras una larga e incruenta jornada de tramitación. Su principal impulsor fue el Gran Presidente, que la promulgó el 24 de Noviembre de 1860, Don Manuel Montt. Esta Ley se completó con la del 26 de Agosto de 1920 estableciendo, en lo principal, la Obligatoriedad de la Instrucción primaria en Chile a niños y niñas entre los 6 años a los 14 años de edad.
Ya en 1856 se despertó con efervescencia en los ambientes liberales, el conocimiento del lamentable estado en la que se encontraba la educación Pública, y los esfuerzos por atacar el analfabetismo y deserción que sumaba cifras horrorosas provocando daños sociales irreparables para el país. Por lo mismo, hombres visionarios organizan en la capital la Sociedad de Instrucción Primaria fundando varias escuelas. En Octubre de 1868 se instaló una filial de la Sociedad de Santiago en Valparaíso integrada por hombres probos de la masonería chilena: Juan de Dios Arlegui, Benicio Alamos y Blas Cuevas. También fundaron las escuelas "Domingo Faustino Sarmiento" e "Isidora Goyenechea de Cousiño". En 1872 se inaugura una escuela laica a cargo del ilustre médico Ramón Allende Padín, escuela que llevó su nombre. Es un tiempo en que la doctrina positivista abraza la filosofía educacional sobresaliendo seguidores como Diego Barros Arana, Miguel Luis Amunátegui y Valentín Letelier. Allende Padín en su discurso dijo "La escuela, asilo de todos los niños, no debe tener una creencia oficial, como no la debe tener tampoco el Estado, asilo común de todos los ciudadanos" (Valpo. 1872).
Entrando a las primeras dos décadas del siglo XX, surgen una serie de análisis con mucha fuerza en el debate sobre la Cuestión Social en Chile. Era la herencia no resuelta del siglo XIX y uno de los factores más centrales fue la situación educacional y el efecto que causaba al desarrollo social del país.
En este escenario se destacan hombres que con su compromiso de servidores públicos retomaran la preparación de la ley de Instrucción Primaria Obligatoria. Se destacan librepensadores, políticos y educadores como Enrique McIver y Darío Salas. Mc Iver, líder radical, en su discurso pronunciado en el Ateneo de Santiago sobre la crisis moral de la República dijo: "Pienso que no hay negocio público en Chile más trascendental que éste de la educación de las masas populares (…) a medida que las escuelas aumentan, la población escolar disminuye"(Agosto,1900). Luis Galdames, insigne educador agrega la idea que la educación debía ser con identidad nacional.
A partir de 1920, en Chile se empieza a vivir con otros aires que fortalecen la clase media, principalmente empleados, funcionarios públicos, militares, pequeños comerciantes y, cada vez que avanza el siglo, se va fortaleciendo la enorme brecha social. Un sector marginado se hunde en el inmovilismo socio-cultural excluido de la naciente "burocracia". La educación mantiene la estructura pasada lo que obliga a pensar y actuar en un modelo educativo que abarque todos los sectores de la sociedad, especialmente los más postergados.
Don Enrique Molina, académico y político radical expresa que "lo que he defendido es una educación general completa, que levante su carácter y su personalidad sobre el firme cimiento de una cultura moral". El H Senador de la República Don Juan B. Larrucea en su discurso pronunciado en la clausura de la Asamblea Radical de Valparaíso, el 28 de Febrero de 1904 decía "Yo creo estar en lo cierto, afirmando que la educación primaria laica, gratuita y obligatoria, debe ser aspiración común de todos los librepensadores consecuentes con sus principios".
El tema de la obligatoriedad de la educación primaria venía preocupando a profesores y a personas interesadas en el destino de la gente modesta. EL Senador y profesor Don Pedro Bannen presentó un proyecto de ley el 18 de Junio de 1900 donde destaca que la Instrucción Pública es la base del progreso de una nación. El proyecto no tuvo acogida hasta que los Consejos Pedagógicos de 1902 y 1912 coinciden con la necesidad de establecer la obligatoriedad de la Educación Primaria. Don Darío Salas habla del flagelo del analfabetismo en su libro "El Problema Nacional" (1917); allí recomendaba la Educación Primaria Obligatoria.
Solo la política entiende el periplo por la que pasó la ley antes de su promulgación que quedó despachada con el Nº 3624 del 26 de Agosto de 1920. La dictación entrará a luchar contra el analfabetismo que al año 1920 superaba el 60% de la población entre los 6 y 14 años.
A partir de 1920, en Chile, la Educación Primaria es Obligatoria y Gratuita. Ningún niño o niña entre los 6 y 14 años de edad se les empleará en los campos agrícolas como "temporero" y menos como "espantapájaros".
Mg. Juan Fuentes Villegas,