Cesfam del sector norte se organizan para responder a creciente demanda
MAPA. Sumados, los consultorios Juan Pablo II y Norte, atienden a más de 80 mil usuarios provenientes de las áreas que más contagios que se reportan en la red primaria.
El contexto socioeconómico, una población mayoritariamente joven y el poco respeto de la cuarentena explicarían la concentración de casos de COVID-19 en los sectores centro y norte de Antofagasta, según los datos del catastro de georreferenciación elaborado por la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS).
El documento, levantado con la información de los ocho centros de salud familiar (Cesfam) de la comuna, es ahora una herramienta para que la atención primaria focalice su trabajo como primer contacto de la población con el sistema sanitario.
El mapa detalla que mientras que en Coloso, extremo sur de la ciudad, existe solo un caso, en la zona de la Feria Pantaleón Cortés hay 241 y en Bonilla 255, siendo dos de los puntos con mayor cantidad de infectados en la ciudad.
Juan Pablo II
El área respiratoria de los cesfam recibe casos sospechosos de COVID-19 y toma las muestras para exámenes, por lo que deben mantener las medidas de seguridad sanitaria, ya que en una primera atención no pueden saber si el paciente está contagiado.
Para esto tuvieron que adecuar su infraestructura, realizar capacitaciones al personal, sanitizar vehículos y manejar los flujos de usuarios.
La directora del Cesfam Juan Pablo II, Naveska Pinochet, explicó que su centro atiende a una población superior a las 36 mil personas inscritas, en su mayoría jóvenes, a diferencia de lo que ocurre en la zona sur, donde predominan los adultos mayores.
"Se trata de un contexto social y económico. Las familias de nuestro sector son numerosas, varias que viven juntas y hay hacinamiento. Como tenemos población joven, por el estallido social ellos se manifiestan y tal vez todos estos factores ayudaron a que los casos (de covid) se concentren en este sector", dijo la directora.
La enfermera sostuvo que la emergencia obligó a elaborar planes de trabajo sobre la marcha, lo que implica un constante aprendizaje tanto para los pacientes como para quienes trabajan en salud.
El Cesfam Juan Pablo II cuenta con 130 funcionarios, que fueron distribuidos en dos turnos de cinco días.
Con ello buscan que el personal tenga un relevo en caso de algún contagio y evitar así que todos en el centro se infecten (hasta el momento no registran contagiados). Sin embargo, eso impactó en la carga de trabajo, ya que con la mitad de los funcionarios, enfrentan un aumento de las consultas respiratorias y médicas.
El objetivo de la atención primaria de la salud es que los usuarios no se acerquen a los centros y que ello solo ocurra en casos muy justificados, aunque de todas maneras atienden consultas espontáneas.
Para eso cuentan con atenciones remotas que cubren todo el ciclo vital, desde los niños, embarazadas y adultos mayores. Una ventaja en este punto es que prácticamente todos los pacientes tienen teléfonos que permiten videollamadas, enfatizó.
"Al principio de la emergencia venía toda la gente al Cesfam pero ahora se invirtió ese proceso. Con la mitad de personal por cada turno atendemos la misma población y con más requerimientos en muchas cosas, es complejo pero lo estamos haciendo".
Trazabilidad
Katherine Pizarro, directora del Cesfam Norte, que atiende a 40 mil personas, sostuvo que con el mapa elaborado por el municipio comenzarán a trabajar con la trazabilidad de los casos y llegar a las familias para generar nexos de apoyo.
"Con este mapa captamos dónde está la mayor cantidad de casos y trabajaremos con la comunidad y juntas de vecino la educación y prevención de los casos para controlar la curva de casos positivos", dijo.
Pizarro coincide en el análisis de la directora del Cesfam Juan Pablo II, en que el hacinamiento ha sido un factor que ayudó a propagar el virus.
Pero también agregó que hubo poco respeto por guardar la cuarentena a quienes le correspondía. Esto, ya que su centro registró varias situaciones de usuarios que acudían al cesfam siendo positivos por COVID-19 o estando a la espera de sus exámenes, por lo que debían permanecer aislados.
"Esto afectó, hubo muchos casos de personas que sabiendo que era positivas (por covid) estaban circulando, y también el hacinamiento", señaló.
Debido a situaciones como esa y como precaución, Pizarro detalló que nadie entra al cesfam sin que se controle su temperatura, junto con preguntar si presenta síntomas de carácter respiratorio.
"Nos percatamos que muchos usuarios que se tomaron exámenes de covid y eran sospecha o estaban confirmados, acudían al cesfam. Es decir, no cumplían su cuarentena".
Katherine Pizarro, Directora Cesfam Norte