Correo
Municipalidad
Las disposiciones de la Constitución y de la Ley de Municipalidades son clarísimas en cuanto a las causas que motivan la declaración de incapacidad de alcaldes y concejales para desempeñar sus cargos. Pese a ello, hubo funcionarios municipales que buscaron postergar la aplicación de esas disposiciones constitucionales con un apego a la liturgia administrativa digno de mejor causa.
Una vez más comprobamos que la clase político-burocrática no duda en buscar cualquier fórmula administrativa para saltarse las leyes o diferir su aplicación, con tal de eximir a sus miembros de deberes y obligaciones que ellos consideran sólo aplicables a nosotros, a los ciudadanos comunes, a quienes ven como sus financistas y servidores… El mundo al revés.
Seguro Servidor
Todo suma
En tiempos de pandemia es más fácil criticar las cifras de contagiados y no valorar los esfuerzos de los equipos de salud en sacar adelante los casos más complicados. No cuentan las personas recuperadas, solo los fallecidos. Detractores que culpan al gobierno y a las autoridades responsables en fiscalizar a los que evaden los controles, cuando debiera existir un compromiso personal y colectivo en cumplirlo.
Aprendices de políticos y políticos interesados en reflotar sus candidaturas a cualquier cargo, intentando sumar protagonismo en una historia en donde los verdaderos protagonistas no están visibles. La discusión de liberar el 10% o parte de la totalidad de los fondos de pensiones está en la agenda nacional, tarde o temprano se tendrá que discutir en qué condiciones excepcionales se podrá hacer y no sumarlo como eslogan de campaña política.
Desde una vereda a otra todo suma, más aún cuando el orden de los factores no altera el resultado final que se percibe, confundirse entre lo popular con lo populista.
Luis Tapia Lazo
Retiro del 10%
El Gobierno, el Presidente y el empresariado que lo sostienen, sujetan con dientes y muelas cada peso de las AFP. Es un negocio soñado. Por ley casi 6 millones de cotizantes ponen cada mes en sus manos millones de dólares. De suyo, las utilidades sólo en 2019 fueron de 650 millones de dólares.
El investigador Recaredo Gálvez (Fundación Sol) escribe en un periódico electrónico que a mayo de este año el fondo total llegaba a 197 mil millones de moneda norteamericana, de los cuales 113 mil millones se ponen en el país en manos de bancos, empresas y fondos de inversión. Es decir, esa plata, la de los cotizantes, vuelve al "mercado" a base préstamos y tarjetas de crédito, con hiper ganancias para, nos dice, cuatro grupos: Luksic, Said, Saieh y Yarur.
Van más de 6.500 fallecidos, muchos de ellos mayores. ¿Habrá futuro para otros miles de mayores de 50? ¿Perdonará el virus a miles de futuros pensionados? Y lo que salven, ¿cuánto más perderán de sus pocos bienes por esta pandemia y la crisis de angustia?
La urgencia es hoy, no mañana.
Gaspar Millas del Río
Covid-19
Como profesional de la salud perteneciente al área social, hoy aparece la necesidad de implementar un sistema de trazabilidad de contactos que hoy le recae a la atención primaria de salud, acción que siempre ha realizado con la finalidad crucial de reducir la propagación, romper la cadena de transmisión, mediante la identificación de personas o grupos de personas contagiadas con la finalidad de implementar estrategias de aislamiento.
Lo anterior parece fácil, sin embargo aparece la amenaza de las determinantes sociales y esto me hace pensar en que nos enfrentamos a un nuevo fenómeno, lo llamaré trazabilidad invisible. Esto porque en la estrategia de identificar los casos y sus contactos aparece un pequeño problema, que existen personas que por temor a la estigmatización, no poder pagar el arriendo de la pieza que ocupan en una casa o cité, la idea de la pérdida del trabajo, por el sólo hecho de tener que realizar un periodo de cuarentena o ser trasladado a una residencia sanitaria, prefieren no consultar a pesar de tener síntomas a riesgo de agravarse, exponiendo a sus familias, vecinos y facilitando los contagios.
Todo porque existe falta de confianza en nuestra sociedad que castiga con la indiferencia, falta de empatía, con la escasa regulación gubernamental para proteger el empleo a quien tuvo la mala suerte de resultar contagiado.
No nos demos el lujo de perder la batalla de ganarle al coronavirus por no mirar esta realidad oculta, devolvamos la confianza el ser humano y sus instituciones; creemos estrategias en conjunto, aboguemos por la salud de todos, no dejemos que nadie calle por temor.
Nayadeth Bórquez