Brasil atraviesa una megacrisis política agravada por el virus
BRASILIA. El país con más contagios de coronavirus en Latinoamérica atraviesa un momento delicado en lo económico y que enfrenta a los poderes del Estado.
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Una controvertida gestión de la pandemia de covid-19, una prolongada crisis económica, turbulencias políticas permanentes, una agenda medioambiental abandonada y una democracia de baja calidad desdibujan la imagen de Brasil ante el mundo. Esa es la opinión unánime de la oposición brasileña, pero también prima entre diplomáticos extranjeros, representantes de organismos internacionales y empresarios que operan en Brasilia. Mientras que es el país con más contagios de Latinoamérica, registrando 1.043.168 de confirmados por coronavirus y 49.156 muertes.
"Es casi imposible transmitir el horror que es Brasil hoy", dijo a Efe Rubens Ricupero, exministro de Economía y de Medio Ambiente y embajador jubilado tras casi 50 años de una vida diplomática que le llevó a ocupar la secretaría general de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) entre 1995 y 2004.
Según Ricupero, la pandemia de coronavirus, que ya ha dejado unos 50.000 muertos y más de un millón de casos en el país, es la última y más gráfica prueba del "fracaso" del Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, pero no la primera.
Citó que Brasil es "el único país del mundo" en que dos ministros de Salud perdieron el cargo en medio de la pandemia y también que el actual, el general Eduardo Pazuello, "es un militar que no entiende de esa área", lo cual no pasa desapercibido para ningún extranjero, al igual que el negacionismo de Bolsonaro frente al patógeno. Según Ricupero, eso puede tener consecuencias serias no solo en la imagen de Brasil, sino en aspectos más cruciales para un país en una crisis económica que se arrastra desde 2014.
El limbo
Un flanco preocupante pasa por el comercio internacional, en el que Brasil, pese a ser líder en varios segmentos de materias primas, tiene una participación global que no llega al 2%. Las ultraconservadoras políticas de Bolsonaro, sumado al abandono de la agenda medioambiental, ponen en riesgo el acuerdo alcanzado el año pasado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) y hasta el tan promocionado proceso de ingreso del país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En el primer caso, ya ha habido avisos. A mediados de 2019, el Gobierno de Bolsonaro entró en conflicto con Alemania, Francia y Noruega por la preocupación que estos países expresaron con los vastos incendios que devoraron parte de la Amazonía.
Los parlamentos de Austria y Holanda ya han recomendado a sus Gobiernos que rechacen el acuerdo con el Mercosur, que fue negociado durante 20 años y solo entrará en vigor cuando sea aprobado por los legislativos de todos los países del bloque.
Si bien la pandemia tendrá impacto en la economía mundial, en Brasil se teme una caída de hasta 15%, con un desempleo que puede pasar a un descomunal 25% y que ahondaría el enorme abismo social que existe en el país.
Pero si el escenario económico es difícil, todavía más lo es el político, con una crisis institucional provocada por el permanente enfrentamiento de Bolsonaro al Parlamento y al Poder Judicial. El mandatario ha llegado a respaldar, con su sola presencia, actos de sus partidarios que exigen el "cierre" de esos otros dos poderes del Estado mediante una "intervención militar". Según Ricupero, esas actitudes han llevado a que Brasil tenga hoy una "democracia intimidada y amenazada".
Impeachment
La pandemia convirtió al gobernador de Sao Paulo, João Doria, en antagonista del presidente. En una entrevista a La Nación de Argentina, Doria aseguró que Bolsonaro se ha convertido en un peligro para la democracia y también afirmó que es probable que después de la pandemia el parlamento discuta la posibilidad de un impeachment. "El Congreso ya está presionado por actitudes y medidas del gobierno a discutirlo, ya que hay más de 30 pedidos registrados", dijo.