Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Contraportada

Medicamentos como un bien social en la pandemia

E-mail Compartir

La pandemia ha generado cifras alarmantes de contagios y muertes. En ese escenario, es urgente contar con medicamentos para tratar a los pacientes, reducir su estancia hospitalaria, la gravedad de sus síntomas, así como disminuir la mortalidad. En esta línea, es que han aparecido prototipos de vacuna con la finalidad de contar con una protección, sin embargo, aún se encuentran en estudio.

Por ende, ante la falta de vacuna, se necesitan medicamentos que puedan ayudarnos a tratar a los pacientes. Han aparecido diversos estudios que han señalado la presunta utilidad de fármacos como la dexametasona, ivermectina, entre otros, y también ha surgido la utilidad de una molécula poco conocida, el remdesivir.

Es un fármaco antiviral que fue desarrollado para tratar a los pacientes que presentaban ébola, sin embargo, también ha demostrado efectividad frente al SARS-CoV y al MERS-CoV en modelos in vitro y animales, por lo que se propone que teóricamente pudiese ser efectivo en el tratamiento del covid-19.

En específico, los estudios existentes han sido desarrollados en pacientes graves con covid-19 y, si bien existe un poco de controversia respecto a estos estudios pues han sido realizados en un número pequeño de pacientes, por lo que se piensa que no se pueden establecer resultados concluyentes, se asocia el uso de remdesivir con una reducción de aproximadamente cuatro días en la recuperación de los pacientes. Asimismo, se postula que podría generar una mejoría en pacientes graves y una reducción en sus síntomas respiratorios y febriles, puesto que generaría una disminución en la replicación del virus a nivel respiratorio.

No obstante, se requieren más estudios que respalden fehacientemente la efectividad del fármaco en este cuadro infeccioso.

La FDA en Estados Unidos aprobó la utilización de remdesivir en pacientes con covid-19 debido a los resultados beneficiosos relacionados con su uso, sugiriendo que su empleo en los pacientes sea por entre 5 a 10 días.

En la situación en que estamos a nivel mundial se necesita la cooperación entre los gobiernos de distintos países y no la limitación en el acceso a los medicamentos al ser estos acaparados por un país en particular.

El laboratorio encargado de la producción del medicamento es Gilead Sciences, una compañía estadounidense que, se postula, recibió presiones del gobierno para llegar al acuerdo que beneficia a esa nación.

Si bien, este laboratorio es una industria que se encarga de vender un medicamento, debemos considerar que no es lo mismo que vender otro tipo de artículos, ya que el medicamento no debe ser visto como un bien de consumo, sino como un bien de uso social en que la carencia o dificultad de acceso acarrea injusticias y, sobre todo, va en contra de la salud de las personas.

De país "bananero" a efecto virtuoso

E-mail Compartir

Quiero comenzar recordando que el ministro de Economía Lucas Palacios, hace un mes aseguró que si se aprobaba el proyecto de retiro de los ahorros previsionales, Chile se convertiría en un "país bananero". Dijo que "los países bananeros son pobres, desiguales y con democracias débiles". Pero ahora, pocos días atrás, tuvo que reconocer que el dinero del 10% "está comenzando a reactivar la economía, con un impacto positivo porque tiene una inyección de liquidez que activa el consumo doméstico, y mejora las expectativas a futuro".

En mi caso particular, vengo apoyando el retiro con argumentos técnicos y sociales desde hace varios meses, y me parece deplorable la campaña de declaraciones apocalípticas de autoridades gubernamentales, famosos economistas, ex presidentes del Banco Central y los más variados expertos, sobre lo dañino que era para el país el mencionado retiro de los ahorros previsionales.

Todo lo que se le dijo a la gente, asegurando que Chile se iba a hundir, que se iba a desplomar la bolsa, que destruiríamos la economía, hoy debe contratarse con la realidad de lo que está ocurriendo. No sólo es el Ministro de Economía quien afirma que hay un impacto positivo en la reactivación económica, sino que lo constatan organizaciones privadas como la Cámara Chilena de Comercio. Pero además, el retiro va a tener consecuencias muy beneficiosas sobre la generación de empleo, lo cual es un tema de gran relevancia social en estos precisos momentos. En efecto, de acuerdo a un reciente estudio de la Universidad Católica, continúa el desplome en la creación de empleos, pues si se consideran a las personas inactivas pero que saldrían a buscar trabajo si no estuviéramos en pandemia, más los trabajadores despedidos adscritos a la Ley de Protección al Empleo, la tasa efectiva de desempleo en Chile sería de 31%.

En las actuales y difíciles circunstancias del país, es muy complicado que se emitan opiniones que asustan a la gente y generan impactos sobre los mercados. Estas campañas del terror (que también se realizan contra la posibilidad de aprobar una Nueva Constitución), son tremendamente nocivas y en el caso del 10%, lo que buscaban era bloquear una medida que al final resultó ser el apoyo social más directo, masivo, rápido y con menos burocracia. ¿Cuántas personas, probablemente pequeños ahorrantes o inversionistas, vendieron sus tenencias y guardaron el dinero en su casa porque se asustaron con las perspectivas de una catástrofe económica, que algunos vaticinaron estaba ad portas?

Produce indignación que se le haya mentido de esta manera a los chilenos y chilenas, mientras los profesionales, políticos y expertos que lo hicieron, continúen muy tranquilos emitiendo opiniones sobre los más variados temas, desde sus bien remuneradas "pegas".