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ENTREVISTA. Susana Véliz, la "tía chana", dirigenta del Barrio Transitorio:

"La gente que trabaja conmigo es entregada a la comunidad y sin colores políticos"

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Jonathan Villella Coyán

Oriunda de Copiapó, Susana Véliz (55), mejor conocida como la "Tía Chana", llegó a vivir a Antofagasta, específicamente al sector de La Chimba, en 1977. Al año siguiente, con apenas 18 años, comenzó a trabajar en el (ahora) antiguo vertedero de La Chimba, como recolectora. Aquí pasaría 10 años de su vida.

Durante este tiempo fue testigo de cómo muchos niños iban al basural, buscando algo que comer o algo que pudieran vender para conseguir unas monedas.

Por eso comenzó una cruzada solidaria, que en un comienzo solo buscaba conseguir alimentación y ropa limpia para los niños que llegaban al vertedero. Años después, y también producto de la proliferación de los campamentos, centraría su labor en la organización de comités para la obtención de alguna solución habitacional. A la fecha, ha ayudado a más de 800 familias a salir de los campamentos.

¿Qué la motivó en aquel entonces y qué la motiva ahora, para seguir ayudando a las familias?

-Nace por la necesidad que vi en el sector. Nace porque vi que la gente no era escuchada, porque vi que los niños no eran protegidos. Muchos de ellos llegaban a mi casa sucios, sin comer nada, lo que me daba una pena terrible, no quería que terminarán en eso, que se metieran al basural, que estuvieran sucios, por lo que comencé a cuidarlos. Primero comencé con cuatro y después ya eran 14 niños. Ahí me hice conocida como la "Tía Chana".

¿A raíz de estas situaciones, surge la idea de crear la Manzana Comunitaria?

-Sí, fue por eso que hace muchos años ya, y en conjunto con representantes de Minera Escondida y una agrupación de aquel entonces, empezamos a pedir un terreno para hacer este proyecto. La idea era levantar un jardín infantil, una capilla, un comedor común, un consultorio, una cancha y un pequeño colegio. No pedíamos mucho, lo único que necesitábamos por parte del gobierno, era el terreno.

Nos demoramos cuatro años en esos trámites, conociendo seremi tras seremi. No obstante, y gracias a las gestiones del padre Patricio Cariola, que en paz descanse, se logró conseguir el terreno para realizar la manzana. Nos obstante, recién en el 2000, o 2001, comenzamos con su construcción. Lo primero fue la capilla, porque sabíamos que esta construcción sería la madre de todo lo que vendría después.

¿Cómo fue la evolución y asentamiento de lo que hoy, finalmente, se conoce como la Manzana Comunitaria?

-Fue de mucho trabajo. Tuvimos que cerrar el perímetro, trabajar el terreno, lo que no fue de un día para otro. En esos años nos costó muchísimo poder poner la luz y levantar lo que queríamos. Este es un proyecto que demoró algún tiempo en concretarse, pese a tener el terreno. Fuimos levantando paulatinamente los sueños de las personas. Primero empezamos con la capilla, después con el consultorio y el comedor "Maria Acoge" y otras iniciativas más, que son más recientes.

Además de la gestión que ha liderado durante estos 40 años, organizando los diferentes comités para la obtención de soluciones habitacionales, también se le conoce por ser muy cercana al padre Felipe Berríos, con quien viene trabajando desde el 2015 en temáticas similares y en el barrio transitorio ¿Cómo ha sido este trabajo colaborativo?

-Llevamos cinco años trabajando juntos, soportándonos el uno al otro. Y bueno, con él hemos trabajo harto y logrado importantes cosas: hemos levantado una biblioteca pública, además de impulsar la iniciativa de "tardes protegidas", que permite que los niños después de que llegan del colegio, puedan participar de estas actividades, donde diversos profesionales y voluntarios, les ayudarán con sus tareas y todos los requerimientos académicos que ellos requieran. La idea es que los niños no estén solos en sus casas, puedan estar con vigilancia y así evitar que les pase algo malo.

También tenemos ahora, la casa de la juventud, que es para los jóvenes de 13 a 18 años. Aquí tenemos una sala de música y diversos profesores, además de psicólogos, psicopedagogos, que vienen a enseñar y pasar sus conocimientos. Pasa lo mismo con el centro de formación que tenemos. Aquí las personas mayores de 18 años, vienen a estudiar, a capacitarse más que nada, en algún oficio que les de alternativas.

Covid-19

¿De qué manera les ha afectado el tema de la pandemia, para todas las actividades que vienen realizando?

-Nos afectó mucho. Tuvimos que parar el centro de formación y todo lo demás. Lo único que está funcionando ahora, y es algo que estamos trabajando con el padre, que tiene que ver con el apoyo a la fundación Recrea, que es la que consigue las cosas, a través del padre también, para poder ayudar a la comunidad con ciertos insumos. Por ejemplo, hay muchos niños con parálisis cerebral, y sabemos que hay que ayudarles mucho ya que son los más expuestos al tema del virus, por sus defensas bajas.

¿Cómo ha estado funcionando el consultorio, considerando la contingencia?

-Ha estado funcionando de forma normal, hasta las 17 horas. Es una historia muy bonita, ya que se pensó para solo la gente de La Chimba, pero cuando este sector comenzó a poblarse con el tema de los campamentos, no dudamos en compartirlo, porque si Dios nos dio la oportunidad de tener, con harto sacrificio, un consultorio, pensamos que también debíamos compartir el consultorio y hoy, se atienden cerca de 3 mil personas al año.

¿Cuándo ve lo que se ha hecho, qué piensa?

-Esto ha sido pura voluntad, puro corazón. Cuando se tiene la voluntad, todo se puede hacer. La gente que trabaja conmigo, lo hace sin colores políticos. Hay gente, como el padre Berríos, muy buena, muy entregada a la comunidad. Mucha gente viene a pedir ayuda acá, incluso de otras ciudades, porque aquí es donde se logran las cosas y donde hemos podido ir dando solución a las familias que por años esperan sus viviendas. El barrio transitorio nace de esto y hoy, el estar en el barrio transitorio, no es más que el sueño de lograr una vivienda definitiva. La gente tiene que salir con sus vivienda, pero bajo nuestras reglas.

"Mucha gente viene a pedir ayuda acá, incluso de otras ciudades, porque aquí es donde se logran las cosas y donde hemos podido ir dando solución a las familias que por años esperan sus viviendas".

Inician campaña de recolección de toallas higiénicas para mujeres en vulnerabilidad

SOLIDARIDAD. Antofagastinas tienen como meta juntar 500 paquetes.
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Las antofagastinas Camila Martínez y Camila Quezada crearon la campaña "Por Nosotras" que busca recolectar toallas higiénicas para mujeres de escasos recursos durante esta pandemia.

"Esta campaña la iniciamos el lunes y en cuatro horas logramos reunir 275 paquetes de toallas higiénicas. Hoy ya contamos con 398 pero aumentamos muestra meta, ahora buscamos obtener 500 paquetes de toallitas para este domingo, ojalá que esto resulte para poder entregar más productos de este estilo", acotó Camila Martínez, quien es relacionadora pública en la Municipalidad de Mejillones.

Asimismo, Martínez agregó que "de este número ya hicimos entrega de 50 paquetes en Michilla, 30 en Hornitos y 78 en Mejillones. Hoy en la tarde, mi amiga Camila que está en Antofagasta hará entrega de 75 paquetes en la Población Miramar".

En el caso de las personas que deseen colaborar, Martínez indicó que "existen dos formas de hacerlo, uno es realizando la donación del producto y la otra es realizando una transferencia electrónica".

La gestionadora señaló que en el caso de los mejilloninos pueden contactarse al número +56993587914. En el caso de Antofagasta, se pueden contactar directamente al número +56963932085.