El 10% y la ciencia "del otro"
Las ciencias económicas se caracterizan hoy, y podríamos preguntarnos si siempre ha sido así, por una autonomía (auto) reclamada frente a las otras ciencias sociales. Digamos que el campo económico siempre ha exhibido un principio de racionalidad sustancial; representaciones y creencias que se reducen exclusivamente a la hipótesis de las expectativas racionales; presentando el mercado como la forma canónica y exclusiva de una coordinación de una sociedad compuesta de individuos estandarizados. Quizás, en esto, radica la diferencia con los otros ramos de las ciencias humanas y es por esa simple razón que algunos economistas estiman que la sociología, las ciencias políticas, las ciencias jurídicas, no pueden contribuir a la inteligibilidad de todo lo que implica el mundo económico... porque en realidad dichas materias no serían tan (exclusivamente) "racional" .
El clamor popular por el retiro de los fondos que se escuchó con fuerza a lo largo del país tenía algo de muy lógico y los planteamientos, innegablemente raciónales, de todos lo que se oponían a la medida del retiro del 10% pesaron muy poco frente a este. El racionalismo económico no supo convencer porque una cierta realidad lo impedía. La de los cinco millones de chilenos que ya pidieron una parte del retiro de sus fondos.
El gobierno derrotado por el Congreso, y con su coalición resquebrajada, debe ahora buscar formas de recuperar los 20 mil millones de dólares que supuestamente se retirarán del mercado, por que efectivamente es en ese mismísimo lugar, dónde descansan nuestros fondos de pensiones. Sumado al plan de 12 mil millones de dólares anunciados días antes de este proyecto, para ir en ayuda de la clase media, la deuda fiscal, hará subir el déficit de este gobierno a niveles históricos, en los últimos 30 años. ¿Quién va a financiar "estas menores" pensiones en el futuro? Se habla de un alza de impuestos, se ha mencionado que las pérdidas en el mercado serán desastrosas, que la bolsa de comercio seguirá bajando, entre otras numerosas conclusiones… Sin embargo, y frente a este panorama, hemos olvidado algo de fundamental: las Administradoras de fondos de pensiones (AFP) fueron creadas, originalmente, para ser el pilar fundamental de nuestro sistema de "Seguridad Social", y no del financiamiento del mercado.
Cómo ya lo indicábamos en una columna, en este mismo medio, el 19 de enero pasado, y basándonos en lo planteado por el economista y filosofo francés Frédéric Lordon, recordábamos que a la salida de la Segunda Guerra Mundial, en Europa occidental, frente a un Partido Comunista potentemente legitimado tras su rol decisivo en la victoria final contra el enemigo nazi, el mundo empresarial se había visto obligado a negociar con el mundo salarial un compromiso histórico en el cual se consagraron numerosos principios; la progresión regular de los sueldos, diversas garantías laborales; se crearon en ese momento diversas formas institucionales de protección del trabajador como la "seguridad social", sinónimo de salud gratuita y universal al igual que pensiones dignas, aplicando el principio de solidaridad. Estas iniciativas otorgaron al sistema europeo su pedestal de legitimidad social y política, sin el cual no hubiese podido desarrollarse y ser erigido como un modelo de sociedad.
Estos últimos tiempos, en Chile, Cortes de Apelaciones ya han empezado a entregar la integralidad de los fondos de sus cuentas de capitalización individual a recurrentes en Recursos de Protección contra las AFP, estableciendo como base el derecho de propiedad que tantas veces ha sido negado por cierto sector político. Hoy, con esta reforma constitucional que permite el retiro de los 10%, se ha ratificado precisamente aquello. Somos dueños de nuestros fondos de pensiones, se ha fortalecido clara y paradójicamente uno de los derechos fundamentales más importantes de la Constitución del 1980, el derecho de propiedad.
Héctor Humeres, presidente del Colegio de Abogados de Santiago, ha señalado que las pensiones de vejez se otorgan por la circunstancia de haber llegado el ser humano a una edad, en la que es racional presumir que su capacidad de ganancia ha de estar disminuida. Ha llegado el momento de sentarnos a la mesa a discutir no acerca de las AFP, sino acerca de la "Seguridad Social" en Chile como un sistema integrado de protección social, que permita a todos los habitantes de nuestro país de sentirse acogidos y protegidos, resguardando derechos mínimos. Ha llegado, sin duda, el momento de sentarse a la mesa a dialogar, dejar las verdades absolutas de un lado por un rato y ponerse en el lugar de la gran mayoría.
El cantante catalán Joan Manuel Serrat decía que quizás llegar a viejo sería más llevadero, más confortable y duradero, si simplemente entendiésemos que todos llevamos a un viejo encima. No se equivoca. En "Cantares", retomando a Machado, también indica que ama a "los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón". Todo ese mundo que tenemos por construir.