José Luis Ramírez M.

El próximo martes, a las 9.40 horas, y por cuarta vez en los últimos 17 años, el Concejo Municipal deberá reunirse en una sesión extraordinaria para elegir un alcalde o alcaldesa suplente en la Municipalidad de Antofagasta.

Ahora, debido a la incapacidad temporal que pesa sobre Karen Rojo Venegas por la causal establecida en el artículo 16 de la Ley Orgánica de Municipalidades: pérdida del derecho ciudadano a sufragio por estar acusada por un delito que merece pena aflictiva.

Antes sucedió lo mismo en 2003, tras la muerte del exalcalde Pedro Araya Ortiz (fue elegido Daniel Adaro); 2008 por la suspensión temporal del también ya fallecido exalcalde Daniel Adaro (asumió Gonzalo Dantagnan); y 2012 debido a la renuncia anticipada de la exalcaldesa Marcela Hernando (asumió Jaime Araya).

La nueva convocatoria quedó refrendada en la orden de servicio 6731/2020, emitida la tarde de ayer por el alcalde subrogante, el arquitecto Juan Gálvez Barnechea.

Procedimiento

Según establece la Ley de Municipalidades, ese día, a las 9.40 horas los concejales deberán reunirse para elegir entre ellos un nuevo alcalde o alcaldesa que ejercerá con plenas facultades mientras dure la incapacidad del titular o hasta que expire el periodo.

Para alcanzar el cargo, se deberá obtener mayoría absoluta considerando los integrantes del Concejo, es decir, 6 votos de un total de diez.

Si ningún concejal logra el quórum de elección, la votación se deberá repetir con las dos primeras mayorías relativas, y en caso de no lograrse nuevamente la mayoría absoluta, o si se produce un empate, será considerado alcalde el concejal que hubiere obtenido el mayor número de preferencias ciudadanas en la última elección municipal.

El mismo mecanismo de las preferencias ciudadanas se aplicará para resolver los eventuales empates en la determinación de las mayorías relativas en la primera votación.

En caso que dicha sesión no pudiere realizarse en la fecha convocada, el secretario municipal citará a una nueva, la que deberá celebrarse dentro de los diez días siguientes a la fracasada, en idénticas condiciones que ésta, dice la ley.

Mayorías

En la comuna de Antofagasta, en las últimas tres elecciones de alcalde suplente ha primado el mismo principio: elegir alcalde al concejal que logró la mayor votación en la elección respectiva.

Así ocurrió en 2003 con Daniel Adaro (15.245), en 2008 con Gonzalo Dantagnan (9.070), y en 2012 con Jaime Araya (13.693), quienes fueron los más votados en sus respectivas elecciones municipales.

Si el principio se mantuviera, en esta ocasión el favorito para el cargo debiera ser el concejal de la UDI Gonzalo Santolaya, quien en las elecciones de 2016 logró 3.662 votos, pero nada garantiza que el criterio una vez más se cumpla.

La concejal Doris Navarro (independiente) una de las candidatas al cargo, sostuvo ayer que para esta votación el escenario es distinto.

"El día martes yo voy a acatar lo que se decida en forma democrática, no hay ansias de poder en ello, pero yo también saqué harta votación, lo que sí sé es que por la derecha no voy a votar", manifestó.

Luis Aguilera, otro de los que está "disponible" para ser alcalde, dijo que la ley es clara: "Es la mayoría absoluta en votación la que define, los escenario son inciertos, así que cualquiera puede asumir".

El concejal Félix Acori, el más antiguo del municipio, con cinco periodos, y quien se enfrentará el martes a su cuarta votación de este tipo, dijo que su voto de momento no está decidido y manifestó preocupación por las capacidades, habilidades y conocimientos de los distintos candidatos.

"Me gusta uno, pero no estoy seguro. No estoy seguro tampoco de apoyar al más votado, tendría que escuchar mucho", precisó el concejal, quien considera que la premura de la convocatoria atenta contra un análisis más acabado.

Juan Gálvez Barnechea, arquitecto, con 33 años de carrera en el municipio, se convirtió ayer nuevamente en alcalde subrogante de la Municipalidad de Antofagasta, misma labor que desarrolló en 2003 tras la muerte del ex alcalde Pedro Araya, y otra decena de veces por viajes o permisos del titular.

Gálvez es uno de los funcionarios de mayor peso en la institución. Ingresó a la Dirección de Obras Municipales (DOM) en 1987 y en 1993 fue designado director de la unidad.

Su trayectoria es reconocida internamente. Es un funcionario grado 3 en la administración (el 1 es el alcalde y el grado 2 no está ocupado), ha trabajado con cinco alcaldes y maneja uno de los departamentos estratégicos de la casa consistorial, como es la DOM.

Desde ahí, asesora al alcalde en el cumplimiento de las leyes, normas y disposiciones de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, el Plan Regulador e instrumentos de planificación vigentes, además de las ordenanzas locales y las normas y reglamentos que tengan validez en el territorio comunal.

También es el encargado de dirigir las construcciones que ejecute directamente el municipio, y supervigilar aquellas en que se contraten terceros; fiscalizar las obras en uso, y entregar los permisos de recepción final de proyectos ejecutados en la comuna.

Pero pese a este currículum, Gálvez llegó ayer al cargo de forma -podría decirse- fortuita. Debido a modificaciones en el escalafón municipal, la primera en la línea de subrogancia era la administradora municipal, Claudia Meneses, con menos de siete meses en la administración, pero ella se encuentra con licencia médica, por lo que su nombre no se consideró. A continuación venía el secretario municipal, Héctor Gómez, pero éste se inhabilitó inmediatamente por estar involucrado en el proceso que da origen a la suspensión de la alcaldesa Karen Rojo (está acusado de fraude al Fisco en el caso Main), por lo que la lista corrió hasta el tercero, que era Juan Gálvez.

Quienes estuvieron con él en ese momento, sostienen que el arquitecto asumió el desafió como una obligación, y no como algo especialmente placentero, pues se le reconoce de "bajo perfil".

"Su primera reacción fue decir, bueno, es lo que corresponde y tengo que hacerlo. Sin mayores comentarios", indicó uno de los presentes.

Fuentes consultadas dicen que Gálvez tenía diez días para convocar a la sesión extraordinaria donde se elegirá al alcalde o alcaldesa suplente, pero en lugar de dilatar, optó por un rápido trámite. Así, a las pocas horas de haber asumido como subrogante, firmó la orden de servicio que convoca a los ediles para el martes, a las 9.40 horas, una prueba -se dijo- de que su deseo es no extender en demasía la incertidumbre en la golpeada Municipalidad de Antofagasta.