Vecinos de campamentos acogen a extranjeros varados por la pandemia
PROBLEMA. Son más de 350 los ciudadanos colombianos, peruanos y bolivianos que esperan retornar a sus países. En campamentos han solidarizado con ellos y un grupo de 60 está en una sede. ONGs solicitan que el gobierno habilite albergues, ante los riesgos sanitarios.
"Llegué en marzo del año pasado, como turista. Pero estando aquí me salió trabajo y me quedé. Hace tres meses perdí la pega, me quise regresar a Colombia, compré los pasajes, pero me pilló la pandemia y no pude salir (...) hoy no tengo para vivir, no tengo para comer, quiero irme, pero no puedo, y nadie nos ayuda".
Así Julian López, colombiano de 32 años, relató su espera. Junto a otros 350 extranjeros se encuentra "varado" en Antofagasta, y con escasa respuesta de sus respectivos gobiernos.
La dificultad para moverse entre países producto de las medidas sanitarias que se han aplicado, como el cierre de fronteras para la contención de la enfermedad, obligó a muchas de estas personas a utilizar el poco dinero que habían ganado trabajando en Chile.
Fondos que con el paso de las semanas se han acabado, precarizando aún más sus situaciones, obligándolos a vivir de allegados, con amigos, o en sedes sociales de campamentos que han solidarizado con sus historias.
Es el caso de Adriana Navarrete, de 34 años, quien después de llegar al país hace tres meses, no pudo regresar a Colombia producto de la pandemia, agotando sus recursos durante el primer mes para mantenerse. Hace dos meses se queda junto a una amiga chilena en el campamento "Camino al Futuro".
"Somos muchos extranjeros los que vivimos en tomas hace algunos meses, porque no pudimos salir. Gracias a diversas personas, muchos chilenos, que nos han colaborado, hemos podido pasar estos días, ya que no tenemos recursos", precisó.
Riesgo de contagio
Elizabeth Andrade, presidenta de la colectividad peruana en Antofagasta y vecina del campamento "Nuevo Amanecer Latino, Los Arenales", donde facilitaron una sede ante la falta de un albergue oficial, explicó que la situación en que se encuentran estas personas encierra un riesgo latente.
Comenta que algunos extranjeros pernoctan en la calle, o en los mismos campamentos, por no tener otro lugar dón de hacerlo, asunto que eleva el riesgo de contagios.
De hecho, ella misma se vio en la obligación de recibir a 60 peruanos, pese a ya tener varias familias contagiadas en el campamento.
"Sabemos que no es el mejor lugar para que se queden, que tenemos familias contagiadas y todo, pero la solidaridad de la comunidad es mayor, y aún con todos los riesgos que esto implica, hay 60 compatriotas que hoy no están en la calle", explicó la dirigenta.
Andrade acotó que antes de recibir a este grupo, habló con el consulado peruano y la gobernación provincial para advertirles sobre el riesgo, no obstante, dijo, no obtuvo respuesta ni apoyo.
"Se los advertí, pero no me escucharon (...) nosotros como hemos podido nos hemos organizando para abastecer a las familias con coronavirus y para apoyar a los compatriotas que se están quedando con nosotros. En total, son más de 160 y solo 60 están aquí, los otros con amigos y familiares", dijo la dirigente.
ONGS
El presidente de la colectividad colombiana en Antofagasta, y participante activo de la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Promigrantes, Benjamín Cruz, comentó que la ONG, en conocimiento de las vulnerabilidades vive esta población, está solicitando al jefe de Zona, general José Miguel Aguirre, la implementación de albergues brinden mejores condiciones sanitarias a los extranjeros que se encuentran varados en Antofagasta.
En tanto, Conchita de la Corte, coordinadora en la región del Servicio Jesuita al Migrante, dijo al respecto que es urgente que tanto la Gobernación, como la Municipalidad y los consulados, se coordinen para habilitar espacios que reciban a las personas migrantes que no pueden regresar a sus países, garantizando las medidas de seguridad necesarias en este contexto de pandemia.
"Ahora mismo hay un centenar de personas peruanas y bolivianas alojadas y hacinadas en sedes vecinales en Los Arenales, viviendo a costa de la solidaridad de los vecinos. La solución a esta situación no puede ser trasladar a las personas donde no se visibilice la realidad que están viviendo", dijo.
El SJM ha colaborado con alimentos y ha coordinado acciones con el Servicio de Salud para revisar el estado de salud de estas personas.
Responsabilidad
La alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, manifestó que es deber tanto del jefe de zona, como del gobierno regional, realizar las gestiones que permitan no solo solucionar el retorno de estos extranjeros a sus países, sino también el problema sanitario que implica el mantener a estas personas con mínimas condiciones de salubridad.
"Quiero ser súper clara, hoy estamos en una situación de zona de catástrofe, quien está al mando de coordinar todas las situaciones de emergencia, es el general de zona y tiene nombre y apellido. Es él quien deben instruir a su equipo, liderado por el intendente, los seremis y la propia gobernadora, respecto de cuáles son los lugares que van a estar habilitados para albergar a estas personas", apuntó.
Rojo dijo que "como municipio no podemos llegar y abrir una dependencia educacional y recibir a las personas, ya que además de eso hay que alimentarlos, hay que darles toda una cobertura sanitaria y lo más importante, la cuarentena".
Aseguró que para eso "necesitamos el apoyo de las Fuerzas Armadas. Así lo hicimos cuan do llegaron los ciudadanos bolivianos (que estuvieron albergados en Antofagasta e Iquique) y resultó bastante bien. Pero es preciso un apoyo institucional", manifestó la autoridad comunal.
350 extranjeros entre colombianos, peruanos y bolivianos, se encuentran varados en Antofagasta.
60 ciudadanos peruanos, están desde hace un mes viviendo en el campamento "Los Arenales".