Emprendedores se reinventan para sobrevivir a los efectos de la pandemia
INGENIO. Debido a las bajas ventas en sus actividades habituales decidieron innovar. Ahora fabrican mascarillas y realizan sanitizaciones para evitar contagios.
La pandemia obligó a muchos antofagastinos a reinventar sus negocios para sobrevivir a las bajas ventas. Así, varios los emprendedores dieron un vuelco a su actividad para insertarse en rubros que, dada la contingencia, pasaron a ser esenciales, como la confección de mascarillas y realizar sanitizaciones.
La artesana certificada Karen Angulo se ha dedicado 20 años a la confección de joyas con piedras, negocio que le era rentable, pero que dada la situación que se vive (ya no puede participar en ferias para exhibir sus productos), debió reorientar a la confección de mascarillas.
"Yo estaba participando en FepLoa representando a Antofagasta y el 15 de marzo me tuve que venir. Y dada esta situación, se me ocurrió empezar a hacer mascarillas. Llamé a mis amigas y armamos tres equipos de seis personas, y cada una se hizo cargo de su equipo de trabajo. Tenemos gente contratada encargada de cortar, deshilachar, envasar, coser y hacer terminaciones, ya que las mascarillas tienen varias etapas", explicó.
En poco tiempo esta emprendedora, que ha participado en programas de Fosis, Sercotec y Corfo, logró avanzar en este rubro y actualmente las mascarillas que confecciona ya tienen ficha técnica.
Sus productos son entregados a varias empresas y clientes particulares, llegando a elaborar 2.500 mascarillas diarias.
La emprendedora comenta que ahora trabajan con 18 modelos diferentes para dar comodidad y respuesta a las necesidades de las personas.
Por ejemplo, tienen de lycra, de TNT doble tela, no filtradas (de tres capas, con una intermedia de tela quirúrgica), de algodón, personalizadas para las empresas, estampadas, bordadas, con y sin elástico.
Los precios varían. La mascarilla de TNT doble capa, la docena tiene un valor de $4.800. La de género triple capa a $2.000 y 3 x $5.000.
Los productos se pueden encargar a través de su Facebook y también firmaron un convenio con la municipalidad para tener puntos de venta.
Confección
Loreley Yévenes es de Calama y se dedica a la confección de ropa para alta montaña hace 10 años, vestimenta que entregaba a los turistas de San Pedro de Atacama, pero al estar la actividad paralizada decidió complementar sus ingresos haciendo mascarillas.
"Hago vestuario térmico de alta montaña. Todo lo relacionado a parkas y cortavientos y siempre entregaba a las empresas de turismo de San Pedro de Atacama, pero al estar todo cerrado lamentablemente me congelaron todos los pedidos, ya que no hay turistas", indicó.
Yévenes, que también ha participado en programas de Fosis y Sercotec, sigue haciendo pedidos de chaquetas, parkas, y ropa de abrigo pero a particulares, pues las tiendas mayores están cerradas.
Respecto a las mascarillas, comenta que ha enviado incluso a una empresa de La Serena que solicitó 200. "He vendido bastante", comenta, agregando que cuando ha tenido pedidos superiores a 400, contrata más personal para trabajar.
José Cifuentes es un conocido emprendedor de Calama, dueño de "Chilenito Frutos Secos". El negocio se mantiene, pero dada la contingencia decidió emprender en otro rubro muy solicitado por estos días: el de las sanitizaciones.
Cifuentes pertenece al Centro de Desarrollo de Negocios de Sercotec en Calama, y entre sus clientes tiene a la mayoría de los servicios públicos. El valor de las sanitizaciones varía entre $30.000 y $70.000. Y tarda entre 2 a 3 horas.
"Me ha ido excelente. Al menos estamos ocupados gran parte de la semana porque son dos días por semana que las instituciones hay que sanitizarlas", declaró.
Este emprendedor también instaló en una clínica una de las máquinas vending que usaba para vender frutos secos en los colegios. Claro, ahora la máquina no ofrece ese alimento, sino que mascarillas, guantes y alcohol gel, y tiene como método de pago código QR.