"Tenemos terror de lo que pueda venir si es que la gente no evita contagiarse"
El médico broncopulmonar, Francisco Muñoz, que fue nombrado desde febrero de este año como referente técnico del COVID-19 en Calama, no ha tenido descanso. Han sido días muy críticos, por el aumento de pacientes contagiados que han llegado muy graves hasta el Hospital Carlos Cisternas, y el facultativo teme que esto se repita en las próximas tres semanas. Las esperanzas están puestas en que la cuarentena ayude a bajar las cifras. Eso si la gente se queda en casa.
¿Ya estamos entrando en el peak del coronavirus?
-Ya estamos en el periodo donde aumenta el número de casos de contagio y la cantidad de pacientes graves. Lo que esperamos es que empiece a hacer efecto la cuarentena. En medio de todo lo crítico que está la situación nos encontramos hoy (ayer) con menos pacientes hospitalizados en urgencias, ya que todos los días se llega incluso a 25 pacientes internados en esta unidad, nos encontramos con solo 7 personas.
¿Pero se vienen semanas críticas en el contagio?
-Tenemos un fin de semana largo, lo que nos preocupa y nos aterra, es que con esto la gente se relaje, no respetando la cuarentena y sin entender que esta pandemia no está perdonando nada. La gente se tiene que seguir cuidando, por más fin de semana largo que sea. Si no lo podremos lamentar, ya que estas semanas podrían llegar a ser catastróficas y críticas si no se cuidan. Se avecinan semanas complicadas y tenemos terror de lo que pueda venir, si la gente no evita contagiarse.
¿Es real que ya pasaron por una semana crítica ya, incluso antes del peak?
-Estamos en un periodo sumamente crítico, estas últimas semanas han sido muy negras, dado la gran cantidad de pacientes graves que están llegando. Eso nos tiene complicados, porque no sacamos nada con tener infinitas camas críticas, si los pacientes llegan tan complejos. Nosotros estábamos acostumbrados a que un paciente que ingresaba a ventilación mecánico, un gran porcentaje se recuperaba entre el quinto y sexto día. Pero ahora, muchos de ellos llevan 15, 16 días e incluso hasta 20 días en ventilación mecánica, lo que hace muy complejo, ya que el número que va ingresando supera en gran medida a quienes estamos sacando de las unidades críticas.
¿Cuáles son los miedos que tienen frente al COVID-19?
-Se hace muy aterrador pensar que esta situación se va a seguir repitiendo en las próximas semanas, porque pese a que hemos tenido la ayuda de las autoridades en el traslado de pacientes a otras regiones, siguen llegando pacientes muy críticos que ni siquiera se pueden aerotransportar, porque aquellos que trasladamos son los que logramos estabilizar y los que han venido ingresando, son tremendamente inestables, incluso no se pueden ni siquiera trasladarse hasta Antofagasta en ambulancia.
¿Podemos llegar a tener gente fallecida en las calles?
-Ese es el gran temor, no solo del hospital de Calama, del país y de muchas naciones. Hemos visto realidades donde los pacientes no alcanzan a llegar siquiera a los servicios de urgencias y fallecen en la calle, eso ha pasado, incluso en Santiago, personas que se han sentido mal, el SAMU no ha alcanzado a buscarlo, ellos agarran otro vehículo para llevarlo y han muerto en el camino. Eso es el escenario más dantesco que nosotros podríamos enfrentar y espero de todo corazón que la población se tome muy en serio esto y salga lo menos posible en esta cuarentena. les pido que salgan lo mínimo y si solo es necesario.
¿El personal de salud está muy estresado?
-Todo paciente que no podemos salvar, significa que es un ciudadano que nos deja y eso nos tiene muy mal. Nuestros profesionales lo han entregado todo y están dando el 200 por ciento. Pero ellos no quedan bien cada vez que tenemos un paciente que fallece, quedan muy resentidos, la moral ha ido cayendo, por eso a la comunidad les pido, cada persona que no se infecta es una vida que se está salvando.
¿Cuándo podría terminar todo esto?
-Tenemos esperanza que a finales de julio esto nos empiece a dar un respiro. Aún así, queda el temor de lo que denominamos la segunda ola, que en el fondo es el rebrote, pacientes que se están contagiando nuevamente. Lo ideal es que cuando esto decaiga, podamos rearmarnos y tomar nuevas medidas, para que si llega una segunda ola, sea menos crítica y prolongada.
"Tenemos esperanza que a finales de julio esto nos empiece a dar un respiro. Aún así, queda el temor de lo que denominamos la segunda ola"