"Lanzaba la bala contra mi cama y a veces la sesión terminaba con un hoyo en la pared"
Las anécdotas de los entrenamientos de la deportista en modo pandemia y sus planes de medalla para Tokio 2021.
En algún minuto de la pandemia, Francisca Mardones se conectó vía remota con su técnico Rodolfo Ortiz y a él le llamó poderosamente la atención su brazo izquierdo, lo flaco que lo tenía.
"Volviste a tener cuerpo de tenista, te falta McDonald's", bromeó su adiestrador con respecto a su pasado deportivo y dejando entrever que el confinamiento por el coronavirus había dejado huella en la humanidad de Francisca que lucía mucho más delgada.
En efecto, la campeona mundial paralímpica del lanzamiento de bala pasó semanas en que, además de perder el ritmo competitivo por la detención forzada, no pudo entrenar como acostumbra. "Mi centro de operaciones es el CAR del Estadio Nacional, ahí yo realizo todo. Fue una lata, porque imaginaba una gran temporada luego de un 2019 muy bueno en lo deportivo y muy triste en lo familiar por el fallecimiento de mi padre. Al suspenderse todo en marzo, decidí irme a Algarrobo para no dejar sola a mí mamá.
Al principio no tenía la implementación adecuada para entrenar y hacía lo que podía hasta que después de unos meses el Comité Paralímpico me pudo hacer llegar la implementación para armar un mini gimnasio en la casa y ahí las cosas cambiaron del cielo a la tierra", comenta de entrada la deportista nacional de 42 años.
¿Cómo era hasta entonces tu rutina de ejercicios?
-Súper rudimentaria. Por ejemplo, lanzaba la bala contra mi cama varias veces en el día porque nadie me la podía recoger. Mi mamá no puede hacer ese esfuerzo y yo tampoco quería que entrara gente a la casa por temor al contagio, por lo que encontré que era la mejor forma para entrenar el gesto técnico. Claro, de repente me pasaba de revoluciones y la sesión terminaba con un hoyo en la pared, jajaja. Para simular las pesas le quitaba la comida a mi perro y hacía repeticiones con el saco. Todas esas cosas hice. Ahora que tengo de todo estoy recobrando la musculatura perdida y continuando con la planificación, al punto que si no puedo volver al Estadio Nacional o existe un rebrote de contagios ya estoy preparada con lo que necesito.
Con el país ya empezando lentamente el desconfinamiento, ¿cómo sigue el plan maestro?
-Está la idea de ir fuera de Chile en un tiempo más para recuperar el entrenamiento. Hemos hecho peticiones a España, Suiza, Holanda y Nueva Zelandia. Los dos últimos ya nos dijeron que por el momento no reciben extranjeros y España ya tiene rebrotes. Estamos a la espera de lo que opina Suiza. Y si no se da, hay que seguir no más. Con lo que dispongo en casa no hay ninguna razón para no entrenar bien.
¿Es verdad que haces hasta 250 repeticiones diarias lanzando la bala?
-Y 300 veces también. Es bien agotador, porque si además sumo lo que levanto en pesas en el día puedo sumar perfectamente hasta seis toneladas.
Con relación al aspecto más técnico de tu disciplina, tu posición sentada te impide hacer la palanca natural que tiene una balista no paralímpica. ¿Cómo lo haces para lanzar a una distancia de ocho metros un bolón de cuatro kilos? (Su récord mundial es de 8,19 metros).
-La clave es la velocidad de brazo, la potencia, que es la combinación de fuerza más velocidad. Eso es muy efectivo. Recuerda que soy lanzadora oficial desde el 2018, pero previamente, siendo tenista (ex número 11 del mundo) trabajé mucho la velocidad de brazo y la fuerza de hombro. Había una buena base. Cuando ya me hice lanzadora hice modificaciones técnicas para encontrar cuál era mi potencia perfecta. ¿Quieres que te cuente cuál es el secreto?
¿A ver?
-Sucede que cuando empecé a lanzar, mi entrenador insistía que la terminación del brazo debía hacerla hacia afuera, pero yo lo sentía muy incómoda y le dije "no lo siento bien, yo llevo 12 años haciendo la terminación hacia el otro lado, por favor, déjame intentarlo así". Y claro, al hacerlo a mi manera la bala salía mucho más lejos. Entonces se tuvo que rendir y me dijo: "Bueno, eso se llama estilo y qué te voy a corregir si te sale natural".
Del tenis a la bala
¿Por qué razón dejaste el tenis?
-Fue algo multifactorial. Tengo un problema en el brazo derecho y me estaba costando mover la silla con la misma velocidad de antes. Eso hizo que lo dejara. Y ahí busqué algo que no me significara mover la silla. Desde Londres 2012 que me venían tentando con la bala. El técnico de Cristián Valenzuela (atleta chileno campeón paralímpico en Londres 2012) me decía: "Tú tienes buen brazo, tienes fuerza en el servicio, lo harías bien. Le agradecí los piropos, pero no fue sino hasta el 2017, cuando ya competía con dolor, que hice el cambio. Todo se dio natural.
¿Echas de menos el tenis?
-Competitivamente, no, pero sí echar la talla con los amigos, jugar un partidito a lo lejos con buenos puntos, pero no puedo ahora por riesgo de lesionarme. Tengo permiso después de los Juegos de Tokio. No me reprocho nada, porque lo pasé muy bien. Conocí a ídolos como Serena Williams, Rafael Nadal o Roger Federer. De hecho, con el suizo tengo una anécdota muy buena y que sucedió en un US Open donde fui invitada.
¿Qué pasó ahí?
-Yo estaba esperando un ascensor y este no bajaba nunca. Entonces me fui para un lado y me puse a conversar con una persona. Pasaron como dos minutos y mi interlocutor me avisa que me estaban esperando. Era Federer que tenía el botón del ascensor apretado, esperándome que me desocupara para que subiéramos. Como buen caballero, no me dijo nada.
Ahora hay que recuperar el tiempo perdido y con todo lo que ha sucedido, ¿cuál es el objetivo? ¿Una nueva marca? ¿La medalla?
-Tengo súper claro que sí o sí me va a pasar la cuenta la falta de continuidad. Tengo muchas ganas de conseguir una medalla versus un récord, que es más difícil, por lo que te conté anteriormente. Cinco meses menos de trabajo, eso afecta. Seguramente la deportista china que pelee conmigo ha tenido más continuidad, pero bueno, nadie dijo que esto era fácil y hay que darle no más. Vamos a ver si se hacen también los Juegos, si hay vacuna. Llegado el minuto evaluaremos.
Se supone que con los Juegos de Tokio bajabas la cortina a tu carrera. ¿Eso cambió?
-Sí, porque quiero competir por Chile en los Juegos Parapanamericamos de Santiago 2023 y aportar que las medallas se queden en casa. Por otro lado, esta disciplina que yo practico permite más longevidad y mi técnico me tiene convencida que en el Mundial de París 2024 alcanzaré mi peak. Veamos qué pasa.
A propósito de colegas balistas, Natalia Ducó ya está en la final del programa Masterchef Celebrity y en uno de los capítulos te homenajeó con un plato muy elaborado al que bautizó con tu nombre. ¿Qué sentiste?
-Sí, vi ese capítulo y me sorprendió, porque habló con mucho cariño. Fue emocionante que en ese contexto de competencia tuviese un minuto para recordarme. A Natalia la conozco hace varios años, siempre me apoyaba, siempre muy solidaria. Cuando me pasé a la bala se preocupó de darme un par de consejos y quedó esa linda relación.
Ojalá supere sus temas y pueda volver a competir. Lo del doping fue duro y no la juzgo. Solo quiero que le vaya bien. Al verla en acción me parece que cocina increíble, cuestión que no me sorprende, porque es muy artista. Estudia sicología, pinta y tiene mucha sensibilidad. Eso lo traspasa a sus platos y por lo que he visto tiene muchas chances de ganar. Y por supuesto que quiero probar mi plato.
"Conocí a ídolos como Serena Williams, Rafael Nadal o Roger Federer. De hecho, con el suizo tengo una anécdota muy buena y que sucedió en un US Open donde fui invitada". "Me emocionó mucho que Natalia (Ducó) le pusiera mi nombre a uno de sus platos en Masterchef. Cocina increíble, cuestión que no me sorprende porque es muy artista".
300 repeticiones diarias de lanzamiento de bala puede llegar a completar Francisca Mardones.