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"Nadie aprende si siempre mira el solucionario"

ANTOFAGASTINIDAD. Eduardo Unda-Sanzana, astrónomo.
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Eduardo Unda-Sanzana nació en Concepción en 1974 y respecto a la fecha se permite bromear:

"Nada muy interesante pasó ese día en el mundo. A la hora en que yo me ocupaba de nacer, Elvis Presley se preparaba para dar un concierto en Vancouver".

Astrónomo y docente de la Universidad de Antofagasta, lleva años afincado en la región, la que ya conoce bastante en detalle.

"Deberíamos crear una oficina regional del futuro. El camino al desarrollo no debe ser trazado basándose meramente en la tradición, pues el futuro es algo que está constantemente cambiando. Necesitamos una continua capacidad de observación, análisis y adaptación frente a esas cambiantes condiciones, así como una reflexión permanente sobre los valores que guíen nuestro andar".

¿Cuál es el recuerdo de tus padres y cuál fue su mejor enseñanza?

-Crecí con mi mamá y abuelos maternos, usando las palabras de un modo que debe haber sido un poco confuso. Mi mamá se llama Eliana de modo que desde que aprendí a hablar la llamé por su diminutivo "Nana", a la vez que seguí la costumbre de que a mi abuela se le llamaba "la Mami". Para personas no iniciadas en ese código familiar debe haber sido raro oír que demostraba más cercanía hacia la Nana que hacia la Mami… Creo que la mejor enseñanza de mi mamá fue no intervenir en exceso en mi formación sino más bien inculcarme ciertos valores, demostrar con hechos cómo ella los vivía, y hacerme pensar en cómo aplicarlos a vivir mi vida. Fue un acierto que muchas veces no me dijera qué hacer y que me dejara incluso equivocarme. Nadie aprende a resolver desafíos si está siempre mirando el solucionario, y esto por supuesto incluye el desafío de vivir.

¿Qué cosa del pasado traerías al presente?

-Del pasado me gustan las cosas bellas e ineficientes como las estampillas, y de corazón quisiera que volvieran a ser tan populares entre los niños como lo fueron durante mi tiempo de escuela. ¡Seguramente debo ser de las pocas personas que en 2020 estuvo secretamente más pendiente de tener la estampilla del eclipse que de tener fotos del eclipse! Todo lo del pasado lo puedes reemplazar por algo más rápido o eficiente menos la belleza. No puedes hacer más eficiente la belleza: sólo puedes perderla; y creo que esa pérdida, cada vez que ocurre, nos deja un poco más pobres inclusive si nuestra cuenta bancaria dice que somos más ricos. Si puedo agregar personas a esta respuesta, quisiera tener el poder de traer siquiera un momento al presente a quienes murieron sin reconocimiento en vida a su obra, o a quienes murieron soñando con un mundo del cual estamos hoy un poco más cerca que lo que alcanzaron a conocer.

¿Cómo llegaste a la astronomía?

-Mi familia no era muy acomodada de modo que en el colegio la orientadora me aconsejó hacer a un lado mi entusiasmo por la física (que había sucedido a mi entusiasmo por la publicidad y por la química, en orden cronológico) y estudiar algo potencialmente más lucrativo, para ayudar a sacar a la familia adelante. Entré a estudiar ingeniería química, me licencié, pero me lo pasaba mirando con añoranza hacia el edificio donde se estudiaba física y anhelando tomar ramos adicionales para mantener el contacto con esa área. En ese camino co-fundé un grupo amateur de astronomía que duró 15 años en el cual desarrollé mi vocación por comunicar ciencia. Finalmente di el paso de cambiar de facultad y me acogieron. Fue en el magíster cuando las conversaciones con mi profesor guía y la fuerte impresión de la primera visita a un observatorio profesional me llevaron a optar por este camino.

¿Qué cosas te gusta descubrir con la observación?

-Lo que más me gusta encontrar es lo que no espero encontrar. Cada vez que vas a hacer una observación tienes un plan principal y un plan alternativo en caso de que el principal falle. ¡La naturaleza tiene esa maravillosa costumbre de echar por tierra tus planes y presentarte algo que no esperabas!

En tiempos tan convulsos ¿qué consejo le darías a personas que no conoces?

-Nadie sabe si acaso porta consigo lo que será la causa de muerte de alguien y espero que nadie querrá cargar ese peso en su conciencia. La prioridad hoy debe ser hacer el máximo esfuerzo por a la vez cuidarse y cuidar a los demás pues estamos poniendo nuestra vida en las manos del otro al hacer algo tan simple como ir al almacén. En el caos de discursos e interpretaciones sobre lo que ocurre debemos reconocer a las recomendaciones respaldadas científicamente como las que deben guiar nuestros actos. Si ha habido un momento de nuestra historia en que se ha vuelto imprescindible dejar de entender la ciencia como un punto de vista más, es éste.