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ENTREVISTA. olivia hernández bellolio, ginecóloga del hospital Félix Bulnes:

"Me uní a esta ola y decidí crear un colchón que permitiera pronar a las embarazadas"

INVENTOS. ProNest sirve también para obesos. Además creó Gestacovid, base de datos de futuras madres con covid-19 en Chile.
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Intubar ya es un verbo de uso regular no solo en los medios de comunicación, sino también en las conversaciones domésticas. El ciudadano promedio ya sabe de ventiladores mecánicos y tiene nociones de complejos procedimientos médicos que en hospitales y clínicas de todo Chile (y gran parte del mundo) están realizando los profesionales de la salud para salvar vidas. Uno ya sabe que muchos intubados son acostados boca abajo para mejorar la ventilación de los pulmones. Agreguemos otro verbo. A colocar al paciente en esa posición se le llama pronar.

La posición prono es de por sí compleja, pero llega a niveles extremos en el caso de las embarazadas y las personas obesas. En cuanto a las primeras, cuando la gestación está en su segundo trimestre, obliga a interrumpir el embarazo. "Cuando comencé a ver esto me pregunté cómo era posible que no hubiera solución", dice la ginecóloga Olivia Hernández, del hospital Félix Bulnes. Y no se quedó en la pregunta, sino que inventó un colchón que puede ser la solución para que estas mamás que tengan que ser pronadas puedan llegar a término con sus embarazos. Y también para personas obesas.

¿Cómo fue este proceso?

-Me tocó la coincidencia que el 31 de marzo se hospitalizó en el Félix Bulnes, en mi maternidad, la primera embarazada con ventilación mecánica por covid-19 en Chile. Había poca experiencia sobre este virus y la insuficiencia respiratoria aguda en las embarazadas y cuáles eran los protocolos a seguir respecto al prono o interrupción. Esta paciente se intubó con 29 semanas de embarazo por una neumonía multifocal por covid-19, afortunadamente evolucionó bien y pudo continuar su embarazo. Entonces, la conversación con la gente de la UCI era si a esta paciente había que ponerla en prono, si había que interrumpirle el embarazo. Porque con el útero grávido, no había posibilidad de posicionarla boca abajo.

Claro, aplasta al bebé…

-Yo dije, chuta, cómo vamos además a darle a esta mujer una guagua prematura con todas las enfermedades y secuelas secundarias a la prematuridad. La guagua estaba bien, no había ningún motivo fetal por el cual tener que sacarla. Era por causa materna. Pasaron los días de esta paciente en la UCI, íbamos a preguntar todos los días y evolucionó bien y nunca requirió prono. En abril tuvimos la segunda paciente en ventilación mecánica en el Félix Bulnes. Fue la misma historia. Tuvieron que intubarla con 30 semanas de embarazo y también nos dijeron que si empeoraba y había que ponerla en posición prono, probablemente habría que hacerle cesárea en la UCI. Me puse a investigar, me dije que no era posible que no hubiera forma de pronar a las embarazadas. Y me puse a revisar la literatura, los papers que había afuera, encontré 227 artículos. Los pocos que hay de prono y embarazo no tienen nada que ver con el covid. Sólo por un par de horas habían pronado a una embarazada pero no había ningún colchón disponible, salvo las camillas de masaje, que tienen un agujero en la guata.

Ahí se te prendió la ampolleta.

-Ahí nació mi idea y pensé en cómo la pandemia ha hecho que los científicos echen a correr su creatividad buscando soluciones. Me quise unir a esta ola y decidí crear un colchón que permitiera pronar a las embarazadas. Busqué en internet lo que hubiera disponible, el estado del arte, las camillas que hubiera con agujero en la guata, pero que reemplazaban las camas clínicas, hasta que finalmente logré un diseño. Compartí mi idea con otro ginecólogo perinatólogo y formé un equipo con dos ingenieros que me hicieron el diseño final, más un kinesiólogo intensivista. Finalmente sacamos este modelo que es una colchoneta modular que se pone encima de los catres clínicos. Tiene un espacio para el abdomen, para el útero grávido y la gracia que tiene este tercer prototipo es que permite el monitoreo fetal. Las colchonetas de embarazada son cerradas, entonces le hice un espacio a los lados y por eso modular.

¿Qué viene ahora?

-Este invento lo patenté en la Inapi (Instituto Nacional de Propiedad Industrial), inscribí una marca (ProNest, de prono y "nest", nido) y lo que me fue bien difícil de hacer fue encontrar a alguien que lo hiciera. Me puse en contacto con varias fábricas de colchones hasta que encontré a Drimkip. Ellos fueron los primeros que me apañaron con esta idea desde el día uno. Han trabajado en forma desinteresada y altruista y me han hecho todos los prototipos que he necesitado. Ellos se han puesto con las telas, los cierres, la espuma. Lo producirán y el acuerdo es que los vendan (como donaciones, ver recuadro) al precio de costo y así pueda llegar a todo Chile. Yo tampoco gano nada. Lo que tengo en mente es probarlo y publicar los resultados en una revista científica. Hay muy poca información sobre prono y embarazadas y nada con covid-19, y poco de prono y obesos. Quiero que se publique, aunque sea un reporte de caso, sacarlo con un poco más de respaldo científico, más que como producto comercial.

Datos colaborativos

Olivia Hernández estudió Medicina en la Universidad del Desarrollo. Recién egresada, trabajó en Zambia como voluntaria. Allá estuvo un año a cargo de un hospital rural junto a dos compañeros. Por esa experiencia africana entiende el trabajo como colaborativo. Luego realizó la beca de especialidad en Ginecología y Obstetricia en la Universidad de Chile.

"Cuando partió la pandemia, cuando nos encerraron a fines de marzo se me ocurrió hacer una base de datos nacional de todas las embarazadas con coronavirus. Ese proyecto se llama Gestacovid. Partí haciéndolo a fines de marzo como una iniciativa genuina de que hiciéramos algo colaborativo que en Chile nunca se había logrado hacer. Nunca se había hecho un registro de todo el país de una enfermedad", explica.

¿Y cómo ha andado eso?

-Súper bien. Me puse a escribir el primer protocolo el 26 de marzo y contacté a las primeras ginecólogas que me ayudaron y ahora somos un grupo de ocho a cargo de esto y pedí el patrocinio de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (Sochog), que ya lo tenemos; el del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, también ya lo tenemos, y el del Minsal, que todavía está pendiente. Ingresé la solicitud a la oficina de partes el 3 de abril pero todavía no hay respuesta. Respecto de ese proyecto tenemos invitadas a 54 maternidades en todo Chile y confirmadas hasta ahora alrededor de 20 centros de salud, entre hospitales y clínicas.

¿Cuántas embarazadas con covid-19 ya tienen registradas?

-No tengo datos precisos, pero de forma preliminar tenemos cerca 600 registros así que deben ser más de 1.000, de todas maneras. Tenemos ingresados ya centros de, literalmente, Arica a Punta Arenas. Ha sido un trabajo difícil por la dificultad de juntar a todos, perseguir a los médicos y hacer algo colaborativo. Pero hasta ahora estamos contentos, tenemos un equipo grandote y estamos teniendo los primeros resultados. Se incluyen todas las embarazadas, desde el día uno del test de embarazo, hasta el posperio, o sea los 42 días después del parto, ya sea que pierdan el embarazo… estamos viendo cuántas de estas mujeres terminaron en aborto, o parto prematuro, o si se asocia a otras enfermedades, cuántas llegaron a término, cuántas a ventilación mecánica.

¿Ya han llegado a algunas conclusiones?

-Recién estamos analizando los datos. Los primeros resultados los enviaremos a la revista científíca de la Sochog. No había data en Chile de embarazadas con covid, por eso nació esta iniciativa. Mucho después de que partiera la pandemia comenzaron a incluirlo en las estadísticas. Y, en el mundo, en marzo sólo había registros de casos, una casuística muy baja como para sacar conclusiones. Por eso era importante juntar los datos, ver si hay transmisión vertical, si tenemos recién nacidos infectados, todas esas cosas, muertes maternas…

Cómo donar un ProNest

Estos colchones sólo se venderán para ser donados a centros asistenciales. Por eso, si se sintió conectado con esta iniciativa, debe escribir al correo pronest@drimkip.cl para conseguir información. El colchón ya ha sido utilizado en cinco hospitales y clínicas y su creadora está disponible para presentarlo donde se lo pidan. Olivia Hernández destaca que el colchón ha sido fruto del esfuerzo desinteresado de un equipo formado además por un ginecólogo perinatólogo, un ingeniero mecánico, un proyectista mecánico y un kinesiólogo intensivista.